Felipe Bayón estará en Ecopetrol hasta el próximo 31 de diciembre, luego de siete años de estar en la compañía, en un comienzo como vicepresidente ejecutivo y luego como presidente, desde septiembre de 2017.
Esta noticia hizo caer el valor de su acción en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) y generó una gran expectativa por saber quién será su reemplazo, que lo buscará una firma internacional. El título cerró ayer a 2.607 pesos, con una caída de 3,19 por ciento.
Bayón aseguró que su salida fue acordada y no tuvo nada que ver con la decisión del Gobierno de no adjudicar nuevos contratos petroleros.
"Logramos con la junta directiva tener esa conversación y llegar a un punto de acuerdo", dijo. Por lo tanto, podrá estar al frente de la entrega de resultados financieros del 2022 y en la Asamblea de Accionistas, que tradicionalmente se realiza el último viernes de marzo.
"Las instituciones y las organizaciones hay que preservarlas en la vida. Las personas vamos y venimos y es importante cerrar los ciclos, y qué mejor que irse uno con la satisfacción del deber cumplido, habiendo sido parte de la transformación de Ecopetrol", agregó.
También manifestó que está dispuesto a apoyar una transición ordenada dentro de la compañía y trabajar con el nuevo presidente, hombre o mujer, "para que Ecopetrol siga siendo esa compañía eficiente".
La persona que llegue, aseguró Bayón, ya cuenta con una estrategia al 2040, un presupuesto de inversiones aprobado para este año y "rápidamente deberá entrar a entender del negocio, ver las oportunidades y saber cuáles son los desafíos". Así mismo, tiene el reto de que la empresa siga siendo resiliente y operando de manera ética, eficiente y segura.
Los logros en más de 5 años
Felipe Bayón destacó como su mayor orgullo el haber ayudado a transformar la compañía, que pasó de solo producir hidrocarburos a tener 200 megavatios de energía solar en operación, a pesar de que en un comienzo le dijeron que "las granjas solares no eran posibles, financieramente los números no daban".
Esto se suma a que el 2022 fue el año más seguro en la operación de Ecopetrol, haber sorteado crisis difíciles como la del Covid-19, la adquisición de ISA y la internacionalización en Brasil y Estados Unidos.
Bayón está plenamente seguro de que Ecopetrol tiene "un futuro muy sólido" y esto se debe a que en los últimos años ha logrado ahorrar más de 20 billones de pesos, le está apostando a la exploración de gas, está subiendo su producción y amplió la capacidad de Reficar para que los colombianos puedan tener combustibles de la más alta calidad.
Los retos que vienen
Para Felipe Bayón es fundamental que Ecopetrol mantenga su producción de hidrocarburos porque esta es la caja de la compañía y la que permite pagar dividendos, impuestos y regalías.
Adicionalmente, acelerar los descubrimientos de gas natural en costa afuera y en el Piedemonte llanero, seguir buscando eficiencias entre ISA y Ecopetrol, asegurar el crudo para cargar las refinerías y acelerar la agenda de transición energética.
En este último tema destacó que es importante que los parques adicionales que están en desarrollo entren en operación como se tiene planeado, que las mediciones de viento permitan hacer proyectos eólicos y que el proyecto de geotermia que se comenzará a implementar hacia mitad de año en el Campo Apiay se vuelva una realidad.
En hidrógeno, la meta es pasar de 130.000 a un millón de toneladas de producción para el mercado local e internacional. Igualmente, a través de Cenit se tiene planeada la construcción de una pequeña central hidroeléctrica de 4,3 megavatios.
Otro punto importante que mencionó es que actualmente desde Ecopetrol no se está viendo la posibilidad de comprar gas a Venezuela. "Hoy hay unos descubrimientos muy grandes en el Caribe colombiano y en Casanare. Creo que la mejor posibilidad es que los colombianos consumamos gas colombiano", dijo.
Finalmente, Bayón considera clave que la empresa siga avanzando en la transición energética, al tiempo que protege su negocio tradicional para que los colombianos puedan contar con gasolina, diésel, jet y petroquímicos y para que estos negocios, que cada vez más se están descarbonizando, permitan financiar la transición energética.