Con el capo "Marihuano", segundo al mando del Clan del Golfo" se volvió a ver en el país el indignante espectáculo de una comunidad entera rindiendo homenaje a un criminal
"Viva 'Marihuano', viva 'Marihuano', siempre te recordaremos", gritaban las personas que estuvieron en la velación y posterior entierro de Nelson Hurtado Simanca, muerto hace una semana por la Policía Nacional.
'Marihuano' fue dado de baja junto a tres de sus lugartenientes, entre ellos, al parecer su compañera sentimental, en medio de una operación adelantada por los Comandos Lobos en zona rural de Riosucio, Chocó.
El cuerpo de 'Marihuano' fue reclamado por sus familiares y trasladado a una vereda de Chigorodó (Antioquia) para darle sepultura.
En esta ocasión, los allegados al narco no obligaron a la comunidad en pleno, sino que divulgaron públicamente el lugar de las exequias. Pero eso no evitó que asistieran muchas personas al punto, y al mejor estilo de los "capos del narcotráfico" sobraron las excentricidades.
"Bebieron en exceso, se disparó al aire, lanzaron mucha pólvora, la música de fondo eran corridos mexicanos, no faltaron los marichis, y tanto hombres y mujeres lo lloraron", dijo a EL TIEMPO un oficial de la Policía.
El cuerpo del que fue uno de los delincuentes más temidos del país estuvo listo el miércoles y se le acondicionó un cajón de madera fino, con incrustaciones que aparentaban ser de oro.
"Inicialmente el ataúd fue ubicado en una sala como se ve en la foto. Pero al calor de los tragos el cajón terminó en el patio, donde los asistentes lo abrazaban y le cantaban alrededor", relató el oficial.
Y en medio de licor, cantos y balas al aire enterraron en algún lugar de Chigorodó al hombre de confianza de Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, el jefe máximo del 'Clan', de quien se afirma se sintió "golpeado" con la muerte de 'Marihuano', con quien delinquió desde que hicieron parte de las filas de la Autodefensas.
De hecho, 'Otoniel' es el narcotraficante más buscado en el país, quien se convirtió en un "reto" para la Fuerza Pública: lograr su captura o neutralización a corto plazo es la meta fijada por los uniformados.
JUSTICIA.