En el último año, solo 251.000 personas lograron superar la pobreza multidimensional en Colombia, 87.000 menos que en el 2023 y 1,22 millones por debajo del registro del 2022, cuando, según lo muestra el Departamento istrativo Nacional de Estadísticas (Dane), más de 1,4 millones de colombianos salieron de esa condición.
El descenso de la pobreza multidimensional el año pasado fue solo de 0,6 puntos porcentuales y se situó en 11,5 por ciento, lo que sugiere que poco más de 6 millones de nacionales aún no satisfacen necesidades básicas como salud, educación, empleo, bienestar y un hogar digno, entre otras variables de calidad de vida.
El Dane también reveló que la mayor concentración de la pobreza multidimensional del país está en las cabeceras donde cerca de 3,2 millones de personas se mantienen en esa situación(7.8 por ciento de la población total); en los centros poblados y rural disperso ( y RD) hay unos 2,93 millones en similar condición (24,3 por ciento). Y mientras en las primeras 175.000 lograron salir de esa circunstancia, en los segundos solo lo hicieron 77.000 individuos.
Como se recuerda, el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) mide la pobreza más allá del solo ingreso económico que tenga un hogar, considerando diversas dimensiones que afectan el bienestar de las personas, como carencias en temas de salud, educación, empleo, estándar de vida, entre otras. Así las cosas, se considera que una persona está condición de pobreza si cuenta con privaciones en al menos 5 de esas variables.
Al mirar el comportamiento de este indicador en el desagregado por regiones, se tiene que la Caribe y la Central concentran la mayor población en esta situación de pobreza, la primera con más de 2,2 millones y la segunda con 1,37 millones de personas en ese estado. No obstante, esta última y Bogotá fueron las únicas en donde el año pasado se registraron incrementos de esa población, 81.000 y 143.000 individuos, destacan la estadísticas del Dane.
Por departamentos, las cifras oficiales reafirman que la periferia sigue concentrando los índices de pobreza multidimensional más altos, puesto que Vichada (70,2 por ciento), Guainía (49 por ciento), La Guajira (39,3 por ciento), Vaupés (37,4 por ciento), Chocó (33,9 por ciento) y Córdoba (25,7 por ciento), lideran el ranquin de la incidencia más alta de esta problemática social.
A su vez, Bogotá (5,4 por ciento) aparece con el dato más bajo, pese al aumento registrado de la población en esa situación, seguido por San Andrés (6 por ciento), Valle del Cauca (6,2 por ciento), Santander (6,8 por ciento), Boyacá (6,9 por ciento) y Cundinamarca (7,4 por ciento); todas por debajo del promedio nacional.
Empleo y educación, mayores barreras
Por su parte, en las regiones Caribe y Oriental se destaca el volumen de personas que superaron esa condición en el 2024, con 170.000 y 220.000 personas, respectivamente.
El Índice de Pobreza Multidimensional mide en particular 15 indicadores que se agrupan en cinco dimensiones, cada una con una ponderación diferente, y allí se observa que educación y trabajo incidieron en más del 50% de los datos conocidos; mientras que salud es la de menor impacto, aunque si se compara con 2023, tuvo un aumento importante.
En lo que concierne a las variables que mide el ente estadístico oficial, el trabajo informal es una de las grandes barreras para que las personas tengan una mejor calidad de vida, pues esa circunstancia golpea al 70,7 por ciento de los hogares. Le siguen, de lejos, factores como el bajo logro educativo (38,3 por ciento), lo que no terminaron su ciclo escolar; el rezago escolar (22 por ciento), y el desempleo de larga duración (13,8 por ciento), entre los mayores obstáculos que impiden a millones de colombianos mejorar su bienestar y condiciones de vida.
Las estadísticas dejan ver que, si bien en la mayoría de las 15 dimensiones que tiene en cuenta el Dane para medir la pobreza dimensional en el país hubo descensos, hubo una que mostró un crecimiento significativo. Se trata de las barreras de a los servicios de salud, que en el último año presentaron un repunte de 1,1 puntos porcentuales, al pasar de 1,8 a 2,9 por ciento.
En cuanto a las brechas de género, el ente oficial destacó que el 12,9 por ciento de las personas que habitan en hogares con jefatura femenina están en situación de pobreza multidimensional en el país, frente al 10,4 por ciento de quienes viven en hogares con jefatura masculina, siendo estos últimos en los que se registra una mayor reducción, 0,8 puntos, el doble de los primeros.
Por regiones, la mayor incidencia de las personas que viven en un hogar con jefatura femenina se halla en la región Caribe con 19,2 por ciento, seguida de la Amazonía-Orinoquía con 18,2 por ciento y la Pacífica con 13,1 por ciento.