Con grandes desafíos al frente como la carga fiscal, la creciente inflación mundial con la consecuente subida de los costos financieros por el alza de tasas de interés de los bancos centrales para atajar los precios altos, más la previsión de un freno en la economía mundial en el 2023, el sector aeronáutico de América Latina confía en sortear con éxito todas esas turbulencias el próximo año, al punto de que hasta el momento sus proyecciones no han cambiado.
Esta fue una de las principales conclusiones de la reunión anual de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (Alta), que se realizó en Buenos Aires (Argentina), en la que la industria aérea de la región mostró sus proyecciones para el siguiente año, las cuales siguen apuntando a seguir recuperado, de forma progresiva, el terreno que se perdió entre 2020 y 2021 debido al impacto del cierre de mercados que adoptaron muchos países para controlar la expansión de la pandemia del covid-19.
Un documento dado a conocer durante el evento muestra no solo que, con el 92,3 por ciento de recuperación del mercado frente a los niveles de 2019, la industria aérea de la región es la que más avanza en este frente con respecto a los demás mercados aeronáuticos del mundo, sino que podría contrarrestar la reciente revisión a la baja de la proyección de crecimiento que hizo en agosto el Banco Mundial para América Latina, ubicándola en 1,6 por ciento para el año 2023.
“Históricamente el transporte aéreo está correlacionado con el crecimiento económico. Sin embargo, para el 2023 Alta prevé que la región seguirá creciendo y recuperando los niveles 2019”, asegura el análisis de Alta, toda vez que una encuesta realizada a las aerolíneas mostró que muchas indicaron que ya superaron sus niveles 2019 y, en algunos mercados como el de Argentina, esperan hacerlo en el segundo semestre de 2023.
De hecho, en septiembre la intención de viaje en los primeros 20 mercados más importantes de la región creció en un 80,5 por ciento con respecto al mismo mes de 2021, en un escalafón liderado por la ruta São Paulo-Lisboa, con 70.741 búsquedas diarias en el mes de septiembre.
En este escalafón, Colombia logró posicionar tres rutas, siendo estas Bogotá-Madrid, con más de 62.000 búsquedas diarias en septiembre (es el segundo trayecto más buscado en la región); Bogotá-Medellín, con cerca de 36.000 búsquedas, y Bogotá-Cartagena, con algo más de 30.000 búsquedas diarias en septiembre pasado.
Petróleo, gran incógnita
No obstante, Roberto Alvo, presidente saliente del Comité Directivo de Alta y presidente Ejecutivo de Latam Airlines Group, advirtió que la velocidad de la recuperación tiene serios retos en el horizonte, comenzando porque en 2022 la industria aérea de la región, al igual que la del mundo, seguirá dando pérdidas.
De acuerdo con el directivo, de los cerca de 10.000 millones de dólares de saldo en rojo proyectado para el sector a nivel global, las aerolíneas en América Latina perderán en 2022 cerca de 3.000 millones de dólares.
En este contexto, una de las grandes amenazas que tienen las aerolíneas, que aún no terminan de sanar las heridas financieras que les dejó la pandemia, está en los coletazos que lleguen de la actual situación geopolítica mundial, en particular por la opción de recesión mundial en el 2023, tras los pronósticos de fuerte freno por parte de entidades como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En este sentido, Alvo aseguró que el gran desafío que tendrá la industria aérea es si, en el período de desaceleración (o recesión) global el precio del petróleo se desliga y en lugar de caer se mantiene alto. “Un riesgo importante hacia adelante es la desaceleración de la economía mundial, pero particularmente si se combina con un precio de combustible alto”, aseveró al alertar que por la guerra de Rusia y Ucrania se podría desvincular el precio del petróleo de la actividad económica.
Por lo pronto, según las cifras que maneja Alta, los mercados aéreos de Chile y el de Argentina son los que hoy por hoy están frenando el ritmo de recuperación de la región en materia de vuelos frente a los que había en el 2019, antes de la pandemia.
Entre tanto, al analizar el efecto inflacionario en los diferentes países de la región, Alta destacó que el sector aéreo puede contribuir a reducir el aumento de costos en las diferentes economías, toda vez que en la medida en que se vayan recuperando las rutas que fueron cerradas por efecto de la pandemia, las cadenas de suministro se irán conectando, ayudando a controlar la inflación.
“La región, en términos de destinos, tiene el 69 por ciento de rutas internacionales que tenía antes de la pandemia”, agrega el documento que señala que, luego de Guatemala y de Panamá, Colombia es el tercer país con mayor nivel de reactivación aérea internacional de la región, al lograr activar el 85 por ciento de las rutas de ese tipo con respecto al número que había en 2019, según datos del sistema Amadeus.
‘Impuestos a la industria aérea dan un mensaje contradictorio’
Durante el Foro de Líderes de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (Alta), se eligió a Adrián Neuha, presidente Ejecutivo de Avianca Group, como presidente de su Comité Directivo para el período 2022-2023.
En su intervención, el directivo enfatizó precisamente en que la inflación, los impuestos y la descarbonización son los grandes retos para aviación en América Latina.
Sobre el tema impositivo, Neuha llamó la atención sobre la dificultad de coordinar las políticas públicas que buscan más competencia con precios más bajos, con el hecho de que la carga tributaria de las aerolíneas de América Latina es altísima y que en Colombia lo será mucho más al volver a subir el IVA al 19 por ciento a partir del 2023, según los ajustes del proyecto de reforma tributaria que hace tránsito en el Congreso, con lo cual más de la mitad del valor de cada tiquete volverán a ser los impuestos.
“Es una señal equivocada en el objetivo de democratizar la aviación en la región”, añadió el directivo. Y alertó porque los impuestos hacen difícil que se sigan bajando los costos de los tiquetes, ya que hay que sumar las compensaciones, como en el caso de Colombia con el nuevo impuesto a empresas extranjeras que tienen activos foráneos operando en Colombia, lo cual hará que la carga tributaria sea mayor en total.
ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
Enviado Especial a Buenos Aires (Argentina)