La llamada ‘Bancada multipartidista por la Salud Pública’, formada por once senadores y ocho representantes a la Cámara, radicará ante la secretaría general del Congreso de la República seis proyectos de ley que promueven hábitos de vida saludable y nutrición consciente e informada.
La iniciativa parlamentaria abarca temas como la lactancia materna, la elección informada de productos alimenticios, el impuesto al consumo de tabaco y alimentos no saludables, entre otros.
En cuanto al tabaco se refiere, el proyecto de ley presentado tiene como objeto imponer mayores impuestos para desincentivar el consumo de cigarrillos, tabaco elaborado, picadura, entre otros.
Puntualmente, propone un aumento del impuesto al consumo del nivel actual (2.253 pesos por cajetilla de 20 unidades) a 6.000 pesos por cajetilla o proporcionalmente a su contenido. Al público la cajetilla costaría no menos de 10.000 pesos.
Además de los cigarrillos y los productos de tabaco calentado, que ya están cobijados en el régimen tributario, el proyecto incluye a los Sistemas Electrónicos de istración de Nicotina (Sean) y los Similares Sin Nicotina (SSSN), es decir, los llamados cigarrillos electrónicos.
Las tarifas descritas se actualizarán anualmente en un porcentaje equivalente al del crecimiento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) certificado por el Departamento istrativo Nacional de Estadística (Dane), mientras que en estas se encuentra incorporado el impuesto con destino al deporte (16 por ciento del valor liquidado por concepto de impuesto al consumo).
Los ingresos adicionales recaudados por el incremento de la tarifa del impuesto al consumo de cigarrillos irían para financiar el aseguramiento y para el sistema de rastreo y localización de tabaco y alcohol, liderado por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian).
Al impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado se mantiene un componente ad valórem, equivalente al 10 por ciento de la base gravable, que será el precio de venta al público efectivamente cobrado en los canales de distribución definidos por el Dane.
Este componente será liquidado y pagado por cada cajetilla de veinte unidades por los responsables del impuesto; para la picadura, rapé y chimú, el ad valórem del 10 por ciento se liquidará sobre el valor del impuesto al consumo específico de este producto.
Acerca del tema, Blanca Llorente, directora de investigación de la Fundación Anáas, indicó que celebra la iniciativa parlamentaria, no solo porque la propuesta de triplicar el impuesto salva cientos de miles de vidas en los próximos años, sino porque tendrá efectos positivos en equidad, mejoras en productividad y sostenibilidad en el desarrollo del país.
Colombia sigue rezagada en la región en cuanto a los niveles de precios, lo que contribuiría a que se complete la tarea pendiente que quedó iniciada con la Reforma Tributaria del 2016.
Con los proyectos de ley presentados, la bancada multipartidista pretende beneficiar la salud pública de los colombianos, pues una parte importante de las llamadas ‘Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT)’ son prevenibles, razón por la que es necesario implementar estas iniciativas. Los problemas asociados para las familias, los altos costos económicos para el sistema de salud del país y una baja calidad de atención al paciente son entre otros, las consecuencias que conlleva una vida sin hábitos saludables.
Vale la pena recordar que las ECNT aportan más del 80 por ciento de la carga de enfermedad del país.
“Es necesario desincentivar el consumo de productos poco saludables, más cuando algunos de los productos no contienen información veraz y concreta” manifestaron los congresistas, previo al acto de radicación de las iniciativas de ley.
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