En materia de exportaciones agropecuarias, Colombia es más que café, flores y banano. En el territorio nacional se tiene un alto potencial para cultivar frutas exóticas que son muy apetecidas por múltiples países alrededor del mundo; sin embargo, existen varias limitaciones que están impidiendo que se aprovechen estas oportunidades.
Una sobresale por encima de las demás: la poca oferta exportable, ya que estas frutas deben cumplir con unos estándares especiales para que puedan salir del país, diferentes a los que exigen cuando el destino es el mercado nacional.
Es inconcebible que haya oportunidad y atracción por productos colombianos y no haya oferta.
Por ejemplo, Emiratos Árabes está demandando gulupa, pitahaya y tomate de árbol, mientras que China está requiriendo altos volúmenes de limón Tahití, pero Colombia no tiene producción para responder. Lo mismo ocurre con la demanda que tienen otros países como Baréin, Arabia Saudita, Alemania y Francia.
De esto es consciente la ministra de Agricultura, Cecilia López. "Es inconcebible que haya oportunidad y atracción por productos colombianos como el limón Tahití, las frutas exóticas del Amazonas o el aguacate Hass, y no haya oferta", dijo.
Entre tanto, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, destacó que el principal reto para estas exportaciones está en los protocolos de isibilidad con los países de destino, que están relacionados con las certificaciones que se exigen y que deben lograr los productores. También influye que los mercados sean rentables para los productos colombianos.
Mientras que Chagai Stern, director ejecutivo de Managro, considera que los problemas también están en la parte logística, ya que, por lo general, los cultivos de frutas están distantes de los puertos marítimos. Adicionalmente, otros factores que influyen son la falta de educación y el mejoramiento de la genética. "En Colombia no se invierte en educación ni en enseñarle al productor sobre cómo mejorar la genética, y países cercanos producen en mejor cantidad y calidad", comentó.
¿Cómo mejorar?
Hay varios caminos que se pueden tomar para mejorar esta situación. Por ejemplo, para aumentar esta oferta exportable la ministra plantea la necesidad de identificar las fallas que existen en la promoción de productos y para aumentar su productividad, pero también las limitaciones que surgen desde el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) por las certificaciones de granjas.
Este es el caso de Nariño, un departamento donde existe un gran potencial para la producción de limón Tahití, pero las certificaciones no se están emitiendo con la debida rapidez, según la ministra Cecilia López.
También es importante un trabajo conjunto entre el ICA, Agrosavia (Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria) y las secretarías departamentales de Agricultura para empezar a generar un tejido exportador que permita tener una mayor oferta que cumpla con los requisitos que se piden en el exterior.
Igualmente, generar acuerdos fitosanitarios entre países cercanos, abrir más acuerdos con Estados Unidos con el objetivo de minimizar costos y que sean los agrónomos quienes visiten las plantas empacadoras porque es más práctico, productivo y rentable supervisar estas que a los casi 30.000 productores que hay en el territorio nacional, tal como lo plantea Chagai Stern.
Oportunidades perdidas
El futuro de Colombia no está en el petróleo sino en la agricultura por la demanda de comida a nivel mundial
Una reducida oferta exportable también lleva a que Colombia pierda valiosas oportunidades para recibir divisas adicionales en un momento en el cual el dólar se encuentra sobre los 4.800 pesos. "Hubiese sido el momento preciso para poder responder rápidamente a esta demanda internacional que está esperando por muchos de nuestros productos y, si no actuamos rápido, nos vamos a enfrentar a las restricciones que se vienen de la Unión Europea", aseguró la ministra.
Además, estos productos representan una gran opción para diversificar la canasta exportadora de Colombia, tal como lo ha planteado en diferentes momentos el gobierno del presidente Gustavo Petro con el fin de disminuir la dependencia que se tiene de las divisas que genera la industria extractiva.
"La transformación energética del país es imposible si no hay una transformación económica, si no hay una diversificación de la producción del país y en ese esquema de diversificar la producción, el sector agropecuario lo tiene todo. Tenemos el agua –mal manejada, pero la tenemos–, la tierra y la gente", manifestó la jefa de la cartera de Agricultura.
Entre tanto, el director ejecutivo de Managro aseveró que "el futuro de Colombia no está en el petróleo sino en la agricultura por la demanda de comida a nivel mundial. Colombia tiene la obligación moral de ser el jardín del mundo porque tiene la capacidad y el potencial para serlo".
Por ello, el Gobierno debería enfocarse en ofrecer tarifas de financiamiento más competitivas para hacer que los productores tengan mejores cosechas, así como continuar generando sinergias con grandes compañías para que los productos colombianos sigan siendo apetecidos por inversionistas extranjeros.
Aunque Colombia sigue teniendo un déficit de oferta exportable para llegar con grandes volúmenes a los mercados internacionales, no se puede desconocer que la labor que se ha realizado, hasta el momento, entre el ICA, el Invima y los ministerios de Agricultura y Comercio, Industria y Turismo, ha permitido obtener isibilidad para múltiples productos frescos como el mango, que este mes llegó por primera vez a Estados Unidos luego de ser cultivado en la finca Varahonda, en el municipio de Palmira, y empacado en Frutales Las Lajas en Zarzal, Valle del Cauca.
Las frutas colombianas más apetecidas en el mundo
De acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entre enero y octubre de este año las exportaciones agropecuarias del país aumentaron 27,8 por ciento, sumando 9.769 millones de dólares.
El principal destino de las mismas fue Estados Unidos y le siguió Países Bajos, ya que la mayoría de la carga marítima entra por el puerto de Róterdam para luego ser enviada a otras naciones de la Unión Europea. En el top 10 también aparecen Bélgica, Alemania, Canadá, Japón, Reino Unido, España, Ecuador e Italia.
Entre las frutas colombianas más apetecidas por el mundo están el limón Tahití, gulupa, uchuva, mango y mangostanes, granadilla, pitahaya, piña, tomate de árbol y arándanos.
Es de destacar que el 88 por ciento de las exportaciones de gulupa llega a Países Bajos, mientras que las ventas de limón Tahití han crecido 68,6 por ciento entre enero y octubre de este año si se comparan con las cifras del mismo periodo del 2021. Además, la piña, maracuyá y granadilla colombiana se está consumiendo en países como Curazao, Eslovenia y Emiratos Árabes.