Los retos que debe atender el Presidente en las regiones

Proyectos de infraestructura, educación, paz y medioambiente forman parte de las apuestas que los 32 gobernadores del país quieren llevar a buen puerto en el tiempo que les queda de mandato.

Fueron los primeros en concretar una reunión en Bogotá, agrupados en la Federación Nacional de Departamentos (FND), con el presidente Gustavo Petro, semanas antes de su posesión, para plantearle los temas urgentes por atender en las regiones. Además, le expresaron su apoyo para solucionar los problemas del país.

A los gobernadores de este mandato no les tocó fácil: la pandemia les hizo cambiar sus planes de gobierno, adaptarse a las nuevas necesidades que trajo el covid-19 para el mundo y postergar ideas que tenían previsto concretar.

Ahora que la crisis de la pandemia ha amainado, quieren ponerles el acelerador a aquellas iniciativas que consideran prioritarias para sus regiones y para las cuales necesitan apoyo del Gobierno Nacional. Sus periodos terminan en el 2023, por lo que Gustavo Petro deberá trabajar con quienes están ya elegidos hasta finales del año entrante.

Las necesidades de las regiones son muchas y hay algunas urgencias como las que se exponen en el mapa, pero también hay asuntos del país que les atañen a todos y en los que los gobernadores coinciden. Como lo afirmó el presidente del consejo directivo de la FND, el gobernador de Sucre, Héctor Olimpo Espinosa, “coincidentemente nos convoca en este escenario un mandato popular y queremos darle a conocer las prioridades que hemos consignado en el libro blanco Las regiones proponen, una profunda investigación que se lideró desde la Federación y que recoge propuestas en frentes fundamentales para el desarrollo de los territorios del país”.

La Federación ya le entregó el libro a Gustavo Petro, y el presidente del consejo directivo de la FND expuso las principales necesidades, que están relacionadas, principalmente, con la paz, la educación, la salud, el Sistema General de Participaciones (SGP), el fortalecimiento de las finanzas territoriales, la ola invernal, la descentralización, la agricultura, la producción acorde con las regiones y los diálogos regionales.

Los gobernadores comparten la propuesta del actual gobierno de crear el impuesto a las bebidas azucaradas; además, proponen el impuesto a los cigarrillos electrónicos, productos de vapeo y tabaco calentado.

Una de las posibilidades que plantean es destinar lo que se obtendría con el gravamen a las bebidas azucaradas a la salud, porque esta se encuentra desfinanciada en muchos departamentos.

De hecho, los gobernadores, luego de un trabajo en equipo desde la Federación Nacional de Departamentos (FND), tienen redactada una propuesta de ley para crear este impuesto. El nuevo ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, anunció en días pasados que la reforma tributaria que presentó al Congreso incluye la creación de este gravamen.

Los departamentos fronterizos del país consideran necesario que el Gobierno Nacional tenga definida una política clara de fronteras que les permita concretar las relaciones y el comercio con los países vecinos.

Esto hará posible aprovechar al máximo las posibilidades de las fronteras. También expresan que esta política es importante por cuestiones de seguridad y de migraciones, dos de los problemas que son transversales a varios departamentos y que los gobernadores han señalado como prioritarios para ellos, principalmente para regiones del país como La Guajira, Norte de Santander, Arauca, Vichada y Guainía.

De hecho, el gobierno actual está llevando a cabo conversaciones con el propósito de concretar una apertura gradual de la frontera con Venezuela.

Una de las propuestas del nuevo gobierno es realizar diálogos regionales en los que se pretende aterrizar la formulación del nuevo Plan Nacional de Desarrollo. El presidente Gustavo Petro ha sido enfático en que esta iniciativa supera las banderas partidistas y que en ella será fundamental aunar los conocimientos y experticias de todos los mandatarios departamentales, quienes durante su encuentro, el pasado viernes 5 de agosto, expresaron en unanimidad la disposición y voluntad de apoyar al nuevo gobierno.

La solicitud ante estos diálogos regionales de los gobernadores al nuevo presidente fue clara: que se inicien prontamente, que en ellos se evalúe el grado de implementación de los acuerdos de paz y que sean tenidas en cuenta las propuestas que durante el primer semestre de este año los gobernadores dialogaron, evaluaron, organizaron y compilaron en el Libro blanco de la Federación Nacional de Departamentos: Las regiones proponen.

Una de las solicitudes y ofrecimientos recurrentes en el encuentro entre los gobernadores y el presidente Petro fue la de robustecer la infraestructura universitaria.

