El secuestro del papá de Luis Díaz pone a prueba el proceso de paz con el Eln

¿Cuál era el cálculo del Eln –además de obtener un millonario rescate por la vida de una persona– con el secuestro de Luis Manuel Díaz, el padre del astro colombiano del Liverpool de Inglaterra, Lucho Díaz?

Esa es la pregunta que se están haciendo, en medio de la indignación, muchos en Colombia y en todo el mundo ante el nuevo golpe a la mesa de la paz asestado por esa guerrilla, que ha puesto en evidencia los grandes vacíos de la política de ‘paz total’ del gobierno del presidente Gustavo Petro.

(Puede ver: Antonio García, jefe del Eln, dice que fue un 'error' secuestrar al papá de Luis Díaz)

Una semana después del secuestro de los padres de Luis Díaz, ocurrido en Barrancas, La Guajira, aún no se produce la anunciada liberación del padre. La madre, Cilenis Marulanda, fue puesta en libertad poco después del hecho delictivo. Y cuando centenares de policías y soldados realizaban una extensa operación rastrillo en la zona de la serranía del Perijá, limítrofe con Venezuela, para evitar que la víctima fuera llevada a ese país, el Gobierno reveló el jueves, a través de un comunicado, que el Eln era responsable del crimen y exigió la liberación, la cual según ‘Antonio García’, jefe de la guerrilla, se está orientando. Al menos así lo escribió en Telegram, añadiendo que fue un “error” ese secuestro.

Con la posibilidad de la entrega en marcha –se espera para las próximas horas–, el escenario más probable es que el proceso con el Eln siga adelante. Pero, señala el exprocurador Jaime Bernal Cuéllar, quien ha participado en anteriores acercamientos con esa guerrilla, el secuestro de Luis Manuel Díaz debe abrir la puerta para tener verdaderas reglas de juego en la negociación.

(Puede ver: Primicia: Gobierno estrena procesos de extinción de dominio exprés por deforestación)

“No se puede seguir con tanta terminología para permitir que sigan cometiendo delitos y esto es causado por una falta de claridad en la mesa de negociación, porque se dijo que hay un cese del fuego, que se refiere principalmente en detener el uso de armas, y no al cese de hostilidades, que se centra en dejar de lado acciones como extorsiones, secuestros, asesinatos, masacres y demás”, dice.

Lo cierto es que este secuestro –que se suma a otros 32 perpetrados por el Eln este año– deja en evidencia varios de los principales huecos en la estrategia de seguridad y paz del gobierno Petro. Si un crimen de tanta repercusión nacional e internacional, que además representa una violación de los compromisos de no afectar a la población civil en medio de la tregua bilateral, tuvo participación o conocimiento de los jefes del Eln, el país estaría ante una crisis en el proceso.

Pero también son fuertes las hipótesis sobre divisiones internas en la guerrilla, versiones que no son nuevas, y que apuntan a la decisión de varios frentes de negarse a cumplir las órdenes del Comando Central del Eln (Coce) y a la incapacidad de este para imponerse sobre todas sus estructuras.

(Le dejamos: JEP hará contrastación de declaración de Mancuso y decidirá si lo acepta)

Sebastián Reyes, profesor de la Universidad de San Buenaventura, sede Bogotá, sostuvo que no solo basta con la liberación del padre de Luis Díaz como gesto de buena voluntad, “sino que se debe pensar en un mecanismo que debe desarrollar el Eln para garantizar la legitimidad del proceso, para volver a fortalecer la construcción de confianza y tratar de que la percepción de la opinión pública sea por lo menos aceptable”.

La ruta de los secuestradores, directo hacia territorio venezolano, deja también en evidencia la importancia de lograr que el régimen de Nicolás Maduro les cierre espacios al otro lado a todos los actores del crimen en Colombia. La reactivación de la diplomacia entre Caracas y Bogotá, según altos mandos policiales, no se ve aún en este campo, clave para la seguridad de las dos naciones.

“El Eln no considera dejar de secuestrar como una condición para avanzar en el diálogo. Para esta guerrilla, este es un asunto que debe abordarse como parte de los temas de la negociación; mientras tanto continuará con esa práctica como parte de su ‘rebelión armada’ ”.

Así lo señala un informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP) sobre los retos del actual intento para adelantar un proceso de paz con esa guerrilla, que a lo largo de los acercamientos con otros gobiernos se ha resistido a renunciar a esa práctica ilegal. Se advierte además que esa reticencia de la guerrilla ya en el pasado ha llevado al estancamiento del diálogo e incluso a su terminación. De hecho, ya durante los gobiernos de los presidentes Juan Manuel Santos e Iván Duque la condición de dejar de secuestrar y liberar a todos los rehenes había sido una piedra en el zapato para poder avanzar en la paz.

(Puede ver: Los contratistas que aceptaron cargos por red corrupta del exsenador Mario Castaño)

El analista Eduardo Pizarro Leongómez recordó que la muerte durante su cautiverio del exministro Argelino Durán Quintero en 1992 fue el detonante que acabó con los diálogos de paz en Tlaxcala (México), entre el gobierno de César Gaviria y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (Cgsm), integrada por las Farc, el Eln y el Epl.

A su turno, Luis Fernando Trejos, profesor del programa de Ciencias Políticas de la Universidad del Norte, enfatizó que el secuestro es una talanquera en las negociaciones. “Hay antecedentes que perturban los escenarios de negociación, pero este secuestro pone en crisis la situación. El Eln ha tratado de capitalizarlo como un gesto de buena voluntad, pero este caso supera esas fronteras”, señaló Trejos.

Ese tipo de acciones terminan menguando el apoyo de amplios sectores del país a la negociación y ponen en aprietos al Gobierno, del que se espera una reacción más dura frente a ese tipo de delitos. De hecho, ya amplios sectores cuestionan que mientras que se mantenía en vilo la suerte del secuestrado se conocía un borrador de decreto con el que el gobierno del presidente Gustavo Petro buscaría la suspensión de las órdenes de captura de otros integrantes de esa guerrilla.

(Sugerimos: Magistrada Cristina Lombana asumirá proceso que se le sigue al senador José Gnecco)

Las críticas al grupo ilegal han llegado, incluso, de de la desmovilizada guerrilla de las Farc. “Qué incapacidad política la del Eln, qué torpeza tan desafiante. Y la derecha, feliz con el Eln a su servicio”, dijo el exjefe guerrillero Pastor Alape.

Y el analista León Valencia señaló: “Al Eln se le ocurrió realizar el delito más odiado por la sociedad colombiana contra el jugador más querido por el país para echarse la opinión nacional e internacional encima”.

A esto se suma que el fiscal general, Francisco Barbosa Delgado, advirtió el viernes que el ente acusador no dejará de investigar ese tipo de hechos independientemente de la existencia de las negociaciones de paz.

La FIP dijo que, a diferencia de lo que ocurrió en el anterior proceso de negociación con el Eln, “debido al Acto Legislativo n.º 02 de julio de 2019, ni el secuestro ni el narcotráfico pueden ser considerados como delitos políticos o como conductas conexas a estos. Por lo tanto, no podrá existir respecto de ellos amnistía o indulto”.

Esto porque en la Fiscalía “hay procesos activos contra del Eln por estos delitos y una decena de sus integrantes están pedidos en extradición por narcotráfico”. De las decisiones del Gobierno en las próximas horas dependerá mucho la confianza en el proceso de paz con el Eln y la posibilidad de que la comunidad internacional y los ciudadanos acompañen los avances en la negociación de paz.

Sair Buitrago

Redacción Justicia

En X: @JusticiaET