Oportunidades de crecimiento y apoyo a los emprendedores

Los emprendimientos son un motor importante para promover el empleo y el  desarrollo económico y social de Colombia. De las 310.731 empresas que se crearon en Colombia en 2022, el 48,9 por ciento se constituyeron creando al menos un puesto de trabajo, lo que sin duda representa una fuente de bienestar y empleo para la sociedad, así lo señala Julián Domínguez Rivera, presidente de la Red de Cámaras de Comercio (Confecámaras).

Y es que según cifras de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), las micro, pequeñas y medianas empresas generan aproximadamente el 79 por ciento del empleo nacional, aportan el 40 por ciento del PIB e impulsan el mejoramiento de las condiciones sociales para la población.

De acuerdo con el presidente de Confecámaras, las empresas y los emprendimientos también le han apostado a fortalecer su actividad productiva, con acciones en procura

del bienestar de sus trabajadores, de la equidad social y de la protección del medio ambiente.

“Adoptando el modelo de sociedades de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), buscan no solo generar mayor valor económico, sino también generar valor en el entorno en el que realizan sus  actividades. Hoy Colombia cuenta con más de 2.200 empresas BIC, lo que ratifica que los empresarios y emprendedores son un importante pilar de la sociedad”, resalta el directivo.

Por eso, es importante fomentar la innovación, la competitividad y la adaptación a entornos cada vez más digitalizados para potenciar su desarrollo. En esta línea, María Fernanda Quiñones Zapata, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE), destaca que “el e-commerce tiene el potencial de  impulsar el desarrollo económico, generar empleo y apoyar a las pymes para que accedan a mercados más amplios en todo el país y el extranjero”.

Y agrega que: “para fortalecer el ecosistema digital en Colombia y brindar  oportunidades de desarrollo en el agro y la economía popular desde lo digital, es indispensable establecer un marco fiscal equitativo y sostenible para el comercio en línea”.

En beneficio del crecimiento empresarial del país, las Cámaras de Comercio de Colombia desarrollan programas gratuitos y especializados en las cadenas prioritarias de cada región, para el crecimiento de empresarios y emprendedores de todos los tamaños.

“De esta oferta sectorial, el 22,9 por ciento está dirigida al comercio, el 8,41 al turismo, el 6,62 a la industria y el 5,89 al sector agrícola y agroindustrial. Sin embargo, el portafolio de servicio de las Cámaras está disponible para empresas en los diferentes sectores de la economía”, asegura Domínguez, presidente de Confecámaras.

Dichos programas buscan fortalecer las habilidades de los emprendedores para mejorar su productividad, incrementar sus ventas a través de canales digitales, conocer nuevos mercados e innovar en sus productos o servicios.

Además, trabajan en la simplificación de trámites que es un factor esencial para promover el emprendimiento: a través de la Ventanilla Única Empresarial se puede realizar la apertura de empresas en tan solo una hora, para Persona Natural, y en un día para Persona Jurídica SAS.

Por su parte, Quiñones, presidente ejecutiva de la CCCE, resalta el compromiso de la entidad para que cada vez más emprendedores se unan al comercio electrónico. Ejemplo de ello es la plataforma virtual ‘YaEstoyOnline.co’, por medio de la cual las pequeñas y medianas empresas del país fortalecen sus capacidades digitales.

Las ventajas que ofrece la plataforma son: tener una ruta de digitalización; capacitaciones para tener una transformación digital rápida y segura a través de los diferentes modelos de negocio; dinamizar sus ventas a través de las plataformas virtuales; y el directorio de comercios.

Otra de las iniciativas importantes de la CCCE es el desarrollo del ‘Sello de Comercio Electrónico’, cuya pronta implementación estará enfocada en tres grandes módulos: pagos, logística y consumidor.

Con este, se busca “mejorar la confianza de los consumidores en las compras en línea, incentivar el uso del canal digital y fomentar las buenas prácticas comerciales por parte de las empresas del sector e-commerce”, asegura Quiñones.

También cuentan con la plataforma ‘eXporta.online’, que busca ayudar a las empresas colombianas a entender todo lo relacionado con el comercio electrónico transfronterizo, mediante recursos gratuitos.

Según la CCCE, en los próximos años, las actividades laborales estarán fuertemente definidas por profesiones enfocadas en ciencia y tecnología. Por este motivo, es fundamental que los jóvenes tengan conocimientos previos en optimización de procesos de sostenibilidad, Inteligencia Artificial, automatización y programación, de esta manera podrían enfocar sus habilidades para emprender.

