Resarcir daños ambientales del Dique: una tarea urgente

La iniciativa tiene una inversión de 3,2 billones de pesos y contempla el desarrollo de 36 obras.

El Canal del Dique tiene una extensión de 115 kilómetros. Con este proyecto se le dará estabilidad a la actividad agrícola del lugar. Foto: Archivo Particular

28.09.2023 06:00 Actualizado: 28.09.2023 06:00

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Después de una larga espera, las acciones por la restauración de los ecosistemas del Canal del Dique empezaron en junio de este año y se espera que estén listas dentro de cinco.

Este brazo artificial del Río Magdalena, en 115 kilómetros de extensión, recorre municipios de los departamentos de Atlántico, Bolívar y Sucre. Su camino empieza en Calamar, Bolívar, y va a dar a la bahía de Cartagena y Barbacoas, en las que descarga los sedimentos que trae desde el interior del país.

Ese es uno de los principales problemas ambientales de este territorio, pero no es el único.

Entre el 2010 y el 2011, durante la ola invernal producto del Fenómeno de La Niña, más de 170.000 habitantes sufrieron las inundaciones que, además, llevaron a pérdidas de más de 357.000 millones de pesos en agricultura y ganadería.

En ese momento, en el que las aguas del Magdalena se desbordaron sobre cerca de 500 kilómetros cuadrados al rededor del canal del Dique, hubo municipios enteros que quedaron sumergidos bajo el agua.

Para José Vicente Mogollón, exministro de Medio Ambiente y autor del libro Canal del Dique: Historia de un desastre ambiental, la necesidad de restaurar los ecosistemas de esta zona del país es urgente.

Se trata de 1.254 cuerpos de agua entre caños, canales y ciénagas, que tiene el Canal del Dique y su área de influencia.

“Los daños deben corregirse porque, de lo contrario, la bahía de Cartagena está en riesgo de desaparecer, lo que sería una catástrofe para Colombia”, sentencia Mogollón.

Los daños deben corregirse porque, de lo contrario, la bahía de Cartagena está en riesgo de desaparecer, lo que sería una catástrofe para Colombia

Para él, el periodo entre 1981 y 1984 fue determinante para el desastre ambiental que ahora vive este territorio.

“En ese momento se hizo una ampliación del canal, en la que se movieron más metros cúbicos de tierra de lo que se había movido en toda su historia anterior. En este punto, muchas de las ciénagas han quedado aisladas las unas de las otras por lo que es indispensable restaurar los flujos naturales de este lugar”, afirma el exministro.

En la década de los noventa, cuando Mogollón era jefe de la cartera de Ambiente, firmó la Resolución 0260 de marzo 31 de 1997, con la que se efectuaron los requerimientos para la restauración y recuperación del ecosistema degradado del Canal del Dique, además de ordenarle a Cormagdalena iniciar los estudios del proyecto.

Veintiséis años después, finalmente las acciones por la recuperación ambiental de este territorio son una realidad.

El proyecto ‘Restauración de los ecosistemas degradados del Canal del Dique’, de la Agencia Nacional de Infraestructura y adjudicado a Ecosistemas del Dique, una empresa de Sacyr Concesiones Colombia, contempla la ejecución de 36 obras en 14 unidades funcionales.

Las obras principales serán la construcción de un dique de control, compuertas y dos esclusas; una en el municipio de Calamar y otra en Puerto Badel, municipio de Arjona, en el departamento de Bolívar.

Esto permitirá el control del caudal, de la sedimentación y la intrusión salina para recuperar el ecosistema y mitigar el riesgo de inundaciones en las poblaciones cercanas.

Para Mogollón, la posibilidad de controlar el caudal desde Calamar no solo garantiza el control del desbordamiento del agua, sino que también le va a dar estabilidad al sector agrícola y de la pesca.

“Va a eliminar las inundaciones, pero además va a ser fuente de agua dulce controlada. Con los niveles estables del Dique, las siembras y la pesca van a mejorar para las comunidades aledañas”, aseguró Mogollón.

Con él coincide Carlos Rosado, vocero de Sacyr Concesiones, quien asegura que, con este proyecto, al fin se podrá saldar la deuda ambiental que se tiene con el Canal del Dique.

“Este sistema lo que busca es controlar la entrada y salida del agua, y por supuesto el control de sedimentos que por años ha venido dañando las bahías de Cartagena y de Barbacoas. La sedimentación en estas dos bahías, además de las ciénagas que están al lado, disminuye de manera drástica la profundidad de estas aguas, dañando los pastos marinos, corales, la flora y fauna del lugar. Todo lo restauraremos”, señaló Rosado.

Esta iniciativa, que inició el pasado 1 de junio y cuenta con una inversión de 3,2 billones de pesos, está en su etapa de preconstrucción, que dura 18 meses. Luego pasará a cuatro años y tres meses de construcción y, finalmente, tendrá su fase de operación y mantenimiento, con una duración de nueve años y un mes.

Objetivos del proyecto de Ecosistemas del Dique

El proyecto ‘Restauración de los ecosistemas degradados del Canal del Dique’, cuenta con una inversión de 3,2 billones de pesos. Aunque su principal componente es el ambiental también tiene foco en el desarrollo social de la región.

En cuando a la restauración, los objetivos son los siguientes:

- Control de tránsito de sedimentos entre el canal y las bahías de Cartagena y Barbacoas.

- Regulación activa del ingreso de caudales al sistema Canal del Dique.

-Control de inundaciones y de niveles de agua en el Canal. Control de la intrusión salina.

-Aseguramiento del recurso hídrico del Canal para agua potable, riego, ganadería, pesca y otros servicios.

-Recuperación de los parques ecosistémicos que conforman el Canal del Dique.

- Escenarios para la adaptación al cambio climático.

- Mejoramiento de las conexiones ciénaga - ciénaga y ciénaga - Canal.

- Restauración de los ecosistemas parque nacional natural Corales del Rosario y San Bernardo.

- Restauración de rondas de ciénagas, caños y Canal del Dique.

Lo que pasó entre 1981 y 1984

Para el exministro José Vicente Mogollón, las acciones que se realizaron entre 1981 y 1984 fueron devastadoras para el equilibrio del Canal del Dique.

En este tiempo, se dragaron más metros cúbicos de tierra que en el resto de la historia del canal. Esto debido a que las máquinas de dragado de estos tiempos no se comparaban en nada con los métodos de excavación de la antigüedad.

Dice Mogollón en su libro que, “a partir de las ampliaciones del siglo XX, y en especial, después de la triplicación de caudal de los dragados de 1981 a 1984, el viejo canal del Dique se convirtió en un brazo artificial del Magdalena, de gran poder destructivo durante sus crecientes por la frenética fuerza de sus aguas y por la cantidad de finos en suspensión que acarrea, encajonado, hasta las bahías de Barbacoas y Cartagena. Tanto así, que el 85 por ciento del caudal que entra por Calamar sale a las bahías”.

Mogollón señala la necesidad urgente de corregir los daños del pasado, para preservar la bahía de Cartagena que, asegura, “es un patrimonio nacional de Colombia y debe ser resguardado”.

MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de Sacyr.

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