Con la experiencia adquirida el año pasado, durante la etapa más aguda de la pandemia, Colombia se alista para recoger los más de 6 millones de sacos de café que, de acuerdo con las estimaciones de la Federación Nacional de Cafeteros, se producirán este primer semestre.
La Federación estima que para lograrlo se requerirá el concurso de unos 137.500 recolectores, entre mano de obra local y trashumante, que deberán apegarse a los protocolos de bioseguridad que permitieron recoger la cosecha el año pasado, con una incidencia baja de casos de nuevo coronavirus.
Departamentos y regiones como Boyacá, Cundinamarca, norte del Huila, Cauca, Nariño, centro y sur de Tolima estarán en cosecha principal, mientras que Antioquia, Caldas, Risaralda, sur del Huila, Valle del Cauca y una pequeña parte de Santander estarán en traviesa o mitaca. En el Quindío, la mitad de los municipios estarán en cosecha principal y la otra mitad en traviesa.
Roberto Vélez Vallejo, gerente general de la Federación, señaló que “capitalizando lo aprendido en el 2020, la Federación de Cafeteros afinó esfuerzos para que la cosecha de este primer semestre se pueda recoger sin mayores contratiempos, cuidando siempre la salud y la vida de la gran familia cafetera”.
Las regiones centro del país, con 50,9 por ciento, y sur, con 41,4 por ciento, concentrarán la mayor parte de la cosecha esperada para este primer semestre.
Bolsas locales de empleo
Para suplir buena parte de la mano de obra, como parte del Plan Cosecha se siguen promoviendo las bolsas locales de empleo, a las cuales se vinculan los potenciales recolectores, lo que evita el traslado masivo de personal y a la vez se reactivan económicamente las regiones.
La Federación promueve además entre los productores la retención de pases (dejar los granos de café hasta 35 días en el árbol para concentrar la recolección y mejorar la oferta de frutos cosechables), así como el uso de lonas y la derribadora DSC-18 como herramientas de cosecha asistida que optimizan el uso de mano de obra.
Cuando los recolectores requieren movilizarse de un departamento o una región a otros, se cuenta con el debido acompañamiento de las autoridades, que aseguran el estricto cumplimiento de las medidas de bioseguridad.
El buen relacionamiento de la institucionalidad cafetera con las autoridades nacionales, departamentales y municipales (incluidas las de salud) ha sido clave para mantener a raya los contagios de covid-19 y evitar repuntes de casos, tanto para las familias caficultoras como entre los recolectores.
A esto se suma el apoyo de la Policía y el Ejército Nacional, cuyo acompañamiento es garantía de orden público y seguridad en las zonas productoras, tanto para movilizar mano de obra, café y valores, así como la presencia en fincas y patrullajes.
El año pasado, gracias al esfuerzo conjunto de caficultores y autoridades, la producción de café alcanzó los 13,9 millones de sacos de 60 kilos, por un valor de 9 billones de pesos, el mayor en 20 años.
Esta cifra confirma al sector cafetero como motor clave de la economía, factor de estabilidad social en vastas zonas del país y, en el caso particular del año de la pandemia, tabla de salvación para amplios sectores de la población.
Indicadores clave de la caficultura mantienen tendencias positivas
A pesar de las restricciones que impuso la pandemia, los principales indicadores de la caficultura han mantenido tendencias hacia la mejora.
En Colombia hay 844.743 hectáreas de café (de las cuales 83 por ciento están en etapa productiva), con una edad promedio de 6,89 años, una densidad de 5.261 árboles por hectárea y 84 por ciento del área sembrada en variedades resistentes, todo ello gracias al esfuerzo por lograr cafetales tecnificados, jóvenes y altamente productivos con ayuda de las renovaciones.
La productividad media alcanza los 19,8 sacos de café verde por hectárea, lo que ha contribuido a que en los últimos 6 años (2015-2020) el promedio de cosecha supere los 14,1 millones de sacos.
Los porcentajes de roya (5 por ciento, debido a la mayor humedad) y broca (2 por ciento) se mantienen, respectivamente, en el límite y por debajo del umbral de daño económico (5 por ciento).
Este año en particular, la Federación promovió entre los caficultores la importancia de vacunarse contra el covid-19 apenas los biológicos estén disponibles en las diferentes regiones para las poblaciones priorizadas, pues ayudan a evitar que los eventuales contagios se conviertan en casos graves de la enfermedad.
Con información basada en la ciencia y testimonios de expertos y médicos, esta difusión se ha hecho por diferentes canales, tales como el podcast cafetero lanzado el año pasado con motivo de la pandemia.
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