En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Ya tienes una cuenta vinculada a EL TIEMPO, por favor inicia sesión con ella y no te pierdas de todos los beneficios que tenemos para tí. Iniciar sesión
¡Hola! Parece que has alcanzado tu límite diario de 3 búsquedas en nuestro chat bot como registrado.
¿Quieres seguir disfrutando de este y otros beneficios exclusivos?
Adquiere el plan de suscripción que se adapte a tus preferencias y accede a ¡contenido ilimitado! No te
pierdas la oportunidad de disfrutar todas las funcionalidades que ofrecemos. 🌟
¡Hola! Haz excedido el máximo de peticiones mensuales.
Para más información continua navegando en eltiempo.com
Error 505
Estamos resolviendo el problema, inténtalo nuevamente más tarde.
Procesando tu pregunta... ¡Un momento, por favor!
¿Sabías que registrándote en nuestro portal podrás acceder al chatbot de El Tiempo y obtener información
precisa en tus búsquedas?
Con el envío de tus consultas, aceptas los Términos y Condiciones del Chat disponibles en la parte superior. Recuerda que las respuestas generadas pueden presentar inexactitudes o bloqueos, de acuerdo con las políticas de filtros de contenido o el estado del modelo. Este Chat tiene finalidades únicamente informativas.
De acuerdo con las políticas de la IA que usa EL TIEMPO, no es posible responder a las preguntas relacionadas con los siguientes temas: odio, sexual, violencia y autolesiones
Creado para
Camilo, el niño que enciende la Navidad desde Chiquinquirá para Colombia
Una historia que muestra el poder de la conectividad para unir a los colombianos en Navidad.
Camilo, un niño de 12 años, cumplió el sueño de iluminar a Chiquinquirá con la magia de la Navidad. Foto: Manuel Felipe Benavides / CEET
Está sentado en un guacal consintiendo a ‘Pirinola’, una ternera marrón con manchas blancas. Cada vez que Camilo le habla, la vaquita le acerca el hocico por el costado izquierdo de su espalda y lo saca de un empujón.
Él se ríe con picardía, vuelve y se acomoda en el cajón de plástico y le dice a la res: -“ No me coma!”, retirándole la trompa con el brazo extendido.
Por la derecha llega ‘Apolo’, “el perrito de la casa” -explica Camilo-, que se une al juego lamiéndole la cara. “A ver, corra pa’ allá”, profiere ahora agarrándolo con ambas manos, pues parece que ninguno lo dejará responder tranquilo esta entrevista.
La familia Alarcón Riaño en compañía de Rodrigo de Gusmao, presidente de Claro Colombia (chaqueta roja), durante el lanzamiento del comercial en el Colegio Julio Flórez. Foto:Claro Colombia
Inicia describiendo a sus tres hermanos: “Giselle es la mayor y tiene 18 años; Santiago tiene 13; yo tengo 12 y David tiene 9”, expone ‘resignado’ abrazando a ambos animales.
Para David (el menor), “Camilo es un hermano muy chévere”. “Él me ha ayudado; me ha acompañado. Saca buenas notas”, certifica con ternura y orgullo. Para Santiago, la presencia de Camilo en su vida significa “amistad, diversión y alegría”.
La familia de Camilo despierta la esperanza de seguir creyendo en una sociedad en donde los valores como el amor, la unión y humildad sí son posibles dentro de un hogar.
Sus padres son unos campesinos modernos de 42 años cada uno. Adriana María Riaño Murcia y Gabriel Emilio Alarcón Suárez son inspiradores. Se enamoraron hace 17 años y han construido un refugio amoroso en el que transcurren los días de Camilo junto a sus hermanos.
“Son demasiado, pero demasiado trabajadores”: así los conocen sus vecinos.
Adriana y Gabriel aseguran que ninguno de sus hijos se parece en la personalidad, pero de todos se refieren con un brillo en los ojos y una sonrisa. A lo largo de la conversación dejan aflorar sentimientos de inmenso orgullo y alegría por los cuatro. “Cada uno tiene un ángel”, dicen conmovidos a una sola voz.
De Camilo manifiestan que es un chico extrovertido, amigable y compañerista. “Un caso especial”, comenta Adriana entre risas; por lo espontáneo y lo despierto.
Camilo adora a sus papás. Se le siente en el respeto, en el trato con ellos y en la disciplina. “Nosotros nos levantamos a echarles comida a los perros y a ayudarle a mi mamá a despertar las vacas”, recalca el chiquillo.
“En la tarde, después de llegar del colegio, vamos con mi papá al establo a ordeñar las vacas, les damos concentrado y les ponemos pasto. Es la rutina de todos los días de nosotros”, agrega.
Camilo está rodeado de 15 animales, entre becerras, gatos, caninos y una lora. Sin sumar gallinas ni cerdos. “Mi vaca es ‘Vitaminas’ (igual de pequeñita a él en estatura) y la de mi hermano David se llama ‘Corazón’. Mi tío nos las regaló si pasábamos la Primera Comunión y la Confirmación”.
Cuenta que se la lleva muy bien con todos sus hermanos. No tiene a un ‘favorito’, aunque reconoce que con los dos varones es más compinche, pues pasa más tiempo con ellos jugando fútbol.
“A él le encanta eso: todo lo que tenga que ver con fútbol, los carros y las motos”, revela Giselle, alargando en su pronunciación la palabra -encanta-, para enfatizar en que en verdad lo que mueve a su hermano es el balompié.
Sería muy bueno que de Susa saliera un deportista como Camilo; que pueda llegar de pronto a un equipo profesional.
