“Ya no hay cojones para hacer justicia en este mundo. Solo Isis hace algo”. Este era el tipo de mensajes que se cruzaba el cubano Raúl Gutiérrez Sánchez con varios musulmanes residentes en Europa, militantes del ala más extrema del islam, con el fin de confeccionar un atentado terrorista en suelo colombiano en nombre de Alá y así traer a estas latitudes su ‘guerra santa’.
La evidencia fue recaudada por el FBI, la Guardia Civil Española y tanto de la Policía como de la Fiscalía, y será puesta en conocimiento del juez quinto penal del circuito especializado de Bogotá este lunes, si se cumple el cronograma de juzgamiento.
EL TIEMPO estableció que se pedirá una condena no inferior a 13 años de cárcel contra el cubano por intentar atentar en Colombia a nombre del extremismo de Isis.
Entre la evidencia que se descubrirá en el juicio se incluye una serie de diálogos que Gutiérrez Sánchez tenía con ciudadanos libios identificados como Maki Muhannad y Zyad Tawhid, a través de Telegram, para confeccionar bombas caseras de largo alcance y realizar actividades de inteligencia sobre los blancos de sus acciones terroristas.
Incluso, de acuerdo con la investigación, se quiere establecer si algunas de esas conversaciones tenían el objetivo de direccionar al cubano hacia la inmolación. Todo con argumentos religiosos extremos.
“Tenía la capacidad de comprender su ilicitud y de determinarse de acuerdo con esa compresión, pues no padecía ni padece inmadurez psicológica, trastorno mental, diversidad sociocultural o estado similar que le impidiera comprender la ilicitud o determinarse de acuerdo con ella”, se lee en el escrito de acusación que la Fiscalía colombiana construyó con base en las pruebas recaudadas en el país y en Europa.
Gutiérrez estaba planeando atentar contra las embajadas de Cuba y Estados Unidos en Bogotá, así como contra el máximo líder del partido Farc, Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, y el ahora senador de Colombia Humana Gustavo Petro, a quienes llama “comunistas”. Sus acciones ilícitas estaban justificadas, según él, en el hecho de que “el pueblo colombiano tomara conciencia y evitara que sucedieran cosas como en Cuba y Venezuela”.
Este cubano, capturado el pasado 12 de marzo en Bogotá, incluso llegó a ofrecerse como mesero en un restaurante aledaño a la sede de la embajada estadounidense, con el fin de realizar desde allí actividades de inteligencia contra sus objetivos y, posiblemente, ejecutar en ese lugar su acción criminal.
En otra de las conversaciones que hacen parte del acervo probatorio se escucha a un interlocutor libio preguntar: “¿Te vas a sacrificar?” Gutiérrez, quien se autocalifica como miembro activo de un kalifato y enemigo del nuevo orden mundial, respondió: “Si toca, toca. Pedí trabajo como lavador de platos”.
‘Las pruebas son irrisorias’
No obstante la evidencia que agencias internacionales y autoridades locales han recaudado contra el cubano Gutiérrez, su defensa dirá este lunes en la audiencia de formulación de acusación que no hay nada contundente que lo relacione con el extremismo de Isis, y por lo tanto se solicitará su libertad inmediata.
La supuesta evidencia de la Fiscalía no es concluyente, sus pruebas son irrisorias, y por eso se debe dejar en libertad al señor Gutiérrez
“La supuesta evidencia de la Fiscalía no es concluyente, sus pruebas son irrisorias, y por eso se debe dejar en libertad al señor Gutiérrez. Además, no hay forma de relacionarlo con un grupo terrorista como Isis”, hizo saber un miembro de su grupo de abogados.
Pero, para las autoridades, este cubano sí tenía toda la intención de realizar el primer gran atentado terrorista de Isis en Latinoamérica. De hecho, este diario estableció que le venían siguiendo la pista desde 2015, cuando fue deportado de Colombia por primera vez, algo que se repitió en agosto de 2017. Incluso, Gutiérrez estuvo al menos seis veces en territorio nacional entre 2010 y 2014.
“Alá te recibirá en el paraíso, hazlo a nombre de Alá, del islam, para vengar a los hermanos caídos”, dice otra de las conversaciones que están en el expediente y hacen parte de las conversaciones entre el cubano y los libios.
Y si bien para la defensa de Gutiérrez es prácticamente un montaje lo que se está haciendo, la Fiscalía considera que, en los 11 celulares, en el portátil y en el disco externo que incautaron al momento de su captura en Bogotá están las pruebas suficientes para que sea condenado por terrorismo.
UNIDAD INVESTIGATIVA