El cáncer de mama se constituye como un desafío de salud pública crucial para el país. Según cifras de la Cuenta de Alto Costo, es el tipo de cáncer más prevalente entre las mujeres y el más frecuente entre los 11 tipos de cáncer priorizados en el país (1). Además, entre 2013 y 2022, se evidenció un aumento de 2,9 puntos en la tasa de mortalidad por esta enfermedad (2). El retraso en el diagnóstico en estadios tempranos limita severamente la efectividad del abordaje terapéutico con intención curativa. Ante esta situación, el desafío del sistema de salud es elevar el sentido de urgencia en los diagnósticos oportunos para que se logre la meta de alcanzar el 80% de detección temprana (3).
Detección temprana, un paso vital para disminuir la reaparición
Tratar a tiempo el cáncer de mama es fundamental no solo para potencialmente curar la enfermedad, sino también para reducir el riesgo de progresión y reaparición que puede impactar gravemente la calidad de vida de las mujeres. Aproximadamente 1 de cada 3 pacientes en estadio II y 1 de cada 2 en estadio III, pueden experimentar recaídas de la enfermedad (4), de ahí la necesidad de contar con un diagnóstico temprano que permita ofrecer opciones terapéuticas efectivas, que contribuyen significativamente no solo al bienestar de los pacientes sino también la reducción de los costos de tratamiento hasta 16 veces (5).
En Colombia, las metas de detección se encuentran en un rango medio de cumplimiento. En 2023 se reportaron 32.9 casos nuevos por cada 100.000 mujeres y una mortalidad de 15.16 por cada 100.000 habitantes (1). De estos casos, hasta el 70% de las pacientes fueron diagnosticadas en estadios II y III. Sin lugar a duda, la detección persiste como uno de los principales retos en el control del cáncer de mama para el país (8).
“Cuando se diagnostica en estadios I, II y III, la enfermedad está localizada y existen opciones terapéuticas con intención curativa. Si bien cada caso es particular, por lo general, el curso de tratamiento incluye la resección quirúrgica del tumor. Sin embargo, aun cuando se ha retirado la masa, el riesgo de que la enfermedad reaparezca, existe. Por eso, después de la cirugía, puede suministrarse un tratamiento adyuvante o complementario para combatir la posibilidad de recurrencia. Hoy en día, existen grupos terapéuticos, que han mostrado buenos resultados para conseguir disminuir el riesgo de que la enfermedad reaparezca. En el contexto local, es clave articular más acciones de todos los actores en el sistema de salud para que las pacientes puedan disponer de este tipo de terapias”, explicó Diana Díaz, directora médica de Novartis Colombia.
a mamografías, una deuda para la detección temprana
De acuerdo con las recomendaciones de las guías de práctica clínica, una de las medidas más eficaces para buscar signos tempranos de cáncer es el examen clínico anual a partir de los 40 años en mujeres sin síntomas y la mamografía cada 2 años en mujeres entre los 50 a 69 años (6). No obstante, mujeres de cualquier edad con algún cambio o síntoma en los senos deben consultar inmediatamente al centro de atención más cercano (7).
Los resultados de décadas de investigación muestran que las mujeres que se hacen el examen de rutina tienen más probabilidades de encontrar algún tumor en etapa inicial, disminuyendo las posibilidades de necesitar tratamientos agresivos (7). Aun así, parte de la problemática en la detección temprana se encuentra en la disponibilidad de los servicios de mamografía. A nivel nacional, se observó una tasa de prestación promedio de solo 5.4 por cada 10,000 mujeres entre 50 y 69 años. Además, se evidenció que el 23% de las mujeres en este rango de edad deben salir de su ciudad de residencia para acceder a una mamografía (8). Esta distribución desigual de los servicios a lo largo del territorio tiene un impacto significativo que es clave considerar cuando se trata del diagnóstico oportuno y del inicio del tratamiento.
“El cáncer de mama es un problema de salud pública serio que necesita atención inmediata, de allí la importancia de encontrar soluciones para mejorar la detección y el a tratamientos de manera oportuna. Para lograr estas dos variables, es necesario disminuir las inequidades en salud, mejorar la ruta de atención y optimizar el para el diagnóstico de patologías con gran impacto en la población, especialmente en regiones alejadas y con alta inequidad. Sumado a esto, no se trata solo de hallar a las pacientes y potenciales pacientes tempranamente, también hay que educarlas, acompañarlas y tratarlas con terapias altamente efectivas que les generen mejores desenlaces y eviten que la enfermedad reaparezca en el tiempo” concluyó, Díaz.
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Referencias
5. Gamboa, Óscar, Buitrago, Lina Angélica, Lozano, Teófilo, Dieleman, Sabrina, Gamboa, Carlos, León Guzmán, Érika, Gil, Milena, & Fuentes, Juan. (2016). Costos directos de la atención del cáncer de mama en Colombia.
https://www.revistacancercol.org/index.php/cancer/article/view/2498. Velasco, S., Bernal, O., Salazar, A., Romero, J., Moreno, Á., & Díaz, X. (2014). Disponibilidad de servicios de mamografía en Colombia. Revista Colombiana de Cancerología, 18(3), 101-108.
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-colombiana-cancerologia-361-articulo-disponibilidad-servicios-mamografia-colombia-S0123901514000286