Demandan mayor equilibrio competitivo de la industria TIC en el país

En una semana en la que el sector de los servicios públicos y las telecomunicaciones se dan cita en Cartagena, con motivo del 26 Congreso de Andesco, esta industria hace un llamado para que se establezcan unas condiciones adecuadas y equitativas, que cobijen a los operadores y a los grandes generadores de tráfico, específicamente por el servicio de transporte de los contenidos de estos últimos.

De acuerdo con Alberto Solano, director Cámara TIC y TV de Andesco, los operadores de telecomunicaciones en Colombia –como Claro, Tigo, Telefónica, ETB o Emcali– con la autorización que les da el Gobierno Nacional son los responsables de prestar los servicios y por eso realizan las inversiones en redes, lo que significa que deben instalar las antenas, la fibra óptica y tienen que pagarle al Ministerio TIC por el uso del espectro.

Pero por otro lado están los denominados operadores OTT (Over The Top), que hacen referencia a las aplicaciones que montadas sobre las redes también prestan servicios a los s a cambio de un pago, como por ejemplo Rappi, Netflix o cualquier otra que las personas puedan utilizar a través de Internet.

“Sin embargo, los únicos costos que tienen estas plataformas están muy ligados a su negocio, pero no están obligados a pagar o no hay una responsabilidad que les obligue a aumentar las redes, un aspecto al que se suma la baja cobertura y el reducido a estos servicios en Colombia, si se compara con otros países de América Latina. En el país hoy tenemos penetraciones cercanas al 56 por ciento de la totalidad de los ciudadanos que pueden acceder a servicios (banda ancha a través de redes fijas), lo que se espera cambie mucho con el 5G”, explica Solano.

Adicionalmente, señala que se trata de compañías internacionales que no pagan impuestos en el país y tienen una serie de condiciones que hacen que para ellas no haya una carga tanto económica como regulatoria para prestar esos servicios.

Por eso, y así como ya se está empezando a dar en Europa, se quiere empezar la discusión en Colombia sobre cómo un que se renta gracias a la infraestructura de los operadores de comunicaciones también tengan una responsabilidad en el sentido de colaborar para que esas redes puedan llegar a la totalidad de la gente.

Al respecto, Juan Carlos Archila, presidente de América Móvil Colombia, cerca del 40% de los colombianos están desconectados de Internet, ya sea porque no pueden pagar el servicio o no le ven la utilidad, o debido a que no tienen cobertura.

Según el directivo, el Gobierno quiere cerrar esa brecha de conectividad –que por lo menos el 85% de los colombianos estén conectados para el 2026–, obligando a los operadores a hacer las inversiones que se requieren para lograr ese objetivo.

“Sin embargo, las empresas de servicios sobre Internet (OTTs por sus siglas en inglés) como Meta, Netflix o Google, entre otras, son responsables de la vasta mayoría del tráfico, al tiempo que obtienen enormes ganancias por la prestación de esos servicios. Al igual que los operadores que pagan grandes sumas de dinero en la adquisición y explotación (contraprestación) del espectro, estas empresas deberían aportar a la construcción de las redes. Para lograr esto, el Gobierno y el Congreso deberían obligar a estas empresas a pagar una contraprestación al Fondo Único de las TIC (Futic)”, enfatiza Archila.

En ese sentido, Natalia Guerra, directora Asuntos Públicos y Regulación en Telefónica Movistar Colombia, manifiesta que actualmente el incremento del tráfico de datos es exponencial y ha implicado que los operadores de redes tengan que aumentar las inversiones, con el propósito de garantizar el despliegue de nuevas tecnologías, y para garantizar la calidad de los servicios que exige la regulación.

No obstante, afirma que mientras que los ingresos promedio por han venido cayendo, los ingresos de los grandes generadores de tráfico (los OTTs), al igual que sus demandas sobre las capacidades de conectividad, se han incrementado.

“Esta distancia entre ingresos decrecientes y costos crecientes de los operadores de red afecta la sostenibilidad de la industria a nivel mundial. Diferentes países como Brasil, Corea, Estados Unidos y la Unión Europea, y empresas como Telefónica, han abierto la discusión sobre Contribución Justa. Este debate plantea la necesidad urgente de que los grandes generadores de tráfico contribuyan a las redes que soportan el ecosistema digital”, sostiene la ejecutiva, quien añade que –en líneas generales– se requiere que los grandes generadores de tráfico hagan más eficiente el uso de su tráfico por la prestación de servicios, y que contribuyan al despliegue de redes para disminuir la carga sobre los operadores de red.

