De acuerdo la Organización Mundial de la Salud (OMS), “sin los dispositivos médicos, no sería posible llevar a cabo procedimientos médicos habituales (desde vendar un esguince de tobillo hasta diagnosticar el VIH/SIDA, implantar una cadera artificial o cualquier intervención quirúrgica)… Esas tecnologías sanitarias se utilizan para diagnosticar enfermedades, supervisar tratamientos, ayudar a personas discapacitadas e intervenir y tratar enfermedades, tanto agudas como crónicas”.
Y agrega que se estima que hoy existen cerca de 2 millones de tipos diferentes de dispositivos médicos en el mercado mundial, categorizados en más de 7.000 grupos de dispositivos genéricos.
Para la OMS, un dispositivo médico puede ser cualquier instrumento, aparato, implemento, máquina, aparato, implante, reactivo para uso in vitro, software, material u otro artículo similar o relacionado, destinado por el fabricante para ser utilizado, solo o en combinación, para un propósito médico.
Al respecto, Marisol Sánchez, directora ejecutiva de la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), el sector de dispositivos médicos muestra un gran potencial en las metas de la política de reindustrialización, al tiempo que la multidiversidad en su composición es una de sus principales características, pues se pueden encontrar desde dispositivos médicos descartables, implantables y pruebas de diagnóstico hasta los equipos biomédicos con una vida útil superior incluso a los 15 años.
El mercado de dispositivos médicos –según Sánchez– ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos años; al cierre de 2023 subió al 5,5 por ciento, pasando de US$1.464 millones en 2022 a US$1.544 millones el año pasado (BM Fitchsolutions).
“Destacamos el crecimiento nominal de los dispositivos médicos dentales del 10 por ciento para 2023, ya que fue unos de los segmentos más afectados en pandemia, periodo en el que se aplazaron muchos procedimientos por temor al contagio. Colombia está a la vanguardia de la tecnología médica mundial, y los equipos, procedimientos y dispositivos que se usan en el país son los mismos que se encuentran en los mejores hospitales del mundo. En las últimas décadas se registró un crecimiento importante de inversión en infraestructura y modernización de clínicas de capital privado, en ciudades intermedias, lo que facilitó el de muchos colombianos que antes tenían que acudir a las grandes capitales”, indica la directiva.
Añade que en la pandemia se profundizó el uso del monitoreo remoto y la introducción de la robótica en la prestación de los servicios de salud, y que este proceso implicó el entrenamiento de personal profesional en enfermería, ingeniería, medicina, terapeutas para responder a los desafíos que implican el uso de la tecnología.
En esa línea, anota que los anuncios de modernización de la infraestructura hospitalaria pública en los próximos años estiman un crecimiento en dólares del mercado de equipos biomédicos para 2023-2028 en 6,0 por ciento.
“Según el plan de negocios del sector elaborado para la Cámara de Dispositivos médicos e insumos para la salud de la Andi, Colombia planea ser exportador de dispositivos médicos y dinamizador de la inversión para 2037 y se espera que en 2030 el mercado tenga un crecimiento de 5,7 por ciento y un aumento en la producción del 3 por ciento, dependiendo de dinámica del sector salud en cuanto a políticas públicas y al perfil epidemiológico de la población”, precisa Marisol Sánchez.
Para esta experta, las cinco tendencias a nivel mundial que están impulsando al sector son el aumento de la edad y las enfermedades crónicas, la creciente migración hacia modelos de atención digitales como la telemedicina, el aumento de MedTech impulsado por desarrollos de robótica, nanotecnología, inteligencia artificial y realidad aumentada, entre las que más se resaltan.
Cirugía robótica
Camilo Giedelman Cuevas, urólogo y especialista en cirugía robótica de la Clínica Marly, dice que la cirugía robótica es lo más actualizado en el mundo en cuanto a intervenciones para un paciente, puesto que les trajo a los médicos una mayor seguridad puesto que la disección es más precisa y la reconstrucción es mucho más detallada.
