‘La prevención de los delitos sexuales es asunto de todos’

Bogotá actualmente cuenta con más de 800.00 estudiantes de colegios públicos y cerca de 500.000 estudiantes de colegios privados. Así mismo, hay cerca de 36.000 docentes.

Precisamente, los colegios se han convertido en los principales espacios de denuncia de las niñas, niños y jóvenes sobre casos de violencia sexual. Si bien la mayoría de los abusos ocurren en el hogar, los estudiantes y padres prefieren hablarlo en los colegios.

De hecho, casi un tercio de las denuncias se conocen a través de estas instituciones.

En el marco del gran Foro nacional: ‘¡Pilas ahí! Por la prevención de la violencia sexual’, que tuvo lugar esta semana en la Universidad de los Andes, las istas estuvieron de acuerdo al afirmar que los colegios juegan un papel determinante en la prevención de este delito, pero que es una tarea que le compete a todos.

Este evento, en el que participaron más de 500 personas de manera presencial, fue liderado por la Secretaría de Educación, en alianza con El Tiempo y la Universidad de los Andes.

El primer fue moderado por Jineth Bedoya, editora de género de El Tiempo, quien aseguró que es fundamental transformar los lenguajes que se han naturalizado y no normalizar la violencia sexual. “Es nuestro derecho levantar la voz, denunciar y buscar ayuda”, recalcó Bedoya.

Durante este primer , la secretaría de Educación de Bogotá, Edna Bonilla, dio a conocer las estrategias que vienen adelantando para prevenir este flagelo.

Por ejemplo, para dar respuesta a los reportes que se generan desde los colegios, se creó el sistema de alertas, el cual, hasta el 31 de diciembre de 2022, contaba con 65.651 reportes de presunta vulneración de los derechos de niñas, niños y jóvenes dentro y fuera de los colegios públicos y privados. De estos, 6.877 correspondieron a reportes de violencia sexual.

En ese sentido, los colegios generan el reporte en el sistema de alertas y desde allí se evalúa la complejidad y se decide cuál caso se acompaña con atención psicosocial individual y familiar, y se enlaza el caso con el sector salud, el ICBF y la Fiscalía.

Otras de las estrategias es la atención oportuna de los casos de violencia, agilizar los tiempos procesales, 200 nuevos orientadores para acompañar a las familias, charlas dirigidas a docentes y rectores sobre el cuidado de los jóvenes y niños, y la campaña ¡Pilas ahí!, que inspiró este foro nacional, que busca concientizar a menores entre los 9 y 17 años sobre las conductas de violencia sexual y las rutas de atención y acompañamiento, como la Línea 123 y el área de Orientación de cada colegio público y privado.

1. Confianza. Las istas estuvieron de acuerdo al afirmar que generar confianza en los menores es vital para que cuenten las situaciones que los afectan y posibles hechos de violencia.

2. Escuchar. Cuando una víctima decide hablar es un paso importante que marca su vida, las expertas recomiendan escuchar sin juzgar y creer lo que dicen.

3. Denunciar. Una vez la víctima habla es importante hacer la denuncia en las rutas de atención para evitar que vuelva a suceder y judicializar al agresor.

4. Atención. Los menores deben recibir atención psicológica y orientación para reintegrarse a su proyecto de vida.

La secretaria Edna Bonilla reveló que de los 65.651 casos de violencia registrados en el sistema de alertas, 6.877 fueron por violencia sexual contra menores.

"Son 6.877 niñas y niños que sufren y les truncan su proyecto de vida", dijo. Añade que detrás de cada cifra, hay un rostro, una vida, una historia y un drama.

Así mismo, explicó que el número de denuncias en Bogotá ha aumentado. “Este año han aumentado un 22 por ciento las denuncias, tenemos la convicción de que hay que actuar ya”.

La ministra recalcó que es responsabilidad de las instituciones educativas ser entornos protectores, por lo que en estos espacios deben “recibir sus denuncias y tramitarlas”.

Según Vergara, hay un subregistro de los casos de violencia sexual contra menores de edad en el país, pues “en los últimos dos años solo se han registrado un poco mas de 1.200 casos, pero sabemos que hay muchos más casos a nivel nacional”.

Además, hizo un llamado para que las víctimas entiendan que “nunca es su culpa”, y agregó: “Cuando se experimenta cualquier tipo de violencia basada en género es usual que la víctima sienta que algo hizo mal, pero toda la responsabilidad recae en los agresores”.

Como invitada internacional, desde México, Laura Ramírez aseguró que “los datos esconden las caras, pero nos permiten tomar decisiones”.

Según Ramírez, en México el 49 por ciento de las mujeres han sufrido en algún momento de su vida acoso sexual. Por lo que destacó el papel de la educación en la prevención de la violencia sexual.

“Defendemos la escuela como ente socializador, porque va mucho más allá de los aprendizajes técnicos, allí también se aprende a ser ciudadanos”, dijo.

Para la orientadora, la prevención no solo le compete a los colegios, sino a todos los actores.

"La información es abierta y pública, con un alto contenido sexual y erótico, sobre todo la música que tiene una alta influencia en los menores".

Además, resalta que los niños han sido tratados como adultos con respecto a los mensajes que se les dan y pide más apoyo, pues dice que son muchos los casos y pocos los orientadores.

Piñeros considera que los padres deben promover siempre que las niñas y niños puedan contar cuando se sientan tristes, preocupados, o confundidos.

"Que entiendan que acá estoy yo y convertirnos en adultos de confianza”, resalta Piñeros y agrega que es importante creerles y no minimizar lo que cuentan.

Además, asegura que las niñas y niños crecen en ambientes sexualizados y es importante que aprendan a identificar las violencias.

Según Luisa Obando, en lo corrido del 2023 en Colombia la Fiscalía ha recibido 6.177 denuncias, de las cuales se han esclarecido 3.249.

“Llevamos un 52,6 por ciento de esclarecimiento en este año, y en el 2020 esa cifra era del 6 por ciento”, reveló.

Ello demuestra que en la Fiscalía entendieron que para generar confianza en las víctimas para que denuncien lo deben hacer con resultados. También están llegando a la comunidad con sedes móviles o con puntos de atención con toda la oferta interinstitucional para que no se tengan que trasladarse de un lado a otro.

Teniendo en cuenta que son hasta 28 síntomas de salud mental y física que experimentan a largo plazo las víctimas de violencia sexual, que van desde obesidad hasta suicidio, Jaramillo hace una invitación para disminuir el estrés postraumático.

"Esa primera respuesta que recibe la víctima cuando decide contarlo es fundamental en como lo sobreviven después", asegura y añade:  "yo te escucho, no te juzgo, ni te cuestiono y te creo. Eso hace toda la diferencia".