Asesinato del CEO Brian Thompson en Nueva York: la cronología completa de la ruta del asesino

La policía de Estados Unidos continúa con la intensa búsqueda del asesino de Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare, la más grande empresa de seguros médicos de ese país. El homicidio, ocurrido en la mañana del miércoles en una de las calles más concurridas de Nueva York, sigue siendo un rompecabezas que las autoridades buscan completar.

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Thompson, de 50 años, murió después de que un hombre lo baleó por la espalda junto al hotel Hilton, en pleno centro de Manhattan. Y si bien la policía afirma que fue víctima de un homicidio premeditado, aún no tienen un móvil ni la identidad del tirador. Pero, con la evidencia recolectada hasta el momento, la policía neoyorquina busca determinar su paradero y elabora una hipótesis alrededor del caso.

EL TIEMPO analizó las imágenes de videovigilancia que se conocen, así como lo que los investigadores del asesinato de Brian Thompson han logrado recabar, y reconstruyó los momentos previos y posteriores del trágico hecho que propició, entre otras cosas, a la retirada de datos de ejecutivos en internet.

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Sobre las 6:45 de la mañana del miércoles 4 de diciembre, a las afueras del hotel Hilton en Midtown, ubicado en la calle 54 oeste con avenida sexta, ocurrió el asesinato.

Thompson, padre de dos adolescentes, había viajado desde Minnesota (donde vivía) el lunes e iba a asistir a una conferencia de inversores programada a las 8:00 a. m. en el hotel.

Momentos antes de que el CEO logró entrar a la puerta, un hombre de alrededor de 1.77 metros de altura, que vestía chaqueta oscura con capucha, mochila gris y una máscara, salió de detrás de un vehículo que estaba parqueado, sacó una pistola y le disparó en al menos dos ocasiones.

“Viendo el video se ve que es competente en el uso de armas de fuego, ya que fue capaz de eliminar el mal funcionamiento con bastante rapidez”, explicó el Jefe de Detectives del Departamento de Policía de Nueva York Joseph Kenny, en una rueda de prensa.

Asimismo, el arma parece tener un silenciador. No obstante, esto aún no ha podido ser comprobado, pues las autoridades no han logrado recuperar la pistola. Pero, el video de seguridad muestra que sí se usó un rio en el barril.

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La primera bala impactó en la espalda, y la segunda en la pantorrilla. Después de ambos disparos, Thompson se desploma al suelo y el asesino pasa al lado de él y luego cruza la calle 54 e ingresa por un callejón. Luego se subió a una bicicleta y recorrió la Sexta Avenida hasta llegar a Central Park, un recorrido de unos 4 minutos.

Las autoridades pierden el rastro del sospechoso sobre las 6:49 de la mañana, cuando ingresa a Central Park. Sin embargo, un video obtenido por la cadena CBS News mostraría al sospechoso saliendo del parque poco antes de las 7 a. m. y girando hacia la calle 85 oeste.

Mientras el asesino escapaba, el servicio de emergencias atendió una llamada sobre un “confirmado hombre baleado”. Thompson fue llevado hasta el hospital Mount Sinai, donde fue declarado muerto.

Para poder dar con la identidad y el paradero del sospechoso, los investigadores han rastreado los momentos previos del homicidio.

Entre los hallazgos está que el tirador habría llegado a Manhattan 10 días antes del tiroteo, el 24 de noviembre, le informó un alto funcionario al diario estadounidense The New York Times.

Según reveló este medio, el hombre llegó en un autobús interestatal desde algún lugar al sur de la ciudad y se registró en el albergue New York City Hostel, en la avenida Amsterdam, cerca de la calle 104. Se marchó el 29 de noviembre y volvió a registrarse al día siguiente.

Cuando regresó al albergue, el 30 de noviembre, “el tirador utilizó una identificación falsa de Nueva Jersey para reservar una habitación”, dijo el alto funcionario al NYT.

Esta información coincide con las imágenes de cámaras de vigilancia que posicionan al sujeto a las 5 a. m. del día del homicidio a una cuadra de distancia de donde se habría hospedado. El sospechoso tomó el metro para acercarse al lugar del ataque. El viaje le tomó alrededor de una hora, pues sobre las 6:15 a. m., una cámara de la marca de tabacos de lujo Davidoff of Geneva lo grabó mientras salía de la estación del metro de la calle 57, cerca del hotel Hilton.

A las 6:17 fue visto en un Starbucks; una fuente policial dijo que pagó en efectivo. Basándose en la hora de la grabación, se trataría del local ubicado en la esquina de la parada del metro, pues no pasó mucho tiempo desde que salió de la estación hasta que se le ve en la cafetería.

Luego, un video revelado por el NYT muestra al sospechoso hablando por un teléfono sobre las 6:30 a. m. mientras camina hacia el Hilton. Por último, sobre las 6:39 la policía ubicó al sospechoso a las afueras del hotel, donde habría esperado a Thompson por unos 16 minutos para luego dispararle por la espalda.

