Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá firmarían tratado por la protección del Pacífico

El anuncio de un inminente tratado vinculante entre los firmantes del Convenio Cmar (Corredor Marino de Conservación del Pacifico Este Tropical) para la protección y restauración de esta región fue hecho por la ministra de Ambiente de Colombia, Susana Muhamad, durante la celebración del Día Mundial de los Océanos, que se llevó a cabo en el pabellón de zona azul de CAF -banco de desarrollo de América Latina y el Caribe-, durante el octavo día de la COP16.

La iniciativa surgió como una necesidad urgente de ponerle el acelerador al plan de acción del convenio que establecieron Colombia, Costa Rica, Ecuador y Panamá, cuyas zonas costeras sobre el océano Pacífico, y sus respectivos pobladores, comparten los mismos problemas de impacto negativo sobre sus ecosistemas, su biodiversidad y sus culturas. Entre ellos, las actividades económicas ilegales (tráfico por vía marítima de estupefacientes y de especies en vía de extinción o endémicas, pesca ilegal y actividades acuáticas en áreas protegidas o con restricciones de , etc.), migración indiscriminada y efectos dañinos del cambio climático que han llevado a la pérdida de una enorme cantidad de refugios marinos para especies, tales como manglares y arrecifes coralinos. Estas problemáticas, sobre todo, han ahondado las condiciones de pobrezas y de necesidades básicas sin suplir de las comunidades que dependen de los recursos que tradicionalmente los mares y las costas les han dado.

“Estamos haciendo grandes esfuerzos por consolidar la gobernanza de este convenio trasnacional entre países y consideramos que la firma de un tratado podría darle el soporte de legalidad y la financiación obligatoria que requiere Cmar para materializar sus objetivos”, puntualizó la ministra Muhamad, en el conversatorio sobre los océanos. En dicho encuentro participaron todos los ministros de ambiente de sus países –Juan Carlos Navarro, de Panamá, y presidente pro-tempore de Cmar; Inés María Manzano, ministra del Ambiente, el Agua y la Transición Ecológica de Ecuador; y Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica–, quienes expresaron durante sus respectivas intervenciones su regocijo y total acuerdo con las tareas que conduzcan a la pronta firma del tratado.

A la noticia socializada por la funcionaria colombiana, se sumó el anunció de CAF de continuar siendo voz de Latinoamérica y el Caribe ante el mundo y disponer un millón de dólares para la ejecución de estas prioridades del convenio.

Cabe resaltar que el pabellón de CAF contó con invitados de lujo durante la agenda que se desarrolló a largo del día y que estuvo colmada de anuncios esperanzadores para la salvación de los océanos, pues entre otros datos alarmantes, el 50 por ciento de sus especies de flora y fauna se encuentran en vía de extinción, según se informó en uno de los conversatorios.

Uno de los más esperados fue el del enviado especial de la ONU para los océanos, Peter Thomson. El alto funcionario recalcó cómo, contando con el liderazgo y acompañamiento de la banca de desarrollo global, entre ellos, el Banco Mundial, CAF y el Foro Económico Mundial, todos participantes en las actividades, se ha logrado establecer un pacto de compromiso entre la mayoría de los países de Europa, Asia, el continente americano y el Caribe, por cumplir la meta a la que las 196 naciones firmantes del Acuerdo de París 2015 se comprometieron en consenso. Este acuerdo se traduce en pasar de un 8 por ciento de áreas protegidas y recuperadas de los océanos y sus áreas costeras, a un 30 por ciento en 2030, por lo que popularmente se hace referencia a ella como el “compromiso 30 x 30”.

A la fecha, según lo divulgado en las sesiones de CAF, vamos en el 10 por ciento. No obstante, en conjunto, representantes de los gobiernos, la banca de desarrollo, los organismos transnacionales, oenegés, la academia, las entidades de investigación científica y grupos comunicatorios organizados en pro de la salvación de los océanos participantes y voceros han apostado porque el reto se cumplirá, e incluso se superará, aun cuando solo faltan seis años para la verificación del compromiso.

Por esta razón, la región de América Latina y el Caribe anunció, igualmente, un pacto entre todos sus países para llegar con un mensaje contundente a la próxima Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Océano, que se llevará a cabo en Niza (Francia), entre el 9 y el 13 de junio de 2025: “Necesitamos ser la región prioritaria en los planes estratégicos de todos los países para salvar los mares. Necesitamos toda la financiación posible para lograrlo, ya que somos los poseedores del 70 por ciento de la biodiversidad oceánica y costera”.

A propósito de ello, el presidente de CAF, Sergio Díaz-Granados, aprovechó el escenario 

para reiterar la destinación de 1.250 millones de dólares para la causa, lanzamiento que efectuó el organismo en la cumbre de océanos de Lisboa, 2022.

Así mismo, compartió la creación de instrumentos financieros innovadores para la facilitar la puesta en marcha de estrategias que tienen el nivel de urgencia y que llevarían a acelerar la marcha para lograr la salvaguardia de ecosistemas estratégicos oceánicos y costeros, como lo son manglares, arrecifes de coral, santuarios de flora y fauna marina, como las islas de Malpelo, en el Pacífico colombiano, Galápagos, en el Pacífico ecuatoriano, y Taboga, en el Pacífico panameño, este último, un ejemplo inspirador de cómo las propias comunidades trabajan mancomunadamente por la conversación de tortugas marinas en vía de extinción.

De las opciones, destacó los llamados bonos azules, similares a los que ya existen para las iniciativas verdes, y el canje de deuda por naturaleza azul.  

Algunas de las conclusiones más trascendentales que se quedaron en la memoria de los asistentes a esta gran jornada de disertaciones sobre las necesidades de los mares son las siguientes: