En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Análisis
Exclusivo suscriptores
Elecciones Estados Unidos: las propuestas de Donald Trump y Kamala Harris frente a la migración legal e ilegal, ¿qué tan viables será aplicarlas?
Dificultar la migración legal de profesionales calificados y endurecer el ingreso fronterizo están entre la baraja de opciones.
El tema migratorio viene jugando un destacado rol en la actual campaña presidencial en Estados Unidos y podría ser definitivo a la hora de definir quién será la nueva persona en ocupar la Casa Blanca.
Tanto los demócratas, liderados por la vicepresidenta Kamala Harris, como los republicanos, que estarán representados por el expresidente Donald Trump, han estado ventilando algunas propuestas sobre el tema que, además, están consignadas en gran parte en las plataformas de gobierno que fueron aprobadas durante las convenciones nacionales.
Aunque carecen todavía de detalles específicos, a día de hoy existe una radiografía más o menos clara de las políticas migratorias que quien gane trataría de implementar desde enero del año entrante cuando se posesione oficialmente. Estas son las más destacadas.
¿Qué propone Donald Trump?
1. Mano dura contra los ilegales y deportaciones masivas
Desde su ascenso a la arena política en 2016, Donald Trump ha convertido la mano dura frente a la inmigración ilegal en una de sus principales banderas. Algo que demostró durante su primer periodo al frente del país donde si bien muchas de sus políticas terminaron bloqueadas en las cortes, promete que en este segundo mandato serán “aún más extremas”.
En julio, durante la Convención Republicana, una de las pancartas más prominentes de su equipo de campaña era una que decía “Deportación masiva ya”. Algo sobre lo que tanto Trump como su candidato a la vicepresidencia, J.D. Vance, han venido hablando bastante.
Migrantes en la frontera de México y Estados Unidos. Foto:iStock
Vance, de hecho, habló de “arrancar con la deportación de un millón de personas”, entre los 11 millones de indocumentados que se estima hay en el país. Cifra que, según diversos estudios y datos del Departamento para la Seguridad Interna (DHS por su sigla en inglés), se ha mantenido estable desde por lo menos el año 2005.
Los obstáculos logísticos y legales para lograr su propuesta
Pero ejecutar una operación de semejante calado como la que proponen Trump y Vance enfrentaría varios obstáculos logísticos y legales.
En primer lugar, las deportaciones en Estados Unidos, vale aclarar, suceden todos los días. Durante la que va de la istración de Joe Biden han sido removidas del país más de 1,2 millones de personas y se estima que de aquí a enero la cifra alcanzará las 1,5 millones, que es el mismo número de personas que se expulsaron durante la primera presidencia de Trump.
Pero, en su gran mayoría se trata de recién llegados o personas que son arrestadas cerca de la zona de frontera y cuya deportación tiende a ser más fácil.
No obstante, de acuerdo en el DHS, la gran mayoría (más del 80 por ciento) de los 11 millones de indocumentados que existen en Estados Unidos son personas que llevan en el país diez años o más dado que han establecido una residencia. En ese sentido, su deportación tendría que ejecutarse a través del sistema migratorio de cortes, que ya de por sí está colapsado por la alta cantidad de casos que tiene represados.
Donald Trump en una rueda de prensa en Florida. Foto:Getty Images via AFP
En otras palabras, así Donald Trump implemente redadas masivas para capturar a indocumentados, como las que ejecutó en su primer gobierno, tendría que expandir de manera dramática la capacidad del sistema para poder procesar y deportar a estas personas.
El republicano ha ventilado la posibilidad de construir nuevos centros de detención para albergar a los detenidos, pero esto tampoco sucedería de la noche a la mañana y requiere millones de dólares en nuevas inversiones.
Adicionalmente, el ICE, la agencia que se encargaría de este tipo de redadas y arrestos, solo cuenta con unos 20.000 efectivos que difícilmente podrían ampliar sus operaciones en todo el país en tan poco tiempo y sin que se expanda primero su base.