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Al transcurrir más de 24 horas, los investigadores aún no tenían ni un rostro. Según oficiales citados por el NYT, la razón detrás de esto es que el sospechoso parece “ser un experto en cámaras” al nunca mostrar la cara desde que llegó a Nueva York, e incluso al optar por movilizarse dentro de Central Park, donde hay menos cámaras.

Sin embargo, el sospechoso habría cometido un error que hasta ahora es la única pieza clave para identificarlo: coquetear.

En el albergue donde se hospedaba, el presunto asesino tuvo una breve conversación con la recepcionista y, durante el diálogo, se baja la máscara y le sonríe.

“Estaba coqueteando. Él se lo baja y hace una gran sonrisa. Ese momento informal entre dos seres humanos sigue siendo en este momento la pista más significativa hasta la fecha en todo este caso”, dijo John Miller, excomisionado Adjunto de Inteligencia y Contraterrorismo de la policía de NY, en charla con CBS.

Esta imagen fue difundida y se ofreció una recompensa de 10.000 dólares.

Además del rostro parcial, las autoridades encontraron en la escena del crimen tres balas con las palabras “Delay, Deny, Defend” (retrasar, negar y defender, en inglés), envolturas de barras de granola y una botella de agua.

La policía lleva a cabo pruebas de ADN en los objetos. Sin embargo, fuentes policiales le dijeron al NYT que hallaron una huella dactilar en la botella, pero que esta estaba muy “manchada” para analizarla con éxito.

Por último, otra de las pistas que se indagan es la compra de un arma en el estado de Connecticut que cumple con las características a la utilizada en el asesinato.

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Si bien la identidad parece ser un misterio que los investigadores aún luchan por resolver, el asesino dejó pistas sobre el motivo: las balas.

Y es que las palabras -escritas con marcador, según CBS- “retrasar”, “negar” y “defender”, son precisamente “las tres normas de los seguros”, es decir una estrategia que, según los críticos de estas aseguradoras, es un método que utilizan para evitar pagar a sus clientes los seguros médicos.

Además, las palabras son las mismas a las del libro 'Delay, Deny, Defend' (Retrasar, denegar, defender).

La obra, que dice en su subtítulo 'Por qué las compañías de seguros no pagan las reclamaciones y qué puede hacer usted al respecto', analiza cómo esas empresas evitan pagar las reclamaciones de los pacientes.

Basándose en esa información, los investigadores están construyendo un perfil basado en alguien con un posible remordimiento a la compañía UnitedHealthcare o contra las empresas de seguros en general.

Bajo ese perfil del asesino, Thompson era una clara figura que destacaba en la industria, pues era desde 2021 el director ejecutivo de la compañía, que emplea alrededor de 140.000 personas, y llevaba dos décadas en la matriz de la empresa.

"Todos los indicios apuntan a que se trata de un ataque premeditado, planeado con antelación y dirigido contra un objetivo concreto", expresó la comisionada de la Policía de la ciudad, Jessica Tisch.

Con Thompson como CEO, los beneficios de la compañía aumentaron, con ganancias que pasaron de 12.000 millones de dólares en 2021 a más de 16.000 millones en 2023. Por esto, recibió un paquete de compensación total el año pasado de 10,2 millones de dólares, según el NYT.

A pesar de su exitosa dirección, UnitedHealth se ha enfrentado recientemente al escrutinio por sus prácticas empresariales, incluido un informe del Senado a inicio de año en el que se destacaba como práctica habitual desestimar una y otra vez las reclamaciones de sus clientes. También pesaba una investigación antimonopolio del Departamento de Justicia.

A esto se suman una serie de amenazas que había recibido Thompson horas antes del asesinato, según reveló su esposa, Paulette. Incluso 12 horas antes de su muerte, la policía respondió a una alerta de bomba dirigida a su casa en Maple Grove, Minnesota. No encontraron nada.

Además, este homicidio saca a la luz un problema más grande de ataques a altos cargos de empresas, especialmente de compañías biomédicas y farmacéuticas.

“Hemos visto que el nivel de odio contra estas personas ha aumentado fuera de control en los últimos cinco años”, afirmó Chris Pierson, CEO y fundador de BlackCloak, una empresa de protección de ejecutivos digitales, en conversación con el medio estadounidense Information Security Media.

Y es que, en un país como Estados Unidos, que no cuenta con un servicio universal y gratuito de salud, por lo que para recibir atención médica se tienen que pagar altos precios, el rechazo a estas compañías ha crecido.

Así las cosas, el asesinato de Brian Thompson reabrió el debate sobre el sistema de salud estadounidense y ha movilizado a todo el grueso de la policía de Nueva York que, en medio de las fiestas navideñas, busca en cada rincón al encapuchado que le quitó la vida a sangre fría.

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SANTIAGO ANDRÉS VENERA SALAZAR

Redacción Internacional

EL TIEMPO