Todos los sábados y algunos días de la semana tiene entrenamiento en el Centro de Integración Ciudadana (CIC) del municipio de Susa. Aunque su clase es a las 11 de la mañana, Camilo y Santiago llegan desde las 9 para calentar.
“Sería muy bueno que de Susa saliera un deportista como Camilo; que pueda llegar de pronto a un equipo profesional”, augura optimista Steven Aguirre, el entrenador de los niños.
Susa es un municipio ubicado en la provincia de Ubaté, Cundinamarca, en donde nacieron Camilo, sus hermanos y su padre (su mamá es de Simijaca). Y queda a media hora de la reconocida Chiquinquirá, la ‘Capital Religiosa de Colombia’.
Allí estudia Camilo, en la Institución Educativa Técnica Industrial que tiene el nombre del poeta chiquinquireño Julio Flórez Roa. Este es uno de los 330 colegios en 28 departamentos del país beneficiados con el programa Escuelas Conectadas Claro por Colombia, que lleva Internet gratuito a instituciones educativas en todo el país.
Precisamente, Camilo Alarcón es uno de los 360.000 estudiantes beneficiados con este programa; quien después de un exigente casting fue escogido para protagonizar un comercial navideño.
Conectividad que transforma la educación
“Gracias a que hacemos parte del convenio de ‘Escuelas Conectadas’ y a la mano que nos ha dado Claro durante más de 3 años ofreciéndonos conectividad, se eligió a Camilo para este comercial porque con su naturalidad demuestra los grandes valores de las familias rurales de nuestra región”, argumentó el licenciado Máximo León Monsalve, rector del colegio Julio Flórez Roa.
Resulta que antes de la pandemia esta institución pública no tenía Internet propio. Sin embargo, estudiantes de estratos cero al dos -como Camilo- hoy pueden educarse con más herramientas y obtener, además del título académico, un diploma en el grado de ‘Técnico’ en Robótica, Desarrollo de Software, Diseño Gráfico, Contaduría y otras áreas dictadas por el Sena.
“Esto no es posible sin Internet. Y menos ahora que la Inteligencia Artificial se impuso. Le abrimos las puertas de nuestro colegio a la empresa Claro y nos han apoyado con Internet de alta resolución. Y, bueno, nos escogieron para ser la sede que inaugura la Navidad en el municipio”, ilustró León, magíster en Educación.
Con ‘Escuelas Conectadas Claro por Colombia’, la empresa busca reducir las brechas digitales y brindar a los jóvenes las herramientas necesarias para construir un mejor futuro.
Por su parte, Rodrigo de Gusmao Ribeiro, presidente de Claro Colombia, señaló: “Estamos muy orgullosos de ser parte de esta historia. Camilo y sus compañeros nos han demostrado que la tecnología, cuando se utiliza de manera responsable y creativa, puede generar un impacto positivo en la sociedad”.
El comercial que rescata la magia decembrina
Desde la vereda La Glorieta en Susa, Camilo viaja a Chiquinquirá para estudiar en el colegio colegio Julio Flórez Roa. Foto:Manuel Felipe Benavides / CEET
Justamente, jugando micro con sus amigos en el descanso, Camilo fue llamado por su profesor de artística. “Le dije: - ¿Quieres participar en un casting para Claro? A lo que de una vez me dijo que “Sí”. Camilo habla mucho y su sonrisa tiene un brillo especial, así que era el indicado para el comercial”, afirmó el docente Fabio Alcalde Rodríguez, cineasta de profesión.
El guion trata del sueño de Camilo de encender la Navidad en el mundo. “Yo bajo el cerro en bicicleta, llego a mi casa y busco una velita con ayuda de mi perro. La enciendo, le tomo una foto y envío un mensaje desde mi celular a todos los chiquinquireños”, narra el espontáneo y nuevo actor, quien cursa séptimo grado.
“Al principio nadie la comparte y yo me pongo muy triste, pero después todos salen a la calle, muestran la velita en sus celulares y se ve toda Chiquinquirá iluminada”, añade Camilo, hincha del Real Madrid y Atlético Nacional.
Al ser diciembre su mes favorito, este rodaje fue emocionante y muy emotivo para toda su familia, devota de la Virgen de Chiquinquirá.
“Pasar de un simple casting a que se vea en televisión, da mucha felicidad”, concluyó el seguidor de James Rodríguez, Falcao y Luis Díaz, amante de la sopa de pasta “con bananito”, preparada en casa.
Mercedes Mayuza Rojas, otra docente del Julio Flórez, detalló que “se percibía un panorama surrealista en Chiquinquirá. Imagínese usted el rodaje de un comercial navideño. Hasta cerraron las calles principales. Eso nunca se había visto en esta ciudad”.
“Camilo miraba y miraba las enormes cámaras y con interrogantes silenciosos se enfocaba en ellas. Con buena actitud estuvo atento a las indicaciones del director, Juan Gordon; y del productor, José Fernando Mafla”, continuó la profe.
Los padres boyacenses de Camilo Alexis Alarcón Riaño esperan que Colombia crea en la inocencia de él y en la de todos los niños que ven en la Navidad una época para estar en familia y cumplir todos sus sueños.
En palabras de don Gabriel Alarcón: “Que no se pierdan las tradiciones: armar el arbolito, el pesebre, iluminar las ventanas; más por encima de eso, que no se pierda la humildad”.
“Que la gocen, pero sin pólvora, para que no haya quemados. Que disfruten juntos esta Navidad”, es la invitación de Camilo, ‘Pirinola’ y ‘Apolo’ para las fechas decembrinas que están por comenzar.
#MagiaQueConecta
MÁS CONTENIDO*. Un proyecto de Contenidos Editoriales Especiales de EL TIEMPO con el auspicio de Claro Colombia.