El excapo Fabio Ochoa cumplió su condena en EE. UU.: hay expectativa por su llegada a Colombia

Fabio Ochoa, uno de los socios de Pablo Escobar y cofundador del cartel de Medellín, duró cerca de 26 años en una prisión de Estados Unidos por el grueso expediente de narcotráfico por el que fue requerido por la justicia de ese país. El pasado 14 de septiembre cumplió la pena y estaría próximo a llegar a Colombia, según lo reveló Red Más Noticias.

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La Unidad Investigativa de este diario había corroborado en febrero de este año que la defensa del extraditado se encontraba en negociaciones con la justicia norteamericana para que Ochoa recobrara su libertad por tiempo cumplido. De hecho, se supo que obtuvo beneficios por buen comportamiento que redujeron su condena inicial de más de 30 años, proferida por la Corte Federal de Florida, en 2003. Dos años atrás, en 2001, había sido enviado a ese país por un decreto firmado por el presidente Andrés Pastrana. 

En los últimos meses, EL TIEMPO confirmó que fue traslado a una cárcel de migración de baja seguridad, que es la base previa a ser deportado a Colombia, donde ya no registrarían procesos en su contra. Fuentes de Migración aseguraron que tras ser trasladado a esta prisión, "es inminente la llegada del excapo al país en uno de los vuelos de deportados".

Fabio, el menor de los tres hermanos Ochoa (Juan David y Jorge Luis), fue socio fundador del cartel de Medellín, uno de los grupos narcotraficantes con mayor incidencia criminal del país. Fue acusado de ser uno de los artífices de una de las operaciones de contrabando más grandes del siglo, transportando ilegalmente hacia Estados Unidos 30 toneladas de cocaína pura entre 1997 y 1999.

En 1986, fue relacionado con el homicidio del informante de la DEA, Barry Seal, quien había ofrecido sus servicios como piloto al cartel.

En su dossiere se registran dos capturas. Una, en 1991 cuando acató el programa de sometimiento impulsado por el gobierno de César Gaviria. Fue liberado en 1996, pero recapturado en 1999, luego de ser requerido por el país del Norte para purgar el envío de droga a sus mercados. 

Fue condenado en 2003 por los delitos de trata de personas, conspiración, delincuencia y distribución de cocaína. 

En sus últimos años de prisión, en la cárcel de Jesup, ubicada en Georgia, Estados Unidos, estuvo vinculado con proyectos relacionados con las energías renovables. 

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Fuentes de la Fiscalía indican que sólo tiene asuntos pendientes con la justicia colombiana relacionados con procesos de extinción de dominio.

SARA VALENTINA QUEVEDO

Redacción Justicia