Para poner un ejemplo, el número de deportaciones anuales de personas capturadas al interior del país es de unas 100.000 en promedio. Y su máximo en la historia reciente obedece a unas 230.000 personas durante la istración de Barack Obama. Así las cosas, Trump tendría que cuadruplicar ese número en solo un año, lo cual no se ve como una posibilidad viable en el corto plazo.
Ahora bien, el efecto que este tipo de redadas tendría en las comunidades, en términos de separación de familias, y las demandas judiciales que sin duda se elevarán para intentar bloquearlo serán dos serios desafíos que se sumarían a su popularidad y eficacia.
Toda comunidad en Estados Unidos vería a miles siendo montados en buses para ser deportados, con niños llorando y familias desgarradas al ser separadas.
“Toda comunidad en Estados Unidos vería a miles siendo montados en buses para ser deportados, con niños llorando y familias desgarradas al ser separadas. Toda una pesadilla desde el punto de vista de imagen y mala prensa. Sería como el programa de separación de familias de su primer gobierno, pero en dimensiones poco imaginadas”, dice Adam Isacson, experto en inmigración de Wola.
Muchos estados, que son controlados por demócratas, ya han dicho también que no se prestarán para un plan semejante, lo cual se traduciría en enfrentamientos con las autoridades federales y otros problemas logísticos.
Trump ha dicho que para subsanar la ausencia de fuerza pública emplearía a la guardia nacional y el ejército en este tipo de operaciones. Pero, se trata de una idea controvertida pues son fuerzas destinadas a otro tipo de tareas como la defensa del territorio y desastres naturales.
2. Dificultar la migración legal de profesionales calificados y otros perfiles
En junio de este año, el expresidente Trump propuso ofrecer tarjetas de residencia o “green cards” a todos los estudiantes que se graduaran de universidades de Estados Unidos. Pero, comentarios posteriores de su propia campaña y políticas planteadas con anterioridad, no apuntan en esa dirección.
En cuanto a los estudiantes, Karoline Leavitt, portavoz de la campaña, explicó que el plan prevé inicialmente el proceso “de investigación más agresivo en la historia de EE. UU., para excluir a todos los comunistas, islamistas radicales, partidarios de Hamás, los que odian a EE. UU y los que pueden ser una carga pública”, en ese sentido, Leavitt destaca que “sólo después de que se haya llevado a cabo esa investigación se podrían hablar de conservar a los graduados más capacitados que puedan hacer contribuciones significativas. Y esto sólo se aplicaría a los mejores graduados universitarios que además no les quiten empleos a los estadounidenses”.
La green card le otorga la residencia permanente en Estados Unidos a quien la obtenga Foto:iStock
En otras palabras, un programa mucho más condicionado a lo que mencionó el magnate y con más obstáculos que el sistema actual en el que se le permite a una persona aplicar a la residencia si recibe una oferta laboral.
De hecho, se especula que Donald Trump pondría en práctica una iniciativa de su anterior istración que le exige a las empresas pagarles un salario más alto a los interesados en las visas H-1B -trabajadores mejor calificados como ingenieros y científicos- para desincentivar su contratación.
Así las cosas, es probable que bajo Trump se reduzcan las oportunidades que hoy existen para graduados universitarios e interesados en migrar a través de visas para los más calificados. Algo que muchas empresas rechazan, pues en Estados Unidos hay déficit de este tipo de personas y empujaría a los más talentosos a buscar otros destinos.
Adicionalmente, una posible istración Trump buscará acabar con el llamado “parole humanitario” que hoy le permite a ciudadanos de ciertos países de mundo migrar legalmente a EE. UU. si consiguen a una persona que los patrocine en el país.
Cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses se verían afectados en un proceso que, de hecho, ya fue demandado por un grupo de estados republicanos que insisten en que el “parole” está atrayendo a miles de personas que le “roban” puestos de trabajo a los estadounidenses.
Sin embargo, los economistas alegan que este tipo de personas no compiten por los mismos empleos que los estadounidenses y que su presencia, por el contrario, ha contribuido a la recuperación económica del país tras la pandemia del covid-19.
A esto se suma que Trump y la plataforma del partido se oponen a una nueva medida anunciada por la istración Biden que les permite a los cónyugues indocumentados de ciudadanos de EE. UU. aplicar a la residencia sin tener que salir del país y acabar con la llamada “migración en cadena”.
