Como todas las empresas del sector aeronáutico, la pandemia fue un duro golpe para Aerolíneas Argentinas. El año pasado, la compañía de propiedad estatal reportó aún pérdidas de 438 millones de dólares. Sin embargo, con la mayor demanda de pasajeros y las menores restricciones las proyecciones son cada vez más optimistas.
Pablo Ceriani, presidente de la aerolínea bandera de Argentina, contó en el marco de la 78.ª Asamblea General de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), celebrada en Doha (Catar), que esperan llegar a los niveles prepandemia al finalizar este año, pero que están preocupados por el efecto que pueda tener el alza del combustible.
Además, recordó que a partir del 4 de julio se reanudará el vuelo diario entre Argentina y Colombia, con la novedad de que los pasajeros llegarán y saldrán desde el Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery en Buenos Aires hasta El Dorado en Bogotá.
¿Cómo va la recuperación de pasajeros del mercado doméstico tras la pandemia?
En Argentina ya estamos en niveles prácticamente prepandemia en materia de pasajeros transportados y en oferta estamos en un 90 por ciento, así que esperamos superar los niveles que teníamos antes del covid-19 al finalizar este año.
¿Y cómo evoluciona su operación en el resto de la región?
En la región, también estamos apostando bastante. Tenemos una participación de mercado importante, sobre todo, destaca Brasil, pero también contamos con vuelos a Lima (Perú) o a Bogotá (Colombia) donde estamos ahora a diario y con una demanda importante, buenos niveles de reserva y operando desde nuestro aeropuerto principal, que es Aeroparque en Buenos Aires, y que permite conectar con vuelos del interior.
Las pérdidas de las aerolíneas a nivel global se han venido reduciendo, pero este año todavía no habrá un equilibrio, ¿cómo está la empresa?
En el 2021, un año todavía malo, se fueron reduciendo las pérdidas. La recuperación en Argentina es un poco más lenta que en el resto de América Latina porque tuvo niveles de restricción más fuertes, comparado con otros más abiertos como México o incluso Brasil. Ya este año nos estamos recuperando bastante, vamos a ver cómo termina el año. Esperamos que en el 2022 las cuentas estén más equilibradas.
¿Hacia qué nuevos destinos está planeando volar la compañía?
Estamos empezando a volar en julio a La Habana, que es un vuelo que hace escala técnica en Punta Cana (República Dominicana). Las otras novedades son vuelos directos que estamos haciendo desde Brasil a destinos turísticos sin pasar por Buenos Aires. Se trata de rutas nuevas como la de Córdoba, Salta o Bariloche directamente desde Sao Paulo.
¿Tienen en la mira abrir nuevas rutas en Colombia?
En Colombia, volveremos a operar un vuelo diario entre Bogotá y Buenos Aires, con una novedad: los pasajeros llegarán y saldrán del Aeroparque Jorge Newbery, ya no desde el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Básicamente lo que estamos haciendo es recuperar las rutas troncales y después empezaremos a ver nuevas. Tenemos una mente abierta a cómo vaya evolucionando la demanda.
¿Qué tanto les preocupa esa alza del combustible?
Sí, es muy preocupante porque los números son muy fuertes. Justo cuando estamos consumiendo más combustible el precio está aumentando, así que por ahora la demanda lo está absorbiendo porque hay una demanda muy creciente de pasajeros que se puede bancar (soportar) esos incrementos. Pero no sabemos cuándo va a durar.