Fondo multidonante: un grito al mundo para salvar el Chocó biogeográfico

Con el nombre de Fondo Multidonante para el Chocó Biogeográfico, en la noche de ayer de oficializó el nacimiento de una estrategia que marcará un antes y un después en el desarrollo comunitario y en la protección de la biodiversidad de la región pacífica tropical –entre Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador– conocida como el Chocó biogeográfico. 

Se trata de un instrumento financiero y de apoyo técnico, cuya iniciativa se originó en cabeza de la vicepresidenta de Colombia Francia Elena Márquez, fue socializada con los gobiernos de Costa Rica y Panamá, y llegó a oídos de CAF -banco de desarrollo de América Latina y del Caribe-, para decirle “sí” y comprometer todos los esfuerzos en darle una mayor visibilidad a esta región, que es poseedora de la mayor cantidad de especies vivas por hectárea.

Paradójicamente, ha sido el territorio menos impactado por el progreso y sus pobladores, en gran mayoría afrodescendientes, los más vulnerables al no ver suplidas sus necesidades básicas, lo que los ha clasificado, tristemente, como la comunidad más pobre de la región.

 “El mundo tiene una deuda gigantesca con esta población. Es tiempo de pasar de las palabras al actuar para devolverles, ante todo, su dignidad. Solas, sin ayuda de nadie, estás comunidades han luchado por preservar sus territorios y sus ecosistemas. Pero para hacerlo han tenido que sufrir mucho o incluso perder a sus seres queridos por causa de las economías ilegales y la migración que se han anclado allí, trayendo con ello violencia, inequidad y desigualdad”, dijo la vicepresidenta durante su intervención en el acto de lanzamiento del fondo, que se llevó a cabo en el pabellón de CAF ubicado en la zona azul de la COP16.Al evento también asistió el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo, quien se dirigió a los asistentes recalcando que para “poder proteger los ecosistemas de esa subregión es indispensable proteger a sus comunidades y brindarles todas las garantías para su progreso y mejoramiento de la calidad de vida, porque esa es la zona más biodiversa y biocultural de la región”.

Como representantes de los gobiernos firmantes acudieron, el canciller de Costa Rica, Arnoldo André, y el representante del Ministerio de Ambiente de Panamá, Juan Carlos Monterrey, quienes expresaron su regocijo por la firma de este pacto entre naciones que albergan buena parte de la flora y fauna del Chocó biogeográfico. Seguidamente reafirmaron el compromiso de su gobiernos porque los proyectos e iniciativas provenientes de las comunidades asentadas en sus territorios y tendientes a devolver la salud a los ecosistemas se materialicen rápida y eficientemente. 

Igualmente, la gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdoba, invitada especial al acto protocolario, manifestó su alegría por ver “materializado un sueño de muchos años. Esto, finalmente, será una reivindicación, no solo para nuestras comunidades, sino también para la humanidad entera”, recalcó.

Al cierre del evento, Sergio Díaz-Granado, presidente de CAF, pronunció unas palabras muy sentidas por el público: “Con la creación del fondo hoy cerramos un ciclo perfecto. CAF adquiere una nueva dimensión en su compromiso con el desarrollo sostenible de las comunidades y los ecosistemas más vulnerables de la región. Nuestro compromiso es elevar la voz de la región ante el mundo, pero también debemos crear una red de trabajo que nos permita llegar rápidamente al terreno”. Finalmente, la vicepresidenta Márquez compartió enérgicamente su deseo de que “este fondo se llene de recursos y que sigamos trabajando arduamente por el Chocó biogeográfico hasta que la dignidad se haga costumbre en sus pueblos”.

Y las buenas noticias no se quedaron ahí. Bogotá, Cali, Cartagena, Leticia, Quibdó y Santa Marta se sumaron a la Red de Biodiverciudades de CAF, la plataforma que promueve la integración de la naturaleza en espacios urbanos a través de nuevas políticas públicas. Con estas adhesiones, la red suma 180 ciudades que se distinguen por hacer de la restauración de sus ecosistemas, la lucha contra el cambio climático y el desarrollo sostenible compromisos prioritarios. 

¿Qué significa esta vinculación? Que estas urbes continuarán trabajando en alianza con CAF para avanzar hacia la consolidación de un modelo de gestión urbana en armonía con la naturaleza, a través de la identificación, estructuración y financiamiento de intervenciones urbanas de calidad y alto impacto, que procuren espacios respetuosos con el medioambiente e integrados con la biodiversidad local

Considerando que Colombia se encuentra en la privilegiada lista de los seis países megadiversos del planeta, este viene haciendo esfuerzos importantes para la protección y recuperación de la biodiversidad, a través de mecanismos como la Nueva Agenda Urbana, el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal y la base “Colombia potencia ambiental” de la “Visión Colombia 2050”, entre otros. “Cuando arrancó la red de biodiverciudades en 2021, pensamos en las ciudades y en los jóvenes, que son los motores de crecimiento”, dijo Díaz-Granados durante su anuncio en el evento protocolario, a la vez que explicó la evolución del proyecto, que cuenta con aliados globales como el Instituto Humboldt y Scholas Ocurrentes, para crear una nueva relación con la naturaleza y lograr ciudades más verdes, justas y prósperas.“Un río lo vemos siempre contaminado, pero no siempre vemos contaminado a un joven y a ellos también les duele y se están secando”, expresó José María del Corral, presidente mundial de Scholas Ocurrentes.

CAF impulsa desde 2021 la Red de Biodiverciudades de América Latina y el Caribe como una forma de integrar en un mismo espacio dos de sus grandes compromisos ante los países accionistas: ser el banco verde y el de los subnacionales. Estos dos caminos significan, necesariamente, replantear el vínculo con la naturaleza a través de una mirada más integral de los territorios, que tenga como pilares centrales la preservación, conservación y uso sostenible de la biodiversidad. Y son los gobiernos locales que han decidido dar un paso al frente y avanzar hacia un modelo de gestión urbana en armonía con la naturaleza a través de la identificación, estructuración y financiamiento de intervenciones urbanas de calidad y alto impacto.