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El agro duplica ganancias con la Agencia de comercialización
Buscan fortalecer las unidades productivas, fomentar la asociatividad y facilitar el transporte.
La Agencia facilita el transporte de los productos, ya sea brindándoles camiones o recogiendo la cosecha. Foto: Archivo Particular
Hasta en un 60 por ciento han incrementado sus ganancias 50.000 familias campesinas de Cundinamarca, luego de un año de la implementación de la Agencia de Comercialización e Innovación para el Desarrollo de Cundinamarca.
Eder Rodríguez, uno de los campesinos beneficiados en el municipio de Villeta, Cundinamarca, y quien desde hace 25 años se dedica a la cosecha de la a, asegura estar muy feliz y motivado con el proceso.
Hace seis meses decidió vincularse a la Agencia de Comercialización con el objetivo de mejorar sus ingresos con las ventas de su cosecha.
Además, comenta que ha recibido auxilios económicos, a través de la tarjeta agropecuaria, la cual los productores cambian en el almacén de insumos más cercanos para comprar insumos agrícolas. Estas tarjetas son cargadas periódicamente con 250.000 pesos.
“Antes vendía la a al intermediario, pero ellos son muy aprovechados. La compran al precio que ellos quieren y la venden a los almacenes a un precio mucho mayor. Por ejemplo, le pagan a uno a 200.000 pesos y la venden en 350.000 pesos”, explicó Rodríguez.
Ahora, el panorama es distinto. La Agencia les compra directamente la cosecha a los campesinos, a las asociaciones y a los pequeños productores a un mejor precio o los conecta con los mercados en búsqueda de que sean ellos, en un futuro cercano, los que realicen las alianzas comerciales y no dependan de la Agencia para las ventas.
De esta forma, la Agencia está acabando o disminuyendo, dependiendo del producto, el número de intermediarios que antes había para que los productos lleguen a los puntos de venta: plazas de mercado, grandes y medianas superficies, tiendas de barrio, agroindustria, hoteles, restaurantes, mercados campesinos, ecommerce y tienda Kuna Mya, entre otros.
Según explicó el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García Bustos, algunos productos tenían que pasar hasta por 6 ó 7 intermediarios antes de llegar al consumidor final, lo que genera una inequidad en el ingreso económico de los campesinos.
Esta fue una de las razones que lo motivó a crear la Agencia de Comercialización de Cundinamarca, la cual busca acercar a los pequeños productores con los consumidores finales para mejorar la productividad, competitividad y rentabilidad del sector agrícola.
Es decir, a través de la Agencia, los campesinos, asociaciones campesinas y pequeños productores están llegando directamente a los mercados y obtienen un pago mayor y justo por sus productos.
Juan Beltrán, gerente comercial de la Asociación Agropujanza del Guavio, del municipio de Ubalá- Cundinamarca, resaltó que actualmente están sacando semanalmente “entre 8, 7 toneladas de alimentos desde el municipio al punto de acopio que tenemos en la ciudad de Bogotá, y se están beneficiando 47 familias”.
Más de 40.000 campesinos y 300 organizaciones productivas se han beneficiado. Foto:Archivo Particular
Esto, gracias a dos camiones que también les otorgó la Agencia para facilitar el transporte de los productos, ya que ese era otro de los inconvenientes que tenían los campesinos al no tener los medios para transportarlos. Ya sea con la entrega de camiones o recogiéndoles los productos, los campesinos evitan el costo del transporte.
De esta forma, la Agencia ha logrado que más de 40.000 campesinos y 300 organizaciones productivas se vean beneficiadas con asistencia técnica, insumos, transporte, gestión comercial y encadenamientos productivos, entre otros.
Para Jairo Sánchez, representante de la Asociación Aproafa, una de las grandes oportunidades que ha visto es que ya están produciendo con miras a exportar el aguacate hass. “Nos van a prestar una asistencia técnica para ayudarnos y poder certificar a las fincas para que el producto sea apto para exportar, sobre todo en los meses de gran producción que son mayo - junio y a final de año”, explicó Sánchez.
Mercados campesinos
Otro logro es el de la creación de espacios que sirven como vitrina para darse a conocer. Ese es el caso de los mercados campesinos ubicados en diferentes puntos de la capital donde hay gran afluencia de personas. Así les permiten a los campesinos y pequeños productores vender directamente sus productos en ciertas jornadas establecidas.
Y fue en estos mercados campesinos donde Felipe Castro, quien junto a su hermano Germán Castro tiene una microempresa de productos lácteos, logró darse a conocer.
