Los colombianos continúan gastando, aunque en noviembre se registró una muy leve desaceleración del 0,4 por ciento anual, llevando la cifra de ese consumo a poco más de 81 billones de pesos, según datos suministrados por la firma de consultoría Raddar, cuyo presidente, Camilo Herrera Mora, dice que en el 2023 habrá una recomposición de ese gasto, desde el punto de vista de los niveles de ingreso, debido a la coyuntura que se avecina de desaceleración de la economía.
Los hogares tuvieron una inflación mensual de 0,77 y de 12,53 por ciento frente al año pasado; esto causó que el gasto de los hogares en términos reales haya crecido 2,24 por ciento respecto al mes anterior y decrecido -0,4 por ciento frente al mismo mes del año pasado, precisó el experto.
En su informe mensual indica que dicho gasto sumó 930 billones de pesos en los últimos 12 meses, con un crecimiento corriente anual de 12,1 por ciento, debido, entre otros factores a al repunte de la inflación, aumento de la tasa de cambio, reducción de la colocación de créditos de consumo e hipotecarios, lluvias en el mes, que afectan el flujo al comercio.
Varias son las causas que se advierten para que este indicador haya entrado en terreno negativo en noviembre pasado. El primero, y el más representativo, la inflación que "ya supera el salario mínimo legal vigente en todos los niveles de ingreso”, advierte Raddar.
Es así como los hogares de ingresos bajos tienen la mayor caída del gasto con un 2,06 por ciento menos, en tanto en el caso de los de ingresos altos aún mantienen la variación del gasto en terreno positivo 2,36 por ciento. Por su parte, el gasto para las familias del nivel socioeconómico medio se situó en -0,9 por ciento en noviembre
“La dinámica del gasto de los hogares de ingresos altos puede atribuírsele a las promociones de noviembre y al apoyo del uso de tarjeta de crédito, entre otras cosas”, explica.
La otra causa es el aumento de la tasa de cambio que encarece los productos importados. De hecho, Herrera advierte que este incremento lo que ha hecho es aumentar los precios de los bienes intermedios que se importan, lo cual genera necesariamente una presión a los productos que se ofrecen en el mercado.
“Producto terminado no es tanto, es cerca del 25 por ciento de las importados”, explica, al insistir que la mayor tasa de cambio afecta más los precios de las materias primas que demandan las empresas. “Mientras la industria siga produciendo en Colombia con insumos internacionales vamos a seguir demandando productos que cada vez van a ser más caros”, señala Herrera.
Otra explicación al decrecimiento real del gasto en noviembre es la reducción de la colocación de créditos de consumo e hipotecarios.
El alza de las tasas de interés, como instrumento para inducir la menor inflación, ha motivado una menor demanda de financiación por parte de los colombianos.
De hecho, hay reportes de un freno en la demanda de bienes durables que, en muchos casos, se adquieren con financiación.
Además, se sienten las consecuencias del duro invierno que ha incidido en un menor flujo del comercio. Fenalco, recientemente dijo que las fuertes lluvias han sido un factor que ha restringido las ventas en centros comerciales y zonas de concentración de locales en varias regiones.
Otro factor que pesó, indica el reporte de Raddar, en el resultado de noviembre es que en ese mes del año pasado se realizó el día sin IVA y en esta oportunidad no se realizó porque se dejó para el dos de diciembre, aunque para esa fecha tampoco se realizó por decisión del actual Gobierno.
Para Raddar, la canasta de alimentos para el hogar es la que más esta quitando asignación del gasto a otras canastas, debido a que la inflación genera que los hogares tengan que hacer un mayor desembolso.
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