La lotería lleva siglos jugándose en Colombia y aunque no se tiene una fecha exacta de cuándo empezó, se cree que fue alrededor del 1.700.
Según investigaciones del historiador Roger Pita Pico, para esta época se instauró la primera lotería oficial en el virreinato de Nueva España, conformado por países de Centroamérica y México.
En Colombia los registros no son tan específicos pero se sabe que en todo el continente ya se jugaba la lotería. En el país, este tipo de juegos de azar fueron altamente perseguidos. La iglesia y las autoridades no lo veían de buena manera, por lo que se realizaban solo en fiestas privadas.
Estos juegos eran condenados porque se creía que llevaban a las personas al ocio, a los vicios y a abandonar sus familias y responsabilidades. Además las autoridades no veían con buenos ojos la repentina ganancia de una persona por medio del azar.
Fue tanta la persecución que en 1800, en la villa de Medellín fue prohibido por los supuestos desórdenes sociales y problemas económicos que causaba.
A pesar de esta prohibición, únicamente para Medellín, a finales de 1.700 las autoridades quisieron empezar a regular la lotería. El gobierno español se dio cuenta de que si ellos manejaban este monopolio podían sacar grandes ganancias de Colombia sin necesidad de poner más impuestos a las personas.
Era un juego asequible a toda la población y en este participaban todos los grupos étnicos y clases sociales. Cada boleta era vendida a un valor económico y pusieron topes para evitar que una sola persona comprara demasiadas.
En junio de 1792 se instauró la primera lotería oficial en la historia de Colombia, esta se hizo con el respaldo del gobierno del virreinato. La lotería funcionaba en Santa Fe de Bogotá y se sorteaba mensualmente con un fondo de mil pesos.
Los premios eran de 825 pesos, 25 restantes se usaban para el funcionamiento y los otros 100 iban al establecimiento.
La lotería para causas sociales
Décadas después, el juego de la lotería encontró su mayor punto alrededor de 1823, luego de la independencia con España. En ese momento el gobierno central entregó los sorteos a cada departamento con el objetivo de que las ganancias se usarán en obras de beneficio social.
La lotería se estableció en cuatro ciudades principales: Medellín, Santa Fe, Cartagena y Mompós. El propósito era que ayudaran a solucionar los problemas fiscales que estaba teniendo el país sin el gobierno español.
El juego continuó siendo regulado por el establecimiento y las autoridades oficiales, debido a que era una opción para ellos de obtener ingresos adicionales. Al mismo tiempo, era una alternativa para los ciudadanos de salir de la pobreza.
Aunque la mayoría de las loterías no cumplieron su fin de ayudar a la sociedad con sus ganancias, sí sirvieron en su momento para cubrir gastos del estado. Entre esos, ayudó a financiar imprevistos como la epidemia de viruela que azotó a Santa Fe en 1802.
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