Hace más de un año comenzaron a participar en las diferentes jornadas de mercados campesinos que organiza la Agencia para vender los yogures que producen.
“Los mercados son muy interesantes. No solo el espacio, sino toda la logística que hacen para que los productores puedan vender directamente al cliente final y sin tercerizar” comentó Castro y agregó: “De esa manera, la ganancia era más atractiva y, sobre todo, al cliente final le quedaban unos precios favorables, por lo que es un gana - gana”.
Precisamente, una de esas jornadas les sirvió como vitrina para darse a conocer con un importante cliente. Mientras vendían sus yogures “conocimos gente que resultó muy interesada en los productos y ahora ya estamos vendiendo en grandes supermercados de cadena”, resaltó Castro.
Ello les ha traído muchos beneficios, aumentaron la producción y están enfocados en un nuevo modelo de negocio. Tanto así que pasaron de ser solo él y su hermano a contratar 6 trabajadores más para cumplir con la demanda.
Se han entregado 40.000 tarjetas para la cofinanciación de la compra de insumos agrícolas. Foto:Archivo Particular
Se trata de la 'Lechería la vaca sagrada’, que, como su nombre lo indica, “las vacas son sagradas para nosotros y así las tratamos. Somos los primeros interesados en que nuestros animales estén debidamente alimentados y mantenidos, que estén sanos física y emocionalmente y que tengan libre pastoreo”, aclara Castro y añade que, por eso, sus productos lácteos son más naturales, no tienen químicos y son bajos en azúcar.
Y ese es otro de los objetivos principales de la Agencia, poder acercar a pequeños productores con grandes compradores para que ellos vayan mejorando sus productos y luego no necesiten a la Agencia.
“Que queden como clientes directos y no dependan de nosotros sino que sea un escenario en el que vayan llegando y evolucionando”, enfatizó Nicolás García, gobernador de Cundinamarca.
De esta forma, pueden recibir cada vez más a pequeños productores y organizaciones campesinas. “También nos hemos convertido en el comprador directo para los Planes de Alimentación Escolar (PAE) del Distrito, ya que Bogotá ha sido un aliado muy importante”, agregó García.
Logros y propósitos
Luego de un año de funcionamiento, la Agencia entra en su segunda fase, con una inversión de más de 20.000 millones de pesos para el programa Compramos Tu Cosecha, estrategia pionera en Colombia para la compra de cosechas, directamente a campesinos, pagándoles a precios justos y de contado con el fin de transformarlos y/o venderlos.
Entre los logros se destaca que a través de la Red de Progreso Agropecuario se entregaron 40.000 tarjetas para la compra de insumos agrícolas. Más de 5.000 positivos en gestión logística y comercial y la cofinanciación de 26 alianzas productivas con el Ministerio de Agricultura.
Se destinaron más de 150.000 millones de pesos para la construcción de plazas de mercado y centros de acopio, y más de 200 millones de pesos para ahorros en fletes de pequeños productores.
También se mejoraron las unidades agroindustriales, y se apoyó a las plantas de beneficio animal para el cumplimiento de los requisitos sanitarios, entre otros.
En la Agencia destacan que entre los pilares está fomentar la asociatividad para que los campesinos sean más competitivos, mejoren su calidad de vida, la forma de sembrar y sus productos sean cada vez de mejor calidad. De esta forma, les pueden dejar un mercado andando en el que puedan tener un mayor ingreso.
'Agencia será replicada en el país'
Nicolás García, gobernador de Cundinamarca. Foto:Archivo Particular
Tres preguntas a: Nicolás García, gobernador de Cundinamarca
La Agencia de Comercialización es su prioridad, ¿qué lo motivó a crearla y cuál sería ese sueño cumplido?
Soy hijo de campesino y siempre he podido estar en este sector agrícola. Y por supuesto que estando ahí no he sido ajeno de la realidad. Y lo que ocurre es que una persona es la que cultiva, la que está pendiente durante meses, pero esa misma persona no es la que recibe el pago justo por su trabajo. Normalmente esa plata se la llevan los intermediarios, en algunos productos son hasta 6 o 7 antes de llegar al consumidor final.
Eso siempre me ha parecido una inequidad porque la verdadera paz territorial está en generar mayores ingresos particularmente en la ruralidad. El 96 por ciento del territorio de Cundinamarca es rural, por eso siempre quise generar un proyecto para eliminar o disminuir los intermediarios y enfocarnos en el campesino y en el pequeño productor para que puedan tener un mayor ingreso.
¿Cuántos campesinos se benefician y a través de qué estrategias?
