La fórmula que puso sobre el tapete el profesor Jeffrey Sachs, conferencista principal en el Foro Mundial del Café, que concluye este jueves en Brasil, ya estaba cantada: pedir la participación de la industria en un momento en el que el bajo precio del grano tiene en jaque a 25 millones de familias en el mundo dedicadas al cultivo de este producto y que no alcanzan a recuperar los costos.
Sin embargo, tras la presentación del estudio ‘Análisis económico y de políticas para mejorar los ingresos de los pequeños productores de café’, el experto agregó la idea concreta de crear un fondo mundial como un salvavidas para los productores, cuyos recursos iniciales serían 10.000 millones de dólares, 25 por ciento de los cuales tendrían que provenir de la industria.
En opinión de Sachs, la estrategia necesitaría el concurso de varios actores. Así, esfuerzos públicos y privados para inversiones directas en finca por la misma cantidad que pone la industria; el desembolso presupuestal del sector público, que tendría que ser por el mismo valor, y se requerirían aportes de donantes por igual monto.
Si la fórmula funciona sería un ejemplo para otros sectores
De resultar exitoso el esquema, se convertiría en un ejemplo para otros sectores en el mundo, puntualizó el académico.
El gerente de la Federación de Cafeteros de Colombia, Roberto Vélez, también intervino en el mismo sentido. “No parece ético ni moral que una industria que está ganando plata pague a los productores por debajo del costo de producción. (...) Nos falta que parte de la industria entienda que este es el deseo de los productores de café”.
En el evento global, Vélez propuso crear una cadena de custodia del precio pagado por el café “para que una proporción digna llegue efectivamente al productor y no se quede en la cadena”.
Nestlé y el Grupo JAB se reparten casi el 40 por ciento de las ventas de café en el mundo, seguidos por empresas como Lavazza, JM Smucker, Kraft Heinz y Tchibo
Al foro asisten 1.500 productores del mundo y, ante ellos, Sachs volvió a insistir en la concentración de la riqueza que genera el café, el segundo producto más comercializado a nivel mundial después del petróleo y el segundo más consumido después del agua.
“Nestlé y el Grupo JAB (de la familia alemana Reimann) se reparten casi el 40 por ciento de las ventas de café en el mundo, seguidos por empresas como Lavazza, JM Smucker, Kraft Heinz y Tchibo”, dijo.
Además, enfatizó en la concentración productiva en el mundo, que en la actualidad está en más de la mitad, en manos de Brasil y Vietnam, lo cual calificó como “muy malo para toda la cadena”.
Esto no solo porque desde 1995, las dos naciones representan el 83 por ciento del aumento de la producción mundial, sino porque han logrado hacer grandes inversiones en la mecanización y productividad, lo que puede determinar los precios.
Las conclusiones definitivas se darán a conocer este jueves, al cierre de la jornada.
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