Por su parte, Jonathan Lizarazo, gerente comercial de Natura, indica que la compañía está alineada con la necesidad de los emprendedores en implementar nuevas tecnologías. En este sentido, ofrecen capacitación permanente en herramientas digitales a su red de aproximadamente 140 mil consultoras y consultores en el país.

“Colombia es un país de mujeres empresarias”, señala Domínguez. Según cifras del Registro Único Empresarial y Social (Rues), que consolida información de las 57 Cámaras de Comercio del país, el 62,5 por ciento de las empresas de personas naturales creadas durante 2022, que ascienden a 143.466 unidades productivas, son iniciativas lideradas por mujeres.

Esta cifra da cuenta de los esfuerzos de todos los sectores (público y privados) para apoyar el emprendimiento femenino. “Los programas de apoyo de las Cámaras de Comercio dirigidos a fortalecer la actividad empresarial de las mujeres han permitido que estas empresas amplíen sus mercados, mejoren sus habilidades gerenciales y mueven sus cajas registradoras”, asegura el directivo.

Y es que el emprendimiento femenino es una oportunidad para la autonomía financiera y el empoderamiento de las mujeres. Así lo cree Adelaida Saldarriaga, gerente general Avon Colombia, quien agrega que: “La importancia radica en promover empoderamiento para las mujeres en todos los sentidos, no solo en el económico. Esto trae resultados positivos para todas, mejorando su calidad de vida y la de sus familias, influyendo también en el desarrollo como sociedad. Pues hacer un mundo mejor para las mujeres es un mundo mejor para todos”, destaca Saldarriaga.

Más que ejemplarizante es, en el país, el Valle del Cauca. “Estamos dinamizando en la región la consolidación de un epicentro de financiamiento inteligente del país. Ya contamos con Polux, una red de inversionistas vallecaucanos y el primer programa de aceleración para inversionistas, donde el 55 por ciento de sus participantes son mujeres. Adicionalmente, en 2023 realizaremos la cuarta versión de Capital Summit, uno de los escenarios de financiamiento más importantes del país que logró movilizar 377.000 dólares en inversión de capital en su versión del 2022”, dicen desde la Cámara

de Comercio de Cali (CCC). 

Desde allí, se viene haciendo la tarea. “Contamos con un ecosistema dinámico que se fortalece para generar crecimiento empresarial acompañado de sostenibilidad  ambiental e impacto social. En el Valle del Cauca distintos actores venimos trabajando con ese foco y ese esfuerzo porque estamos convenidos de que el emprendimiento de alto impacto es un gran generador de empleo, desarrollo tecnológico, y movilidad social. Los emprendedores que innovan alrededor de retos sociales y ambientales tienen la capacidad de escalar soluciones a los retos estructurales que tenemos en el país, pero no lo pueden hacer solos”, apunta Luis Fernando Pérez, presidente de la CCC.

Es clave generar las condiciones que habiliten el crecimiento de los emprendimientos innovadores de alto impacto, y acompañarlos e impulsarlos para generar más y mejores empleos que aporten a la economía y desarrollo social.

“Importante hacer un llamado con fortaleza para que el emprendimiento de alto potencial esté presente en las conversaciones y acciones del Plan Nacional de Desarrollo y las reformas que actualmente cursan en el Congreso de la República”, complementa Pérez.

Así pues, la innovación es una de las palancas movilizadoras para la escalabilidad más importantes, por ello se destaca la necesidad de continuar elevando la capacidad de innovación que permita resolver algunos de los desafíos estructurales de la nación. Esta capacidad es esencial para que la población colombiana pueda responder ante las exigencias de la nueva economía global y el potenciamiento del talento de los jóvenes, mujeres, comunidades e instituciones claves, como lo son las universidades.

“Esta tarea no es solo labor del sector privado, también de los diferentes actores que componen nuestro ecosistema empresarial. Las comunidades de emprendedores, las entidades de apoyo, inversionistas, academia, corporaciones y Gobierno debemos converger para escalar programas que a la fecha responden a las necesidades de nuestros emprendedores y que nos han permitido llevar conocimiento a diferentes regiones del país”, concluye el directivo.

VALENTINA HERRERA GONZÁLEZ

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