Hemos beneficiado directamente a más de 50.000 familias a través de: entrega de tarjetas válidas para cambiarlas por insumos agrícolas, por concentrado o por fletes para poder llevar sus productos a otros mercados. Hemos entregado tractores a las asociaciones para motivar esa asociatividad, estamos generando cursos de cultura tributaria y mejoras en los productos para que puedan acceder a mercados donde tienen un mayor ingreso. Además, facilitamos el transporte de muchos productos, como en esta época invernal para que puedan sacarlos, no se pierdan y lleguen a la comercialización directa.
¿Cómo replicar esta Agencia en el país, ha visto interés del actual Gobierno en hacerlo?
El Gobierno Nacional ha manifestado su interés, no solo de replicarla sino de utilizarla para llegar a otros departamentos. De hecho, ya se decidió en la Región de istración de Planificación Especial (Rape) del centro del país, de la que hace parte Cundinamarca, Meta, Tolima, Boyacá, Huila y Bogotá, para que sea la Agencia de Cundinamarca la que replique este modelo en asocio con las secretarías de agricultura, priorizando a pequeños productores, algunos productos y ayudando en la comercialización. Estamos muy felices porque esta Agencia estará en varios departamentos, ya que sin duda somos la región de mayor abastecimiento de alimentos del país.
Comunidad de Arbeláez construyó placa huella de más de 80 metros
Residentes de Arbeláez pusieron la mano de obra y consiguieron donación de recursos para extender la construcción de una placa huella. Foto:Archivo Particular
La comunidad de Santa Rosa, ubicada en el municipio de Arbeláez, Cundinamarca, es ejemplo de cómo trabajando unidos las obras tienen mejores resultados.
La Junta de Acción Comunal y la comunidad, de la mano con el Idaco* y la Gobernación de Cundinamarca hicieron una placa huella de 83 metros de longitud.
Óscar Velásquez, presidente de la JAC de Santa Rosa, explicó que trabajando de esta forma lograron extender una placa huella que con el presupuesto inicial estaba pensada para 40 metros a lograr construir una de más de 80 metros.
“La comunidad puede poner una contrapartida que no es obligatoria para que la obra sea más larga y hacer un tejido social”, comentó Velásquez. Por ello, además de los 40 millones que les dio la Gobernación de Cundinamarca para la obra, la comunidad logró gestionar 13 millones más en donaciones. Además consiguieron que les prestaran la maquinaria a través de la istración municipal.
La construcción de la placa huella se hizo en un mes. Comenzaron en noviembre del año pasado y el 9 de diciembre ya la tenían lista.
Se trata de una convocatoria para ejecutar obras de impacto social y comunitario hecha por el Idaco (Instituto Departamental de Acción Comunal), en la que se convoca a las Juntas de Acción Comunal del departamento a ser partícipes de estas obras. En la última convocatoria participaron 400 juntas y ya se han entregado 1.112 obras.
Lo más llamativo, según el relato de Velásquez, fue ver cómo toda la comunidad aportaba de alguna manera. Hasta los estudiantes de último grado de la institución Jhon F Keneddy ayudaban con labores de la obra en las tardes.
“Los estudiantes nos apoyaban en la decoración de la placa huella, ya que toca hacer una especie de figuras para el mejor el agarre de los vehículos. Y las mujeres llevaban tinto u onces para la gente que estaba trabajando”, contó Velásquez.
También realizaron rifas para recoger fondos, algunos residentes donaban materiales, otros el transporte de estos, otros donaban dinero o su mano de obra, algunos vecinos decidieron pagarles las horas de trabajo a los obreros y así contribuir también; por lo que, de una u otra manera, casi toda la comunidad se involucró para lograr hacer lo que más pudieran con los recursos recogidos.
Incluso algunos se animaban a trabajar los domingos, pues era el tiempo que tenían libre para ayudar.
“Creo que al involucrar a la comunidad en la ejecución de las obras hay un mayor sentido de pertenencia, un deseo de hacer las cosas muy bien, las obras quedan mucho mejor y son más largas porque si me beneficia a mí directamente la gente trabaja al doble”, puntualizó Velásquez.
Debido a que en Arbeláez llueve a diario, a que su terreno es muy montañoso y a que las vías no estaban en buen estado, los vehículos patinaban mucho al hacer los ascensos, incluso ocurrían accidentes con frecuencia.
Por ello, la comunidad priorizó la construcción de esta placa huella para facilitar la movilidad, pues corresponde a la vía principal de tres veredas y la vía secundaria de muchas veredas más, beneficiando la movilidad de más de mil personas del sector.
MÁS CONTENIDO*. Una alianza de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO y la Gobernación de Cundinamarca.