A su turno, Laura Catalina Cardona, de la Secretaría General y Asuntos Corporativos de ETB, coincide en decir que los grandes generadores de tráfico, como las empresas OTT, son los mayores utilizadores de la capacidad de las redes de telecomunicaciones, y que a menudo no contribuyen adecuadamente al mantenimiento y desarrollo de estas infraestructuras.

Para ella, así mismo, no son sujetos de regulación sobre los servicios que son competencia directa de los servicios tradicionales, sin asumir las cargas regulatorias de calidad, aportes a fondo o de protección de s.

“Es crucial que estos actores también asuman una parte proporcional de los costos asociados con el mantenimiento y la expansión de las redes que utilizan intensivamente, y aportes a los fondos dados para su desarrollo. Esta discusión está lejos de ser exclusiva de Colombia, pero ya hay experiencias internacionales donde se han establecido contribuciones directas a estos competidores”, indica Cardona.

De acuerdo con el Presidente de América Móvil Colombia, en el país el Gobierno tiene la creencia de que la baja conectividad es resultado de falta de competencia en el sector. Por eso, anota, siempre ha buscado fomentar que haya un mayor número de competidores; se pasó de tener tres a más de 17 prestadores de servicios móviles y miles de Internet fijo en los últimos 10 años.

“Esta hipercompetencia solo ha generado una gran guerra de precios y que Colombia tenga una de las tarifas más baratas entre los más de 35 países del ránking del continente, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). La caída en ingresos, combinado con los altísimos costos de espectro y la inflación, impide que las empresas puedan hacer las inversiones que se requieren para cerrar la brecha de conectividad”, alerta Archila.

En conclusión, para él, el problema no es falta de competencia, es falta de inversión. Y por eso cree que el reto del sector es que la gran fragmentación o hipercompetencia hace que las empresas no tengan la salud financiera requerida para hacer las inversiones. Por esto, ¡la sostenibilidad financiera de la industria está en riesgo!

En tanto que la Secretaria General y de Asuntos Corporativos de ETB considera que la industria TIC enfrenta varios desafíos significativos tanto en Colombia como a nivel mundial.

Así, dice que uno de los principales retos es la disminución de los ingresos por (ARPU), debido a la competencia intensa y la necesidad de ofrecer servicios más económicos. Además, añade que la migración a redes de mayor tecnología, como 5G y fibra óptica, exige inversiones sustanciales que no siempre se traducen en aumentos proporcionales en los ingresos.

“En Colombia, el hurto de infraestructura, incluyendo el corte y robo de cables de cobre agrava la situación al generar altos costos de reposición y afectar la continuidad del servicio. A estos desafíos se suman la brecha digital y la falta de poder adquisitivo de una parte significativa de la población, lo que dificulta el equitativo a los servicios de telecomunicaciones. La expansión de la cobertura en zonas rurales y apartadas también representa un reto considerable debido a los altos costos y la baja rentabilidad esperada”, aclara Laura Catalina Cardona.

A nivel internacional, según revela, los operadores están respondiendo a estos desafíos mediante la formación de alianzas estratégicas y la separación de sus negocios de infraestructura y servicios. Por ejemplo, algunos operadores crean entidades separadas para gestionar la infraestructura (InfraCo) y los servicios al cliente (ServCo), permitiendo una gestión más eficiente y la atracción de inversiones específicas para el desarrollo de la red. Además, es vital resolver temas como el ‘fair share’ con las empresas OTT, asegurando que contribuyan proporcionalmente al despliegue y mantenimiento de las redes que utilizan para sus contenidos.

En tanto que Natalia Guerra, directora Asuntos Públicos y Regulación en Telefónica Movistar Colombia, apunta que los desafíos que está enfrentando la industria son muy complejos, al tiempo que pueden agruparse en dos grandes frentes. El primero –precisa– es asegurar la solvencia financiera para seguir con el despliegue de las redes de fibra óptica y de 5G que el país demanda, y evitar las dificultades que han ocasionado capitalizaciones y procesos de reestructuración.

“El segundo es revisar la regulación, para que se racionalicen las exigencias para los operadores de red, se facilite la compartición de infraestructuras y se habiliten medidas para generar operadores mas fuertes que puedan competir bajo la situación de dominancia que está afectando la competencia. Cabe destacar que la Comisión de Regulación, sobre mejora regulatoria, ha abierto una consulta recientemente, que da la posibilidad de revisar toda su regulación general; en cuanto a la situación de mercado, la misma entidad está estudiando imponer un nuevo paquete de medidas procompetitivas”, puntualiza Guerra.