De verse reversada, los ciudadanos de EE. UU. o portadores de “green cards” ya no tendrán derecho a pedir la residencia para sus padres, hijos o hermanos.
"Texas mantiene la línea contra los cruces ilegales", escribió el gobernador en su cuenta de X. Foto:x: GregAbbott_TX
Finalmente, la plataforma del partido se sigue oponiendo a beneficios para los llamados "Dreamers", personas que llegaron ilegalmente a Estados Unidos siendo niños pero que ya llevan muchos en un país que consideran propio.
Aunque el tema sigue siendo evaluado por las cortes, se anticipa que una istración Trump seguirá presionado para que se anule el programa autorizado durante los años del gobierno de Barack Obama.
Si el programa Daca expira, sus actuales beneficiarios, que hoy cuentan con permisos de trabajo, tendrían que abandonar el país o permanecer en la ilegalidad.
3. Construir un muro con México y cerrar la frontera
Aunque la idea de construir un muro en la frontera con México ya no figura tanto como en el pasado -fue la bandera de Trump en 2016- sigue rondado y fue incluido nuevamente en la plataforma del partido.
Como durante su pasada istración, el plan requiere miles de millones de dólares en inversión que tienen que ser autorizados por el Congreso y, por lo tanto, dependerá de quién controle el legislativo desde el año entrante.
Así mismo, se trata de una iniciativa a muy largo plazo que también enfrentará desafíos logísticos y legales. En especial, en lo que se refiere a la preservación del medioambiente.
Ingenieros de la operación "Lone Star" en El Paso, Texas instalan alambre de púas de tres hilos a lo largo de la frontera con Estados Unidos. Foto:x: GregAbbott_TX
Trump y los republicanos han propuesto mantener cerrada la frontera hasta que la migración ilegal se reduzca a cero, o una cifra muy baja, invocando una emergencia nacional por la crisis que se presenta en esta zona del país.
Esa propuesta, en realidad, es algo similar a lo que viene haciendo Joe Biden desde hace algunos meses solo que con un rasero más bajo (la frontera se cierra cuando los cruces o encuentros con indocumentados superan las 2.500 personas al día).
De momento, no es claro cómo se implementaría una medida tan radical, qué pasaría con el intercambio comercial que entra por México y qué tratamiento se les daría a las personas que solicitan asilo al llegar a la frontera.
¿Qué propone Kamala Harris?
La actual vicepresidenta, en cierto sentido, “hereda” las políticas migratorias del actual presidente Joe Biden.
Aunque el mandatario arrancó su mandato con una aproximación más benévola frente a la inmigración que la de su antecesor (Trump), el histórico aumento del flujo en las fronteras y su impacto político en la campaña electoral provocaron un giro hacia el endurecimiento que comenzó desde el año pasado, pero que se ha consolidado en los últimos tres meses.
Aun así, la plataforma de los demócratas sigue siendo mucho más inclusiva que la republicana con un enfoque que pide control en la frontera sur, pero ampliación de vías legales para la inmigración, y protección de los ¨dreamers¨ y grupos de indocumentados.
Kamala Harris durante la Convención Nacional Demócrata. Foto:AFP
1. Ampliar vías para la migración legal
En su discurso de aceptación de su candidatura, Harris hizo mucho hincapié en sus raíces inmigrantes (nació en EE. UU. de padre jamaiquino y madre de la India), insistiendo en que es posible tener fronteras seguras y, a la vez, no perder una de las características más esenciales del sueño americano.
“Sé que podemos estar a la altura de nuestra orgullosa herencia como nación de inmigrantes y reformar nuestro fallido sistema de inmigración. Podemos crear un camino hacia la ciudadanía mientras aseguramos nuestra frontera", dijo la vicepresidenta.
Un mensaje que también fue incluido en la plataforma del partido que salió durante la Convención: “Desde nuestra fundación los inmigrantes han viajado a Estados Unidos en busca de libertad y oportunidades, para huir de la opresión y para reunirse con familiares y, a su vez, han fortalecido a nuestro país”, dice el texto.
