Algunos de los soldados procesados por la violación a una niña embera de Pueblo Rico (Risaralda) habrían llamado por celular a otros militares para que participaran en el aberrante abuso sexual.
Así trascendió en el juicio disciplinario contra siete militares señalados de participar en la violación registrada el 21 de junio.
El procurador del caso mencionó en varias ocasiones durante la audiencia que, en medio del proceso, habían surgido elementos de juicio para hablar de esa hipótesis.
La menor habría estado un largo tiempo en poder de los soldados y ellos habrían llamado a otros integrantes de la unidad militar para que se sumaran a la agresión.De hecho, el Procurador les preguntó a los uniformados que fueron escuchados como testigos, y que hacían parte de la unidad militar, si para la época de los hechos tenían celular, el número del mismo y si habían sido llamados por sus compañeros vinculados al proceso durante el lapso durante el cual la menor estuvo desaparecida.
Igualmente, les preguntó qué hicieron todo el día y toda la noche, si prestaron guardia o con quién estuvieron durante ese tiempo. Aunque en la audiencia todos los testigos negaron que los hubieran llamado para abusar de la menor, la Procuraduría mantiene esa línea de investigación y con apoyo de peritos podrá realizar un mapa con las llamadas hechas ese día entre los uniformados.
La audiencia de juicio seguirá este viernes y la Procuraduría indagará a los testigos a quienes ha advertido que deben decir la verdad, pues en las mismas diligencias reconocieron que mintieron a la Fiscalía por instrucciones de sus superiores.
Los uniformados procesados son Juan Camilo Morales Poveda, Yair Stiven González, José Luis Holguín Pérez, Juan David Guaidía Ruiz, Óscar Eduardo Gil Alzate, Deyson Andrés Isaza Zapata, y Luis Fernando Mangaret Hernández. A ellos la Fiscalía ya les imputó cargos por los mismos hechos.
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