Una denuncia que avanza en la Fiscalía y una medida de protección de una Comisaría de Familia hacen parte de los documentos que dejarían en evidencia múltiples hechos de violencia que habría perpetrado Santiago Molano Luna, heredero y socio del grupo empresarial Ramo, contra su esposa Andrea Posada Vidales, quien, según la denuncia, ha sido víctima de maltrato físico, psicológico y económico.
En documentos conocidos por EL TIEMPO ella le narró a las autoridades cómo desde al menos 2017 su esposo, de quien ahora está separada, la ha maltratado, llegando a golpearla incluso delante de su hijo menor de edad.
De acuerdo con la narración de Posada, la violencia se originó desde que Posada se separó de Molano y arrancó el proceso legal sobre la custodia del hijo menor de edad.
"El señor Santiago Molano Luna ha ostentado una posición económicamente dominante por ser socio y parte del grupo empresarial de Ramo S.A. quien, aprovechando esto, ejerce este tipo de violencia contra la señora Andrea Posada Vidales”, se lee en una denuncia radicada en la Fiscalía, en la que se adjuntan otras pruebas que darían cuenta de los hechos como:
“Chats (con trazabilidad de tiempo modo y lugar) y conversaciones con el señor Santiago Molano que continuaron hasta el día de hoy y entre ellos la agresión y acoso psicológico, económico y jurídico, que concluyeron en una golpiza, donde la señora Andrea Posada es pateada en su cuerpo y cara, delante de su hijo, quien quedó traumatizado”.
EL TIEMPO se abstiene de publicar dichas imágenes pero en las mismas, así como en múltiples chats, se registra un trato con expresiones denigrantes y violentas que habría usado Molano contra su esposa, llegando incluso a amenazarla.
Entre los tratos que se aprecian en las conversaciones que habría sostenido Molano con Posada se leen diversos insultos y amenazas, incluyendo, según lo denunciado, una amenaza con no consignar la cuota del mes, no pagar seguros médicos, no permitirle entrar a una finca que tenían, entre otros.
También se cuenta cómo el 17 de mayo de 2022, según la narración de Posada, ella fue con su mamá a la finca familiar a recoger sus caballos y habrían sido golpeadas por las personas que viven allí.
“Nos golpearon bajo órdenes de Santiago Molano, no contentos con eso, me amenazaron con hacerle daño a mi hijo”, le contó Posada a la Fiscalía, añadiendo que la mujer que vive en la finca le dijo: “No se le olvide que su hijo viene solo a esta finca, mientras el papá lo deja solo conmigo”. La golpiza ocurrida este día le habría generado a Posada y su madre 12 días de incapacidad por Medicina Legal, según comentó.
La narración en las denuncias también da cuenta de que en mayo de 2022 Santiago Molano también habría abusado sexualmente de ella y semanas después la habría amenazado con publicar fotos íntimas suyas en redes sociales.
El año pasado, en marzo de 2023, según dice la denuncia, Molano habría amenazado a la mamá de Posada diciéndole cosas “como que le iba a mandar a romper las rodillas” a un amigo de su hermana, “y que a mí me iba a meter a la clínica psiquiátrica”, así como a quitarle a su hijo y no darle dinero de manutención.
Por todos estos hechos, una denuncia que se tramita en la Fiscalía señala que “para una persona como el señor Santiago Molano Luna, con su gran capacidad económica le es fácil estructurar presión a la señora Andrea Posada Vidales, quien ahora solo depende de la pensión alimenticia que este debe proporcionar y que no está cumpliendo a la fecha según relato de la señora en la comisaria segunda de familia de Bogotá”.
Precisamente, un documento firmado el 26 de mayo de 2023 en la Comisaría Segunda de Chapinero, en Bogotá, al que accedió este medio, da cuenta de una medida de protección en favor de Posada, y se amonesta a Molano “a quien le corresponde la obligación de abstenerse de realizar cualquier acto de violencia física, verbal, psicológica, patrimonial y/o sexual, agresión, maltrato, amenaza u ofensa directa, indirecta y/o a través de cualquier medio, en contra la señora Andrea Posada Vidales”.
En el mismo documento se habla del régimen de visitas, de la cuota de sostenimiento del menor de edad, y se le impone a Molano “la obligación de asistencia a proceso terapéutico en la toma de decisiones objetivas para el bienestar de los integrantes de la familia, mejorar los niveles de comunicación y búsqueda de solución alternativa de los conflictos, control de la ira y control de los impulsos agresivos, de manera obligatoria de lo cual deberá aportar certificados de asistencia al proceso”.
Ante estas órdenes Molano manifestó, a través de su abogado, que interpondrían una apelación.
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