Feroz paso de tifón Mangkhut deja al menos 59 muertos en Filipinas

Según las autoridades, otras 47 personas resultaron heridas y 250.000 damnificadas.

Aldeanos filipinos ven lo que queda de su hogar en la ciudad de Baggao, provincia de Cagayan. Foto: Efe

16.09.2018 20:50 Actualizado: 16.09.2018 21:35

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Al día siguiente del paso de Mangkhut por Filipinas, las autoridades confirmaron este domingo la muerte de al menos 59 personas y buscaban a una decena de desaparecidos, mientras los equipos de rescate intentaban acceder a áreas remotas azotadas por el que ya se considera el mayor tifón de la temporada.

Según los últimos datos recopilados por la Policía Nacional filipina, se han confirmado 59 fallecidos, 16 desaparecidos y 47 heridos a causa del tifón, bautizado Ompong en Filipinas.

La mayoría de estas muertes se produjeron a causa de deslizamientos de tierra en las zonas montañosas que recibieron las lluvias torrenciales y fuertes vientos arrastrados por Mangkhut a su paso por unas 10 horas por el norte de la isla de Luzón, en el extremo septentrional del país.

El presidente filipino, Rodrigo Duterte, visitó ayer las provincias afectadas de Cagayan e Ilocos, donde realizó una “inspección aérea” para evaluar los daños y se reunió con las autoridades regionales y nacionales para discutir el plan de respuesta al desastre.

“Comparto mis condolencias con quienes han perdido a sus seres queridos”, dijo el mandatario filipino en una comparecencia televisada en directo, en la que aseguró que el gobierno está haciendo todo lo que está en sus manos para “volver a la normalidad lo antes posible”.

Está previsto que Duterte visite este lunes la región de Cordillera, donde de momento el saldo de víctimas es el más elevado, con 49 fallecidos y 13 desaparecidos.

En la región de Cagayan se han confirmado siete muertes, además de una en Luzón central, una en Ilocos y otra en Manila.

En Cordillera, una familia de seis murió cuando su casa en la ciudad de Baguio quedó enterrada por un desprendimiento de tierra; y, en Nueva Vizcaya (Cagayan), un hombre de 36 años y tres de sus hijos –uno de dos años y otro de ocho meses– fallecieron en las mismas circunstancias.

En el municipio minero de Itogon, región de Cordillera, una avalancha de tierra arrasó cuatro barracones donde vivían mineros, causando al menos 33 muertes, aunque las autoridades temen que la cifra de víctimas pueda alcanzar el centenar, mientras continúa la búsqueda de desaparecidos.

El asesor presidencial Francis Tolentino, designado por Duterte para supervisar la respuesta al desastre, dijo que esperan finalizar las tareas de búsqueda y rescate para empezar las labores de rehabilitación, con el objetivo de restablecer tanto la electricidad y como las comunicaciones.

Más de 130.000 personas permanecían aún ayer en los centros de evacuación habilitados por el gobierno y unos 15.000 se encontraban refugiados en viviendas más seguras de familiares, según los últimos datos ofrecidos por el Centro Nacional de Reducción de Desastres.

A pesar de las dificultades de , la ayuda internacional ya comenzó a llegar. En total, 20.000 sacos de arroz del Programa Mundial de Alimentos y 570.00 dólares donados por Australia en artículos de primera necesidad para unos 25.000 damnificados serán distribuidos por la Cruz Roja.

El paso del temporal, el peor que ha golpeado Filipinas desde el supertifón Haiyan en 2013, ha dejado por el momento más de 250.000 afectados de manera directa, según ese organismo oficial. Más de 5 millones de filipinos viven en las zonas que sufrieron el embate del Mangkhut.

El supertifón arrastraba vientos de hasta 305 kilómetros por hora, lluvias torrenciales e, incluso, olas de hasta seis metros. En su trayectoria hacia el oeste, el huracán se fue debilitando ligeramente al abandonar el sábado el área de responsabilidad de Filipinas con rumbo a Hong Kong (China), con vientos de entre 120 y 170 kilómetros por hora.

EFE

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