La sostenibilidad como estrategia de negocio

El compromiso por el cuidado del medioambiente ha generado cambios, que van desde la creación de empresas para transformar los desechos en nuevos productos y materias primas, hasta compañías que ofrecen construcción modular con parámetros sostenibles. Pasando también por aquellas que sustituyen o reducen el uso de recursos obtenidos de la naturaleza.

Modalidades como la economía circular que surgen a partir de este tipo de iniciativas, que buscan devolver los desechos a las cadenas productivas, generando una reducción de los mismos a nivel mundial. En la carrera por impulsar estas ideas se encuentran compañías como Argos, quienes ven en la sostenibilidad una manera de cuidar el planeta, mejorar la calidad de vida de las comunidades y un ‘core’ de negocio. De hecho, en el 2018 la compañía logró ingresos superiores a 147 millones de dólares por productos con características de sostenibilidad.

En el mundo del cemento hay muchos frentes desde donde se puede cuidar el planeta. El aporte puede estar en la disminución del uso de recursos naturales o en el aprovechamiento de residuos de la industria de la construcción y la demolición, así como la ceniza proveniente de las quemas, llantas, entre otros materiales que de no reutilizarse podrían terminar en botaderos de basura.

María Isabel Echeverri, vicepresidente de Sostenibilidad de Argos, cuenta que en la producción del cemento se necesita de calor o energía, entonces para sustituir el carbón o el gas, se puede utilizar como combustibles alternativos las llantas que ya no se utilizan, se trituran y se meten en los hornos como materia para generar la combustión.

En este caso, la compañía está dejando de consumir combustibles fósiles y los reemplaza por unos alternativos. Lo mismo pasa con los agregados que se usan para hacer la mezcla de cemento, para los cuales se pueden utilizar “los residuos de los escombros que quedan después de procesos de demolición”, asegura la experta. Estos deben pasar por una clasificación y transformación para cumplir con tal propósito.

“Esto, que originalmente iría a un botadero y sería un residuo de clasificación en las ciudades, lo reutilizamos como un agregado reciclado en nuestra mezcla de concreto”, manifiesta Echeverri.

Con estas acciones, durante el 2018 Argos alcanzó una sustitución del 9,8 por ciento de sus materias primas en cemento, 16,3 por ciento en concreto y un 5,1 por ciento de combustibles alternativos.

Adicional a esto, Argos ha desarrollado varios productos con características de sostenibilidad que ayudan a minimizar otros impactos. Por ejemplo, el concreto permeable permite que se filtre el agua lluvia. Se utiliza para prevenir inundaciones en las ciudades, así como para capturar y reutilizar el ‘preciado líquido’. Además, la experta explica que su uso reduce el famoso efecto isla de calor.

Aunque el grupo empresarial Eterna tiene unidades de negocio de caucho industrial, aseo del hogar, productos médicos descartables y cuidado infantil; luego de darse cuenta del aporte que podían hacerle al planeta y a la diversificación de la compañía, desarrollaron la marca Eterna Pro para el sector de la construcción en el cual reutilizan los desechos de guantes domésticos y retales de látex que se generan en sus plantas de aseo para hacer otro tipo de insumos.

“Hemos sido pioneros en el desarrollo de productos amigables con el medioambiente y somos conscientes que, con nuestra manera de actuar, podemos reducir la generación de residuos no biodegradables y reutilizarlos en productos que proporcionen un valor agregado a la sociedad, buscando de esta manera disminuir el impacto ambiental de nuestra actividad industrial”, explica Ricardo Escobar, presidente del Grupo Eterna.

Precisamente esto es lo que hacen desde la marca puesto que han generado un proceso de recuperación que busca optimizar el ciclo de restauración de componentes anteriormente mencionados que contribuyen a la disminución de la contaminación de productos que son considerados ambientalmente peligrosos como también lo es el polvo de llantas desechadas.

Todo esto se convierte en productos como reductores de velocidad, tope llantas para parqueaderos, pisos de caucho para gimnasios y jardines infantiles y láminas para suelas de calzado.

LUZ NELLY GALÉ

Redacción EL TIEMPO