Los efectos que podría tener la nueva directriz del servicio militar en la seguridad del país

Con la entrada en vigencia del Decreto del Servicio Militar Alternativo, el 1079 de 2024, varios expertos en el tema de Defensa aseguran que se presentará una grave afectación a la estructura de las Fuerzas Militares de Colombia, (Ejército, Armada y Fuerza Aérea), presentándose un impacto negativo a los componentes de doctrina militar, entrenamiento, organización e infraestructura.

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De acuerdo con la norma, los jóvenes entre los 18 y los 24 años, tendrán a disposición seis enfoques y 11 modalidades para desarrollar por 12 meses actividades que, según la disposición, “contribuyan a la construcción de una paz estable y duradera”, además se contempla que reciban el 80% de un salario mínimo legal vigente, lo que equivale a 1.067.000.

La advertencia de los expertos radica, entre otras, a que la nueva directriz afectará las zonas más vulnerables por la violencia y donde hay más presencia de grupos armados, toda vez que se podría presentar un incremento del reclutamiento de menores.

Para Duvan Castañeda García, abogado Penalista y consultor en asuntos militares, el componente doctrinal militar se “afectará gravemente” por la baja incorporación de jóvenes al servicio militar obligatorio, dado que, los aspirantes que presten un servicio militar alternativo “no serán formados conforme a la doctrina militar colombiana”, es decir, serán jóvenes que no estarán entrenados para defender la soberanía, la independencia, la integridad territorial y la protección de la población civil.

“El entrenamiento, como componente fundamental de la estructura de las Fuerzas Militares, también presentará una grave afectación, pues al presentarse una baja incorporación de jóvenes, el entrenamiento militar perderá pro-eficiencia, es decir, los Batallones de entrenamiento Militar no van a poder entrenar al personal suficiente, sencillamente porque no habrá personal para entrenar, lo que consecuentemente se va a reflejar en que no habrá suficiente personal disponible para cumplir los órdenes operacionales para mantener la soberanía de nuestro país”, dijo el experto.

También consideró el abogado que la baja incorporación de jóvenes al servicio militar obligatorio, “afectará gravemente” el entrenamiento en los subcomponentes de Tácticas, Técnicas y Procedimientos Militares (TTC), pues al presentarse menos personal, no se podrán desarrollar claramente estos aspectos, toda vez que no habrá el personal suficiente para conformar los pelotones o las escuadras requeridas para el cumplimiento de las misiones militares, lo que finalmente representará un impacto negativo en la capacidad de respuesta operativa de nuestras Fuerzas Militares.

De acuerdo con el Ministerio de Defensa, 70.815 hombres y mujeres están prestando servicio militar en las Fuerzas Militares de Colombia. De la cifra, 65.891 son hombres y 4.924 mujeres.

Por fuerza, el Ejército tiene 61.070 personas prestando el servicio, la Armada 8.534 y la Fuerza Aérea Colombiana 1.211.

El experto en temas de seguridad nacional, Javier Rincón, señaló que este decreto afectará el funcionamiento de las Fuerzas Militares, en razón a que, contrario a lo que se afirma, los soldados incorporados por servicio militar obligatorio desempeñan funciones de vigilancia y no de combate.

“La reducción de este componente (soldados incorporados por servicio militar obligatorio) necesariamente impacta el funcionamiento de la estructura militar, en la medida que las funciones de vigilancia que actualmente desempeñan deberán ser asumidas por otros de la fuerza, muy seguramente soldados profesionales, lo que implicaría incorporar más soldados profesionales, lo cual no sólo aumentará exponencialmente el gasto del sector, sino que, a su vez, implicará un “desaprovechamiento” del recurso humano en la medida que el soldado profesional, por formación está precisamente destinado a actividades de combate y no de “simple” vigilancia”, señaló el experto.

Advirtió Rincón que si no se llegará a suplir el vacío que dejará la posible “desbandada” hacia el servicio militar alternativo, la afectación no solo sería económica, sino, a su vez, operacional. “Creo que este decreto, en cualquier circunstancia, tendrá un desfavorable impacto en las relaciones entre las Fuerzas Militares y la comunidad, toda vez que tradicionalmente la cercanía de la población con sus Fuerzas Militares se ha dado por el vínculo que esta tiene a través del servicio militar obligatorio”.

En su momento, el brigadier general Ruddy Arias Rodríguez, quien se desempeñó como jefe de Estado Mayor de Planeación y Políticas del Ejército Nacional y quien salió de la institución a finales del año pasado, indicó que la eliminación del Servicio Militar no era viable “debido a que el Estado, ante los actuales y futuros desafíos de seguridad humana integral, debe mantener un pie de fuerza que permita cumplir los fines del Estado”.

JESÚS BLANQUICET

Redacción Justicia

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