Escuela Colombiana de Ingeniería: compromiso histórico con la calidad educativa

La Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito recibió recientemente un nuevo reconocimiento a su trayectoria educativa: la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad otorgada por el Ministerio de Educación Nacional por un periodo de ocho años (2025-2033).

Este reconocimiento, que extiende los seis años de la acreditación previamente obtenida, mantiene a la institución entre un selecto grupo de universidades colombianas que cuentan con este sello de calidad, lo cual refleja un compromiso sostenido con la excelencia educativa.

La reacreditación de alta calidad de la Escuela es fruto de un largo proceso de evaluación interna y externa en el que participaron profesores, estudiantes, personal istrativo, graduados y empresarios.

Durante este proceso, la institución consolidó de manera significativa su infraestructura física y tecnológica, modernizando laboratorios especializados en estructuras, medioambiente y tecnologías innovadoras, lo cual permitió fortalecer las condiciones para la enseñanza y la investigación.

Para la rectora, Myriam Astrid Angarita Gómez, la acreditación institucional implica mucho más que cumplir con un requisito: “Representa un reconocimiento a la excelencia académica y una validación pública del esfuerzo institucional. Formamos parte del 5,2 % de universidades acreditadas por ocho años entre 305 instituciones de educación superior. No buscamos demostrar mínimos, sino que nos retamos permanentemente para alcanzar los máximos estándares de calidad educativa”.

En este mismo sentido, Héctor Alfonso Rodríguez Díaz, exrector y líder institucional durante gran parte del proceso previo a la reacreditación, destacó especialmente la capacidad de adaptación de la institución ante situaciones complejas, como ocurrió durante la pandemia, cuando la resiliencia de la comunidad educativa quedó plenamente demostrada:

“Tuvimos que pasar de un día para otro de una educación completamente presencial a una modalidad enteramente virtual, lo que implicó llevar laboratorios y recursos tecnológicos a la casa de cada estudiante. Esa adaptación rápida y efectiva demostró el compromiso excepcional del equipo humano que conforma la Escuela”, precisa Rodríguez.

La búsqueda de la alta calidad no es algo reciente en la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito. Gonzalo Jiménez Escobar, miembro fundador y primer rector de la institución recuerda que, desde sus comienzos, hace más de 50 años, se tuvo claro que la calidad no era negociable.

De acuerdo con el fundador, “la Escuela nació con una declaración de principios orientada hacia la excelencia educativa. Esa coherencia ha guiado nuestro crecimiento. El impacto real de la institución siempre se ha medido por sus graduados, quienes aportan significativamente dentro y fuera del país”.

Esta visión la refuerza Javier Botero Álvarez, ingeniero graduado de la Escuela, exrector y actual presidente del Consejo Directivo, quien enfatiza que más allá de las instalaciones físicas o los procesos internos, lo que distingue a la institución es la calidad integral de los profesionales que entrega al país:

“La Escuela ha sido un referente nacional en ingeniería desde su fundación; se ha destacado no sólo por su calidad académica, sino por el aporte tangible y real de sus graduados. La acreditación reconoce justamente eso: la formación integral y pertinente de los profesionales que egresan de esta institución”, asevera.

La renovación por ocho años del sello de calidad llega en un momento clave en el que la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería ha dado pasos importantes hacia la transformación educativa. Actualmente, ofrece 15 programas de pregrado en ingeniería, istración de empresas, matemáticas y economía; 17 especializaciones, 11 maestrías y un doctorado, y más de 100 cursos de educación continuada. De esta forma, la Escuela responde con flexibilidad e innovación a los retos educativos actuales.

Este año, para satisfacer las necesidades de formación profesional, se abrieron tres nuevos programas de pregrado: Ingeniería en Biotecnología, Ingeniería de Inteligencia Artificial e Ingeniería de Ciberseguridad.

Según la rectora, Myriam Astrid Angarita Gómez, esta diversificación ha sido fundamental para adaptarse a las nuevas realidades: “Hoy más que nunca es vital entender y anticiparnos a las necesidades reales de la sociedad, los estudiantes y el entorno internacional. Por eso ajustamos nuestros programas de pregrado de diez a ocho semestres, para alinear nuestra formación a lo que el mercado laboral requiere”.

El éxito institucional no se sostiene únicamente en procesos istrativos o en infraestructura física, sino especialmente en el talento humano. En este sentido, la Escuela ha fortalecido también la calidad de su cuerpo docente, impulsando su formación continua, el desarrollo profesional y la incorporación de métodos innovadores para la enseñanza.

Directivos y académicos de la Escuela coinciden en que la clave definitiva del éxito de la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito es su gente: profesores comprometidos, estudiantes motivados y istrativos eficientes; todos conforman un gran equipo que impulsa constantemente la calidad educativa.

Este compromiso con las personas también se traduce en una formación integral que supera las barreras académicas y sociales, garantizando inclusión y equidad educativa.

De ahí que en los últimos años la Escuela haya reforzado significativamente sus programas de bienestar universitario, generando iniciativas para reducir la deserción estudiantil y brindando acompañamiento académico, psicológico y social a sus estudiantes.

Como lo menciona la rectora, “tenemos estudiantes provenientes de todas las condiciones socioeconómicas y académicas imaginables. Nuestra gran satisfacción es llevarlos desde condiciones iniciales a veces difíciles hasta resultados académicos excelentes”.

Este logro no es una meta, sino un compromiso renovado con el futuro. Javier Botero Álvarez señala que el desafío ahora está en mantener los altos estándares y reforzar el aseguramiento interno de calidad con mayor énfasis en resultados tangibles. Para él, el reconocimiento que obtuvo la institución es un voto de confianza, pero también representa un desafío constante.

“Nuestro enfoque siempre debe estar en los resultados reales y en la capacidad de nuestros graduados para resolver problemas complejos del país y el mundo”, agrega.

En concordancia, Gonzalo Jiménez Escobar, fundador y profesor emérito, insiste en que el camino por seguir es el mismo que ha trazado la institución durante más de cinco décadas: la mejora continua. “Cada miembro de esta comunidad debe asumir personalmente el compromiso con la mejora permanente. Esa cultura de la calidad nos llevó hasta aquí, y es lo que nos permitirá continuar siendo líderes en educación”.

Así, la Universidad Escuela Colombiana de Ingeniería Julio Garavito confirma con la renovación de la acreditación de alta calidad institucional que su posición privilegiada a escala nacional e internacional es consecuencia directa de una tradición educativa arraigada en la calidad, el rigor académico y, sobre todo, en un proyecto humano que trasciende generaciones.

El futuro exige adaptación constante y visión estratégica y, en palabras de la rectora, la Escuela siempre está mirando hacia adelante:

“Nuestro desafío ahora es consolidarnos como un centro líder en innovación tecnológica, abierto al futuro, a la investigación y a la formación integral. Este es nuestro compromiso con la sociedad y con el país: formar profesionales capaces de transformar positivamente su entorno”.

La reacreditación de alta calidad institucional para la Escuela Colombiana de Ingeniería no es solo un punto de llegada, es un llamado a seguir creciendo, innovando y trabajando cada día para mantener ese sello que la institución lleva orgullosamente desde sus orígenes: una educación de alta calidad al servicio de Colombia.