“Es por esto que tanto los resultados oncológicos –cuando se trata de una cirugía por cáncer– y los resultados funcionales que se obtienen en una cirugía de reconstrucción o en una cirugía oncológica donde se haya retirado el órgano y haya que reconstruir, son resultados muchos mejores que los que se lograban a través de la aplicación de otras técnicas, ya fuera la cirugía abierta o la laparoscópica”, subraya este especialista, quien además exalta que con la cirugía robótica el paciente sangra menos, el cirujano ve mucho más cerca los órganos (en tres dimensiones) y hay menos traumatismos, lo que hace que vuelvan a sus actividades cotidianas mucho más pronto.
A su vez, desde el Departamento de Ingeniería Biomédica de Bioart S.A. señalan que en instituciones médicas como la Clínica Cemtro de Madrid están utilizando el Airseal IFS, un avance que según el médico Fernando Gómez Sancha, jefe de la Unidad de Urología de la Clínica Cemtro, usan en cirugías laparoscópicas asistidas por el robot Davinci como prostatectomías radicales, cistectomías y operaciones de cirugía reconstructiva, entre otras.
“Desde que incorporamos esta tecnología hemos visto una mejoría enorme en la forma de trabajar a partir de la utilización de esta tecnología. Este equipo mejora dos aspectos: la vida de los cirujanos a la hora de operar, porque es un sistema de alto flujo que permite quitar el humo rápidamente y eso nos hace avanzar más, en tanto que para los pacientes es una ventaja el hecho de que los cirujanos pueden trabajar con baja presión para cirugías mínimamente invasivas, lo que redunda en menor dolor”, destaca Gómez Sancha.
Gracias a esta innovación, los pacientes también se benefician por estancias más cortas en la unidad de cuidados posanestésicos, tasas más bajas de reingreso al servicio de urgencias y métricas de ventilación mejoradas.
Más novedades
La Directora Ejecutiva de la Cámara de Dispositivos Médicos e Insumos para la Salud de la Andi revela que en sistemas biométricos se destaca el uso de la biometría para la isión de pacientes, para la prescripción electrónica de sustancias controladas y para identificar causas y frecuencias de cáncer en segmentos poblacionales.
Mientras que los avances en nanotecnología aplicada al área médica se han orientado principalmente al desarrollo de nanopartículas, nanoestructuras y nanodispositivos para la detección temprana y el tratamiento de enfermedades neoplásicas, cardiovasculares, autoinmunes e infecciosas.
“Actualmente, existen novedades en el campo de la salud que presentan un crecimiento acelerado impulsado por los avances en inteligencia artificial (IA) y la robótica. Estas innovaciones están enfocadas en desarrollar sistemas más seguros, efectivos y de fácil para los pacientes. La tendencia de la IA generativa ha cobrado una importancia protagónica en diferentes industrias y la salud es un campo con gran potencial de desarrollo. Uno de los pilares de la IA es el manejo de grandes volúmenes de datos con mayor seguridad y eficiencia”, asegura Sánchez.
Mientras que, según el Ministerio de las Tecnologías y Comunicaciones, el impacto de la IA en salud se reflejaría en la posibilidad de llevar servicios médicos a zonas históricamente desatendidas, revolucionar el sector de la salud y permitir que Colombia se convierta en una potencia digital.
Por su parte, la firma de consultoría Sectorial afirma que la inteligencia artificial tendrá un crecimiento del 200 por ciento de aquí al 2028, pasando de facturar US$3,2 billones en 2023 a US$36,6 billones en el 2028, en tanto que los sectores con mayor impacto serán el bancario, dispositivos médicos, educación, entre otros.
“Uno de los mayores impactos positivos de estas tecnologías en el sector de la salud es el de los datos, en la toma de decisiones en salud y el seguimiento a los resultados clínicos”, puntualiza Marisol Sánchez.