¿Tienen razón rappitenderos que protestan por condiciones laborales?

Más allá de la variedad de circunstancias que denunciaron los más de 100 rappitenderos que protestaron este jueves en Bogotá, el no pago de la seguridad social y, en particular, el desamparo ante un accidente laboral, son unos de los temas que tienen en la mira los analistas laborales del país, que además, están a la expectativa de un pronunciamiento del Ministerio del Trabajo, desde el cual se informó que tienen en estudio la situación antes de mostrar su posición.

Los rappitenderos que se manifestaron alegaron que su situación es la viva expresión de la ‘la precariedad laboral’, pero se mantienen allí, a la espera de una mejor oportunidad en el mercado profesional.

Para el investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, Iván Jaramillo, se trata de un debate que se le viene encima a Colombia, así como se está dando en Italia, Francia y Barcelona, en donde ya hay sentencias a favor de los domiciliarios.

Hay que recordar que Rappi es una plataforma de servicio que opera en siete países -Argentina, Brasil, Chile, México, Uruguay, Perú y Colombia- y 50 ciudades de la región. En nuestro país tiene 12.000 rappitenderos, en su mayoría, jóvenes (muchos de ellos venezolanos) que recorren en bicicleta las vías para llevar domicilios a miles de personas.

Malos pagos, desamparo en materia de seguridad social y en caso de un accidente fueron algunos de los alegatos de los rappitenderos, que argumentaban: "Ganamos $ 1.900 por pedido, cuando Rappi al principio pagaba $ 3.500 por el servicio, además nos hacen pagar por la maleta $ 80.000". Inclusive, algunos de los manifestantes indicaron que "no les alcanza para pagar seguridad social y nadie les responden en caso de un accidente".

Al respecto, los voceros de la plataforma dijeron en un comunicado que "los rappitenderos obtienen sus ganancias del valor de la entrega, complejidad y esfuerzo de cada pedido -que dependerá de la distancia y otras variables- y de las propinas que dan los s. Estas ganancias también pueden variar durante horas pico y los fines de semana, dependiendo del número de órdenes que realicen a favor de los s consumidores". 

Desde el punto de vista del experto en derecho laboral, se trata de un tema de fondo, pues "no son trabajadores clásicos, es claro que son atípicos, pero en la medida en que son sometidos a un fuerte control virtual, a través del celular, las jurisprudencias que están emitiendo los altos tribunales en países europeos se están centrando en el reconocimiento de derechos mínimos. Se les debe reconocer como trabajadores -al menos trabajadores digitales- y, en consecuencia, tienen que tener seguridad social y libertad sindical".

Según lo expresado por Jaramillo, las denuncias presentadas por los rappitenderos el jueves pasado "derivan de una ausencia del carácter protector al trabajador; de la ausencia de contenedores sociales que permitan subrayar que el trabajo no es una mercancía". Mucho menos en un Estado Social de Derecho, como el que existe en la normativa colombiana, agrega el especialista.

Recientemente, por el Congreso de la República pasó un proyecto de ley del senador Rodrigo Lara, que pretendía crear el 'Régimen laboral del trabajo digital'. La iniciativa se hundió en la Cámara de Representantes, donde ni siquiera la comisión correspondiente (la séptima) le dio el debate.

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