Falsos positivos de Soacha: 15 años después, Estado pide perdón a familias de víctimas

“No eran guerrilleros. No asumieron ninguna confrontación con las Fuerzas Militares. Eran hombres cuyas vidas y sueños se truncaron por la acción criminal de integrantes del Ejército Nacional”. 

Estas fueron las palabras del ministro de Defensa, Iván Velásquez, al pedir perdón en nombre del Estado colombiano por los falsos positivos de Soacha, ocurridos hace más de 15 años.

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Fueron 19 las familias de víctimas de Bogotá y Soacha las que escucharon el mensaje del ministro de la Defensa en la tarde de este martes. Aunque recibieron su pedido de perdón, las víctimas también exigieron la presencia de los expresidentes Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe Vélez.

“En nombre del Estado pedimos perdón a ustedes las familias, y a toda la población por los reprochables hechos de desaparición forzada y posterior muerte en condiciones de indefensión que luego fueron reportadas falsamente como muertes en desarrollo de operaciones militares”, dijo el ministro Velásquez.

Al cierre del evento, el presidente Gustavo Petro calificó como "un episodio dantesco" de la historia colombiana el capítulo de los falsos positivos, al que comparó con un genocidio. Señaló que el país debe conocer la verdad de los hechos del conflicto y dijo que "el Estado oculta la verdad".

En su intervención -que empezó con más de dos horas de retraso frente a la hora programada, razón por la que el Presidente se excusó-, aseguró que la justicia colombiana no ha actuado en muchos casos y mencionó también el caso de su hijo, Nicolás Petro, quien está acusado de enriquecerse con dineros ilícitos y acaba de echarse para atrás en un acuerdo de colaboración con la justicia mediante el cual se había comprometido a hablar de supuestos dineros no reportados en la campaña del Pacto Histórico del 2022.

"Acá lo que se está investigando no es mi hijo. Acá lo que se está tratando es de impedir que haya una Fiscal independiente", aseguró.

"Tiene que relucir la verdad; difícil y terrible y a veces brutal. ¿Quién mató al señor (Jorge) Pizano? ¿Cómo quieren ocultar esa verdad? ¿Quién quería matar a Petro? ¿Quiénes se reunían? ¿Algún militar?", preguntó.

El jefe de Estado hacía referencia a la muerte de Jorge Enrique Pizano, excontroller de la Ruta del Sol II. Esa muerte, según reiteró la semana pasada en una audiencia la Fiscalía, se dio por causas naturales y no por el consumo de cianuro asociado a un homicidio.

El ingeniero Pizano murió el 8 de noviembre de 2018, y por ese suceso se abrió una investigación penal que terminó cerrándose. Sin embargo, la intención de su familia es que la justicia la reabra, pues considera que hay elementos que no habrían sido tenidos en cuenta por los investigadores.

El viernes, en el juzgado de Cundinamarca donde se lleva esa petición, la Fiscalía presentó los conceptos que en su momento dio el Instituto Nacional de Medicina Legal y que indicaban Pizano falleció producto de un infarto fulminante.

Durante este acto, las familias de los 19 jóvenes intervinieron antes de las palabras del ministro Velásquez. Flor Hernández González, madre de Elkin Gustavo Verano Hernández, dijo que “las familias seguimos en la lucha por la justicia de nuestros hijos y que esto no se vuelva a repetir”.

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Esta ha sido una lucha que han sostenido durante casi veinte años las Madres de Soacha, quienes han protestado en busca de respuestas. Ante esto, Velásquez enfatizó que la respuesta de las instituciones muchas veces fue que se "culpó a la víctima sobre el hecho".

“Algunas de las respuestas del Ministerio de Defensa fueron que: ‘los hechos corresponden a una acción legítima y en estricto cumplimiento de la obligación constitucional encomendada a las fuerzas militares’ o que ‘la información recibida que sirvió de base para la orden de operaciones, así como las armas y el material de guerra que le fue hallado en su poder, confirma que se produjo un combate’ ”, dijo el jefe de la cartera de Defensa.

De igual manera, Velásquez indicó que los soldados fueron presionados por sus superiores militares para tener resultados.

Al finalizar, el ministro aseguró que conocer la verdad hace parte de la reconstrucción del país. "Personas interesadas en que no sepamos la historia dicen hay que pasar la página, la pasaremos cuando la leamos y conozcamos lo que ocurrió".

El Comandante del Ejército Nacional de Colombia, mayor general Luis Mauricio Ospina Gutiérrez, se dirigió a las familias y reconoció que hubo hechos cometidos por integrantes de esta institución.

"Nuestra profunda tristeza ante la conducta de algunos integrantes que desviaron su vocación de servicio a la patria, incurriendo en actos reprochables que causan tanto dolor", dijo el comandante del Ejército.

Y añadió: "Tuvimos la oportunidad de aprender, crecer y fortalecernos como institución para prevenir este tipo de comportamientos, ratificando nuestro trabajo para garantizar nuestros compromisos con la Constitución y los derechos humanos".

En el acto de excusas públicas también se escuchó a Carmenza Gómez, madre de Víctor Fernando Gómez Romero, quien fue asesinado el 25 de agosto del 2008, a sus 23 años, por integrantes de la brigada móvil 15 del Ejército, en Ocaña, Norte de Santander.

“Aquí también deben estar el expresidente Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, quien era entonces ministro de Defensa, y los generales del Ejército quienes estuvieron en la cabeza de lo sucedido”, indicó Gómez.

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A su turno, Liliana del Pilar Castillo, directora de la Asociación Minga, una organización defensora de Derechos Humanos, aseguró que este acto de perdón se dio debido a decisiones judiciales que han ordenado al Estado pedir disculpas por las ejecuciones extrajudiciales.

“Hemos visto la lucha de los familiares durante 15 años. Hoy se reconoce que los hijos eran inocentes”, dijo Castillo.

Los 19 jóvenes por cuyas muertes pidió perdón el Estado en este acto fueron: Jaime Estiven Valencia Sanabria, Elkin Gustavo Verano Hernández, Daniel Alexánder Martínez, Jaime Castillo Peña, Víctor Fernando Gómez Romero, Joaquín Castro Vásquez, Eduardo Garzón Páez, Julián Oviedo Monroy, Diego Armando Marín Giraldo, Mario Alexánder Arenas Garzón, Diego Alberto Tamayo Garcera, Jader Andrés Palacio Bustamante, Ómar Leonardo Triana Carmona, Óscar Alexánder Morales Tejada, Edwar Benjamín Rincón Méndez, Weimar Armando Castro Méndez, Deiby Julián Pisa Gil, Jonás Ariza Barbosa y Carlos Redondo.

Es de recordar que, de acuerdo con la investigación que adelanta la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) sobre estos hechos, en Colombia hubo al menos 6.402 víctimas de estos hechos, la mayoría asesinadas entre 2002 y 2008.

Juan Diego Torres Lasso

Escuela de Periodismo Multimedia de EL TIEMPO

Redacción Justicia

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