A unas dos semanas de que llegue a las plenarias del Congreso el texto de la ponencia para segundo debate de la reforma tributaria, en el que los impuestos al petróleo y la minería es un tema aún no cerrado según el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, la compañía Cerrejón, que produce carbón en La Guajira, muestra sus apreciaciones frente a este proceso y sobre el futuro de su negocio.
En diálogo con EL TIEMPO, Claudia Bejarano, asegura que al estar vinculada a la iniciativa de transparencia EITI, no hay preocupación por la ratificación de los acuerdos de Escazú en el Congreso.
¿Qué expectativas tienen de la reforma luego del primer debate?
Como Cerrejón entendemos que el Gobierno necesita buscar formas de financiación para cubrir los proyectos sociales de inversión, pero creo que por lo menos debería seguir unos principios claves para que exista un consenso y una discusión de lo que se propone para no impactar negativamente la competitividad de las exportaciones colombianas.
En la medida de que el mundo siga pidiendo carbón, la energía producida a base de carbón pues no se va acabar. Otros países van a proveer ese carbón y simplemente Colombia se pierde de la posibilidad de continuar recibiendo unos ingresos importantes. Hoy estamos viendo precios buenísimos, que nadie se esperaba nunca en el carbón, pero hace dos años estaban a 36 y 40 dólares la tonelada. Lo que uno ve a futuro es que la probabilidad de que bajen son muy altas.
¿Lo crítico para ustedes es la no deducibilidad de las regalías?
Hay un concepto del Consejo de Estado del 2017 que ratifica que son deducibles porque forman parte del costo de producción y el Gobierno está diciendo que es otra cosa. Es supremamente complicado e impactante para el sector y no está teniendo en cuenta lo que este año estamos contribuyendo desde la minería.
El promedio anual entre impuestos y regalías era de 5 billones de pesos. Para el año 2022 la contribución estimada sube a 14 billones de pesos, casi tres veces. Quiere decir que el Gobierno, antes de reforma, está recibiendo está recibiendo los beneficios de los altos precios.
El sector presentó una propuesta antes del primer debate, que no fue discutida desafortunadamente y esperamos que por lo menos en el segundo debate el Gobierno la considere.
¿Bajo qué nivel de precios, Cerrejón deja de ser rentable?
Si la reforma se aprueba como está, va a tener un impacto en miles de personas y en las inversiones sociales e impuestos al departamento. En lo que va de este año hemos invertido 54.000 millones de pesos y el impacto va a ser para el país.
En regalías e impuesto de renta este año hemos pagado 3 billones de pesos, de los cuales 2 billones es por renta y 1 billón por regalías. Y de lo que reciben los municipios y los departamentos, Cerrejón a la fecha ha pagado 45.000 millones de pesos.
Cuando me preguntan si eso se va a impactar mañana, eso es un proceso que se va viendo gradualmente en la medida en que la empresa no sea sostenible.
Los inversionistas ven que en Colombia van a tener esas tasas de renta, adicional a los demás riesgos del país que estamos viviendo, específicamente en Cerrejón los bloqueos diarios, que no habíamos vivido antes.
¿Cómo está esa situación?
La línea férrea no siempre es bloqueada por temas de Cerrejón, sino que hay temas relacionados con el Estado como el transporte escolar, suministro de alimentación, pagos a maestros, entre otros. En la medida en que las comunidades ven que Cerrejón es una forma fácil para que el Gobierno les ponga atención a sus dificultades, nos bloquean y eso tiene un impacto significativo.
Cuando se mira toda esa bolsa de riesgo país y temas tributarios, se comienza a considerar dónde se van a hacer las inversiones. Eso es algo que todos los inversionistas van a hacer, no solamente los del carbón. Las circunstancias que hoy se están viviendo están llevando a que estos precios estén en el nivel que están, pero el día mañana pueden caer y resulta que este sector se quedó con esas tasas de tributación y no seremos sostenibles.
¿Qué les ha manifestado Glencore como accionista?
Siguen preocupados como nosotros porque siempre han creído en Colombia. Han estado aquí muchísimos años, con Cerrejón involucrados en una tercera parte desde al año 2000 y siguen siendo los propietarios de Prodeco.
Glencore sigue creyendo en que en que se van a tomar decisiones que protejan la inversión extranjera y su inversión en Colombia. Siguen positivos y optimistas de que se van a tomar decisiones que sigan permitiendo la competitividad del sector y que garanticen la inversión que están haciendo en Colombia. Siguen apostándole a Colombia y eso no ha cambiado.
¿Se podría ralentizar la compañía por los acuerdos de Escazú?
En el tema de Escazú somos una empresa supremamente transparente y estamos comprometidos con la iniciativa Eiti, para la transparencia de las industrias extractivas. No tenemos una preocupación por eso.
Hay que esperar de todas maneras a ver cómo queda reglamentado este acuerdo. Estamos abiertos a la participación y a escuchar a las comunidades. Esperamos que la reglamentación del acuerdo nos permita seguir operando y seguir generando beneficios para empleados, comunidades y el país.
Se lo preguntaba por la desviación del arroyo Bruno y el futuro del tajo La Puente...
Lo desviamos unos 700 metros del cauce original, con todos los permisos que se requerían por parte del Gobierno. Aquí hubo una tutela y la Corte Constitucional paró el proyecto. En esa área podríamos producir alrededor de 30 millones de toneladas, pero no hemos sacado ninguna tonelada.
Ese proyecto se terminó en el año 2017. La Corte pidió una mesa interinstitucional que ya presentó el reporte a la Corte y se está esperando que saque las conclusiones. El arroyo Bruno hoy está mejor que antes, como fluye el agua y la fauna y la flora están mejor que antes.
¿Cómo va la operación y las ventas este año frente a las metas?
Nos hemos visto supremamente afectados por dos factores fundamentales. Uno es la lluvia y a la fecha hemos experimentado 900 horas de lluvia, cuando para todo el año habíamos presupuestado 600. Y los bloqueos de comunidades y de terceros han afectado también de una manera importante, entonces no creemos que vamos a alcanzar la meta producción que teníamos este año, pero seguimos trabajando muy fuerte para para lograrlo.
Independientemente de la iniciativa que se discute en el Congreso de la reforma tributaria, queremos seguir produciendo los planes y las metas que teníamos para este año.
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