El potencial de Cali es indiscutible. Solo basta con mirar eventos como la Feria de Cali, el Petronio Álvarez y la Temporada de Festivales, los cuales generan anualmente alrededor de $500.000 millones y cerca de 15.000 empleos. Y ni hablar del potencial del resto de la región, la cual se destaca en producción musical, tecnológica y artística. De hecho, estas últimas han sido parte fundamental de la historia de Cali, siendo temas bases de la economía naranja.
De acuerdo con Angélica Mayolo, secretaria de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Cali, el arte data de la década de los 30, cuando se realizaron las primeras películas del país y, posteriormente, se abrieron espacios para la formación y exhibición alrededor del cine, las artes visuales, la danza, el teatro, el editorial, entre otras.
“En relación con la tecnología, la ciudad fue pionera en creación de ‘software’, y sigue siendo líder del desarrollo tecnológico, gracias a empresas y organizaciones que han logrado aprovechar la experiencia, la ubicación geográfica y el estar a la vanguardia mundial”, comenta Mayolo.
No se puede olvidar que la inversión es una pieza relevante cuando se trata de impulsar esta economía. “En Cali, invertimos más de 84.000 millones de pesos en cultura, tecnología y turismo, ejes de la economía naranja, tema prioritario para la visión de progreso social que tenemos”, dijo el alcalde Maurice Armitage.
Otra muestra de la importancia de la economía naranja en el Valle, de acuerdo con información de Confecámaras, tiene que ver con el aumento del 7,1 por ciento, en el 2018, del número de empresas creativas registradas ante las Cámaras de Comercio del Departamento, UN VALLE CREATIVO las cuales llegan a una cifra de 13.195 ventas por más de $5.397 millones.
Expertos reconocen que el departamento del Valle del Cauca lleva años sembrando el camino para ser reconocido como un territorio ideal para el desarrollo de las industrias culturales, y con ellas la consolidación de la economía naranja. Desde INNpulsa, entidad que promueve la innovación, el emprendimiento y el desarrollo empresarial, cuentan que existen varios retos en aras de fortalecer la riqueza creativa.
“En primer lugar, es fundamental que el consumo de bienes culturales sea promovido e incentivado. Por otra parte, es clave diseñar estrategias que permitan difundir las actuales políticas culturales, de tal forma que se facilite el a la oferta de programas de los distintos actores. Así como dar visibilidad a los logros y resultados en materia de creatividad, por concepto del talento regional al estimular una mejor articulación de los actores”, aseguran voceros de INNpulsa.
Asimismo, la entidad considera que la internacionalización de los emprendimientos y su exportación a mercados culturales deben ser incentivadas. Y es que, en términos de exportaciones, el Valle ocupa el tercer puesto, después de Medellín y Bogotá, con más de $74 millones de dólares, por concepto de bienes de la economía creativa enviados al exterior en el 2017.
Por su parte, la secretaria de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Cali, manifiesta que “uno de los retos más importante es autoreconocer la riqueza con que cuenta la ciudad cuando hablamos de esta economía y comprender la suma de estas cuatro connotaciones: la riqueza artística, las culturas, la creatividad y la tecnología, que pueden brindar alternativas de desarrollo al margen de los avances de las ciudades más visionarias en el mundo, considerando el conocimiento como el mejor motor de desarrollo para lograr una ciudad con crecimiento económico, bienestar social y ambiental”.