En ese sentido, la propuesta de Harris lo que busca es ampliar las vías para la inmigración legal como estrategia para disuadir la inmigración ilegal.
Como ejemplo pone el caso del “parole” humanitario para cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses.
Según un estudio de la Fundación Nacional para la Política Estadounidense, entre el 2022 y el presente -desde que se comenzó a aplicar el programa- la inmigración ilegal en el caso de cubanos, haitianos y nicaragüenses se redujo 92 por ciento (75 por ciento para venezolanos desde 2023), limitando, además, los riesgos a los que se exponen los migrantes en su tránsito hacia EE. UU.
Aunque el programa está suspendido por acusaciones de fraude, la idea es mantenerlo y ampliarlo.
2. Aumentar las visas de trabajo y ofrecer residencia por matrimonio
De la misma forma, los demócratas proponen un aumento de 250.000 visas adicionales cada año (por un lustro) para familiares de ciudadanos de EE. UU., portadores de ‘green cards’ y personas que buscan empleo.
Esperan, además, eliminar los límites anuales que existen para las visas H-1B cuando se trate de extranjeros con un doctorado y/o especializados en ciencia con el fin de reducir las largas esperas que hoy enfrentan estas personas, muchas de las cuales llevan años “en fila”.
Powerball es una de las loterías más famosas de Estados Unidos. Foto:iStock
La plataforma de Harris, así mismo, pide proteger a los actuales beneficiarios de DACA -los dreamers- y reanudar el programa -que está suspendido por las cortes- para que más personas se puedan acoger a la iniciativa.
Defiende, además, la propuesta de ofrecer la residencia a unas 500.000 personas que están casadas legalmente con ciudadanos de EE. UU. o portadores de ‘green cards’ que lleven más de diez años viviendo en el país de manera ilegal.
En muchos de los casos, contrajeron nupcias estando indocumentados y la ley actual les exige abandonar el país mientras se procesan sus solicitudes, lo cual conduce a la separación de familias.
3. Asegurar la frontera con medidas más drásticas
En paralelo a estos alivios, la propuesta de Harris incluye varios elementos de “mano dura”, muy similares a los que ha venido promoviendo la actual istración.
En enero, demócratas y republicanos negociaron un proyecto de ley que preveía un cierre automático de la frontera una vez se superara un umbral de arrestos semanales (2.500 diarios promedio) sumado a otra serie de medidas, entre ellas, fondos para expandir la patrulla fronteriza, el cuerpo de jueces migratorios, los centros de detención y nuevas guías para el otorgamiento de asilos.
El proyecto, en su conjunto, autorizaba muchas de las medidas que los republicanos llevaban años solicitando y Biden prometió apoyarlas, en gran parte por que estaba contra las cuerdas por la crisis migratorio y su impacto en las elecciones.
El expresidente Trump, sin embargo, pidió a los legisladores de su partido que se opusieran y evitar darle un triunfo al presidente donde más débil lo veía.
Un informe develó la práctica inconstitucional contra los migrantes. Foto:AFP
“Trump cree que un acuerdo fronterizo perjudicaría su campaña. Ordenó a sus aliados en el Congreso que lo bloquearan. Pero yo me niego a jugar a la política con nuestra seguridad. Hay que recuperar ese proyecto bipartidista y convertirlo en ley”, dijo Harris la semana pasada.
A lo que apunta Harris es que su punto de partida en el tema de fronteras sería este proyecto de ley que, dicho sea de paso, contiene las medidas más drásticas de la historia reciente en el tema y que son atípicas para el partido demócrata.
Mientras eso sucede, la vicepresidenta prometió continuar ejecutando las órdenes ejecutivas que autorizó Biden en mayo y que incluyen algunas de las ideas de ese proyecto como el cierre de fronteras y criterios más altos para conceder el asilo.
La candidata demócrata propuso, a su vez, una reforma al sistema de asilo, pues a juicio de todos -demócratas y republicanos- este viene siendo abusado por migrantes que lo solicitan pese a que no son necesariamente perseguidos políticos o llegan huyendo de guerras o dictaduras.