Finalizada la recopilación de documentos en el proceso por el colapso del
puente Chirajara -ocurrido hace exactamente un año-, la Fiscalía General concluyó que
efectivamente hubo errores en el diseño de la construcción de esa obra en la vía al Llano y anunció el inicio de la individualización de los presuntos responsables.
Además, el ente acusador dijo que avanza en el análisis de más de 17 mil documentos para establecer quiénes estarían implicados en la muerte de nueve personas y las lesiones sufridas por otras ocho, a raíz del desplome de la obra.
La conclusión de la Fiscalía tuvo como base un informe de la Universidad Politécnica de Cataluña (España), hecho con la colaboración del Centro Internacional de Métodos Numéricos en la Ingeniería, CIMNE.
Dicho estudio estableció que el puente presentaba “importantes errores de diseño y su construcción se llevó a cabo acumulando diversas deficiencias" y concluyó que: "la caída sobrevino por la conjunción de varias de estas circunstancias”.
En el proyecto fallido, la ejecución de la obra estuvo a cargo de las firmas Gisaico S.A. e Icmo S.A.S., subcontratadas por la empresa encargada del tramo donde quedaría el puente, el Concesionario Vial de los Andes (Coviandes).
Entre tanto, con vinculación de directivos de la Agencia Nacional de Infraestructura. ANI, y de contratistas, la Contraloría General anunció este martes la apertura de una actuación fiscal, por el orden de los 159.000 millones de pesos, en el caso de este puente.
Según el organismo de control, los nombres de los vinculados se mantendrán en reserva, mientras se hace seguimiento al cumplimiento del acuerdo suscrito entre la ANI y Coviandes para hacer un nuevo puente.
De cumplirse los términos de dicho acuerdo, según el cual el concesionario asume los costos del proyecto, se caería la actuación fiscal pues desaparecería el riesgo de detrimento patrimonial.
Lo que quedaba de la obra -que se había iniciado hace 4 años y medio y en la cual se habían invertido unos 700.0000 millones de pesos- fue derribado en julio pasado. Solo los cimientos quedaron en pie.
En octubre, se definió la construcción sobre esos cimientos de un nuevo puente y Coviandes escogió para ello a la firma sa de ingeniería Eiffage y a su filial en Colombia, Puentes y Torones.
De acuerdo con los tiempos, el puente debería estar listo a finales del próximo año. El gerente de Coviandes, Alberto Mariño explicó en octubre que la ejecución tardaría 27 meses, de los cuales los primeros cinco se gastarían en estudios previos a la ejecución, incluidos los diseños básicos y de infraestructura. La construcción como tal tomaría unos 22 meses.
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