"Un país descuadernado, que ha retrocedido cerca de tres décadas y aún con todo por hacer", es el balance que los comerciantes del país hicieron de este segundo año del actual gobierno del presidente Gustavo Petro, en el que las cifras, tanto en lo económico, en materia de seguridad, del manejo de la política y el desarrollo social son bastante negativas y preocupantes. Por eso, hicieron un fuerte llamado a trabajara con el objetivo de "cambiar el rumbo del país y solo lo podemos hacer unidos", señaló Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco)
Aunque el rumbo que trae la economía colombiana es una de las grandes preocupaciones de los comerciantes, sobre lo cual insistieron en que haya una verdadera voluntad del Gobierno para crear mecanismos y alternativas que logren encausar su rumbo hacia un crecimiento sostenido, también lo es la creciente inseguridad que ronda al país, en especial, el disparo de fenómenos como la extorsión y el secuestro, buena parte de los cuales impacta comerciantes y, por ende, a la actividad que estos desarrollan.
"Este es un tema que requiere inmediata atención por parte del Gobierno y las autoridades, pues la situación es dramática en muchas ciudades y regiones del país", enfatizó el dirigente gremial durante su intervención al inicio de su congreso anual, al tiempo que mencionó las cifras que evidencian ese disparo en la seguridad.
Mencionó, por ejemplo, con base en cifras oficiales, como hasta el primer semestre del año las extorsiones habían aumentando en un 27,5 por ciento respecto al mismo periodo del 2023, las acciones terroristas un 70 por ciento, el reclutamiento de menores por parte de los grupos armados al margen de la ley un 26 por ciento, mientras que los secuestros pasaron de 1.112 en junio del 2023 a 1.141 casos un año después.
También comentó que la presencia de grupos armados en los municipios se incrementó en un 56 por ciento en el caso del ELN, 84 por ciento en el caso de el Clan del Golfo, y 141por ciento de las disidencias de la FARC. "Los enfrentamientos pasaron de 55 en el primer semestre del año pasado a 112 en este primer semestre, más del doble, situación que ha generado un incremento del 31 por ciento de desplazamientos".
Agregó que ese deterioro en la seguridad es producto "de la fallida y nefasta política de Paz Total, política que ha generado permisivamente un crecimiento alarmante y desbordado de grupos e integrantes al margen de la ley con el obvio crecimiento de las hectáreas dedicadas a los narco cultivos".
Pobre desempeño
A esa radiografía se sumó la de la economía del país, que en opinión de los comerciantes, es nefasta, pues luego de los crecimientos observados en el 2021 y 2022, se cayó en un estancamiento de casi no crecer, apenas el 0,6 por ciento con la llegada del actual gobierno, ritmo que sigue siendo lento en el 2024, por lo que no se puede hablar aún de reactivación, más todavía, cuando sectores productivos tan importantes como el comercio, la industria y la construcción están en balance negativo.
Cabal se refirió a los pobres resultados del comercio, la generación del empleo, la situación del sector de la salud, que cada día se agrava más, el panorama de las relaciones internacionales de Colombia, la crisis energética, entre otros problemas, e hizo una especial mención a los innumerables escándalos de corrupción y los escándalos políticos que empañan la imagen del país y dejan muy mal parado al actual gobierno, frente a los cuales los colombianos merecen respuestas.
"Colombia merece respuestas porque el silencio en las decisiones y la impunidad tienen efectos negativos y desmoralizadores para la sociedad. El país no puede acostumbrarse a la ilegalidad y a la impunidad, con hechos tan graves y delictivos", señaló el presidente de Fenalco.
Las salidas
Bajo ese panorama, el vocero de los comerciantes hizo un llamado a los empresarios del país a no desistir en sus esfuerzos por mantener a flote a la economía ni en su empeño por sacar adelante al país, frente a lo cual les hizo varias recomendaciones.
Les dijo, por ejemplo, que "el verdadero cambio se empieza a gestar en las elecciones de Congreso en marzo del 2026; estamos a tan solo 17 meses. Tenemos el reto de tres elecciones para un nuevo gobierno, para conseguir un verdadero cambio, ese que queremos más del 70 por ciento de los colombianos y que le dé un nuevo rumbo estratégico al país".
Las propuestas de Cabal a sus agremiados y al país en general las resumió en varios puntos clave:
El primero, apunta a analizar y evaluar todas las medidas a través de decretos o resoluciones que en los últimos años el gobierno ha emitido y que van en contravía de nuestras libertades individuales y económicas, que amenazan la democracia y el estado social de derecho y afectan al tejido empresarial.
Como segunda medida, realizar el mismo proceso con los actos legislativos del Congreso, leyes aprobadas y reformas en contravía de fortalecer la democracia, la libre competencia y la economía de mercado, acciones que requerirán de financiación por parte del sector privado. "Primero hay que salir a financiar procesos y luego si a candidatos", dijo.
Otro aspecto a punta a la construcción de un proyecto colectivo, político, económico y social que involucre al empresariado, como motor del desarrollo del país y a la institucionalidad del Estado como pilares de la defensa y fortalecimiento de la democracia, a los entes territoriales y a las fuerzas militares como garantes de la vida y honra de los colombianos.
"En esta etapa de construcción también debemos trabajar con equipos multisectoriales, sin distingo de intereses personales o partidistas", señaló, al tiempo que insistió en que: "Si queremos recuperar el rumbo necesitamos, hoy más que nunca, un compromiso indeclinable del empresariado en este proceso de cara al 2026. Este compromiso no debe ser solo con financiación a campañas de candidatos, sino más propositivo y exigente, como, Participar con ideas en grupos, asociaciones o gremios para ayudar en la agenda de prioridades que requiere el país".
Además, invitó a apoyar financieramente procesos de trabajo para la recuperación y construcción del país, revisar las actuaciones actuales y pasadas de candidatos al Congreso y a la presidencia, antes de hacer aportes a las campañas, apoyar a la presidencia a aquellos candidatos que se comprometan con una agenda programática de prioridades del país y a buscar procesos de unión y convergencia para evitar la dispersión y división entre candidatos, que defienden los mismos principios.