Editorial

¿Es bueno el aceite de oliva para el hígado graso?

• Diversos estudios destacan algunos beneficios sobre su consumo.

• Además, expertos señalaron en qué momento del día es mejor consumirlo.

El alimento que debe evitar definitivamente si quiere tener un hígado óptimo

El aceite de oliva en ayunas puede ayudar a combatir el hígado graso. Foto: Archivo

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Tomas Peiro

REDACTOR09.04.2025 13:09 Actualizado: 09.04.2025 13:59

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Existen muchos alimentos y hábitos saludables para combatir el hígado graso, pero hay uno que para muchos no puede parece beneficioso para esta enfermedad y lo es: el aceite de oliva.

De acuerdo a un estudio de la Universidad Pablo de Olavide que citó el medio El Mundo, el aceite de oliva depura el organismo gracias a sus propiedades antinflamatorias, lo que ayuda a proteger el hígado.

Según dicha investigación, consumir aceite de oliva virgen extra protege al hígado de devenir en un hígado graso no alcohólico. Para ello, aconsejan consumir una cucharada en ayunas.

Apoyando esta teoría, también está la Fundación para el Estudio de las Hepatitis Virales (FEHV), diversos estudios que citaron en un documento web sugieren que la ingesta de aceite de oliva puede disminuir de forma significativa el depósito de grasa en el hígado.

El consumo excesivo de alimentos procesados y azúcares refinados está provocando un aumento significativo de esta enfermedad, incluso en adolescentes. — El aceite de oliva puede ayudar a disminuir el depósito de grasa en el hígado. Foto:iStock / TikTok: @doctorbengalyardt

Otro beneficios para la salud del aceite de oliva

De acuerdo al informe de El Mundo, el aceite de oliva extra virgen cuenta con otros beneficios para la salud, además de sus propiedades antinflamatorias que benefician al hígado.

Tal como asegura el informe, una cucharada de aceite de oliva extra virgen en ayunas puede traer 4 beneficios para la salud:

Ayuda a controlar el apetito: el aceite de oliva virgen extra puede ser un gran aliado en el control del peso y en dietas destinadas a perder kilos. Consumir una cucharadita en ayunas genera una sensación de saciedad, lo que contribuye a reducir el apetito.
Mejora la digestión: este aceite posee un suave efecto laxante; si se toma regularmente en ayunas, favorece el proceso digestivo y ayuda a combatir el estreñimiento al regular el tránsito intestinal.
Cuida el estómago: gracias a su contenido de polifenoles, el aceite de oliva protege las paredes del estómago, previniendo problemas como la gastritis y las úlceras. De acuerdo con un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, estos compuestos tienen un efecto bactericida que combate la Helicobacter pylori, una bacteria relacionada con molestias estomacales, úlceras y gastritis crónica.
Contribuye a reducir el colesterol: según la Fundación Española del Corazón, el ácido oleico presente en el aceite de oliva virgen extra favorece la salud cardiovascular, ayudando a disminuir el colesterol LDL (conocido como colesterol malo) y previniendo enfermedades del corazón y del sistema circulatorio. Su consumo diario en ayunas potencia estos beneficios.

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