No solo casi una decena de departamentos no cuentan con instituciones de educación superior, sino que en casi en la totalidad de los territorios los cupos son insuficientes, lo que suma un escalón más a la larga escalera de dificultades para la profesionalización de los jóvenes colombianos. Son muchos los gobernadores que han priorizado la educación superior en sus Planes de Desarrollo Departamental, por lo que el nuevo gobierno se encontrará con proyectos diseñados y estructurados que solo necesitan del respaldo económico central para concretarse, como es el caso del departamento de Guaviare.

Distribuir las despensas de alimentos en las regiones, formalizar la tenencia de la tierra y que el campesino pueda acceder a oportunidades de financiación y comercialización directa son peticiones que atañen a la mayoría de los gobernadores.

Si bien en algunos departamentos avanzan importantes proyectos en beneficio del campesinado, como las estrategias para incentivar la compra directa y sin intermediarios de los productos agrícolas emprendida por la Gobernación de Cundinamarca, este y otros proyectos necesitan del apoyo del Gobierno central para seguir adelante.

Los mandatarios están a la expectativa de la reforma agraria que ha planteado el nuevo gobierno y que empezará su formulación en los diálogos regionales, a los que han sido invitados y donde su conocimiento del aparato productivo regional será un importante aporte.

Muchos gobernadores sienten que los dejaron solos en el tema de la paz y le piden al Gobierno que aplique los acuerdos a los que se llegó con las entonces Farc en La Habana. Dicen que no le han podido cumplir a la gente.

Están dispuestos a poner de su parte para concretarlos, pero necesitan ayuda y consideran que la paz es definitiva para el progreso, el desarrollo y el bienestar de las regiones.

En ese sentido, expresaron su apoyo a los diálogos con el Eln que ha propuesto Petro y se mostraron interesados en la posibilidad del sometimiento a la justicia para los demás grupos ilegales que ha planteado el presidente Gustavo Petro.

El nuevo gobierno también ha dicho que una de sus banderas es cumplir los acuerdos de paz.

Una de las preocupaciones inmediatas de los gobernadores es la ola invernal que está viviendo el país y que, explican, se incrementará en los próximos meses. Sostienen que los recursos para enfrentarla se están agotando y que necesitan más apoyo desde el Gobierno Nacional.

Según la Unidad Nacional para la gestión del Riesgo de Desastres, “en los primeros 11 días de julio ya son 51 municipios de 17 departamentos del país que se han visto impactados por 59 eventos producto de las precipitaciones que por incidencia del fenómeno de la Niña aún se siguen presentando”.

Este es uno de los asuntos que deberá priorizar el presidente Petro en sus primeros días de gobierno y ante el cual los gobernados han propuesto y solicitado que se decrete calamidad pública nacional.

La salud está en crisis en muchas regiones del país. Varios gobernadores sostienen que en sus departamentos los hospitales públicos están en riesgo de cerrar en un futuro muy cercano, los mandatarios advierten que esta lamentable situación puede ocurrir dentro de un par de meses si no se toman acciones prontas y radicales.

Una de las razones por las que esto está sucediendo es la quiebra y liquidación de varias EPS, que les quedaron debiendo a los hospitales millonarias facturas en servicios prestados. Por esta razón, los mandatarios departamentales alzaron la solicitud para seguir avanzando en el saneamiento de la deuda y robustecer las finanzas departamentales destinadas a la salud. Con estas, y otras acciones, se podría no solo salvar la salud sino también disminuir la brecha entre la calidad de los servicios privados y la red pública.

EL SGP establece los recursos que el Gobierno Nacional le debe transferir a las entidades territoriales. Fija porcentajes del dinero del presupuesto general de la nación para que gobernadores y alcaldes atiendan necesidades en educación, agua potable y salud, entre otros sectores, así como recursos para resguardos indígenas y el Fonpet (Fondo Nacional de Pensiones de las Entidades Territoriales).

Los gobernadores consideran que este sistema debe reformarse para redefinir el porcentaje de transferencia y el destino de estos recursos, aumentando las transferencias del 20,74 por ciento al 35 por ciento.

Esta es una petición que han manifestado en varias oportunidades, desde hace varios años, y que esperan concretar lo más pronto posible con el nuevo gobierno.

La descentralización es la gran deuda histórica del Gobierno central con las regiones. Si bien es mucho lo que se ha avanzado –por ejemplo, la Ley 2200 de 2022 por la cual se dictan normas tendientes a modernizar la organización y el funcionamiento de los departamentos–, aún el camino es largo para alcanzar lo prometido en la Constitución de 1991. No solo urge una distribución diferente de la riqueza, es vital reevaluar las competencias asignadas a los departamentos para su gobernanza y garantizar que las tareas que les son entregadas a los territorios cuenten con el respaldo presupuestal para su correcta ejecución. Por ello, los gobernadores invitaron al nuevo presidente y su gabinete a la próxima cumbre de gobernadores, en septiembre, la cual tendría como temática la descentralización.