No jugaba con Matías, lo hacía con Frank Alexánder, el hijo de Francisco, su compañero en la Selección de Pesas de Colombia. Los dos le gritaban a Pacho, lo aplaudían, lo alentaban. Claro, el pequeño de 3 años trataba de irse a la tarima para ayudarle a su papá a levantar la palanqueta, pero Leidy Yesenia Solís lo agarraba, era la encargada de tener al pequeño, porque la mamá, Ivana, estaba pendiente de los movimientos en el arranque y envión de su esposo, quien ganó el oro en los 62 kilos.
Este lunes, el turno es para Leidy, quien se subirá a buscar los dos metales dorados en los 75 kilos, mientras Frank Alexánder y Francisco la apoyarán. No está Matías, su hijo, pero lo hará por él. “Es que en esto uno debe sacrificar mucho, la familia, eso es lo más difícil, y pareciera que uno se acostumbra, pero no es así”, le dijo a EL TIEMPO Solís, candidata a ganar el oro en los 75 kilos.
Ya en los Juegos Bolivarianos se estrenó con tres títulos en esa nueva aventura, en el nuevo peso, en los 75 kilos, división a la que tuvo que ascender.
“Me subí porque uno en la vida cierra capítulos, ya era hora de irme de los 69 kilos. Fueron casi 11 años. Mantener el peso era más fácil al comienzo, pero pasa el tiempo y eso cuesta”, dijo Solís, nacida hace 28 años en Tuluá, Valle del Cauca.
Le llegó el día de dar un paso y coincidió con los cambios de las categorías en las pesas. Hoy levantará en 75 kilos, pero desde el próximo Mundial, en Turkmenistán, según la nueva reglamentación, tendrá que hacerlo en 76.
“Ya había tomado la decisión de subirme, ahora será la prueba de 76 kilos, pero traigo mucha hambre de hacer historia en esta categoría”, señaló.
Y también es un nuevo reto este de los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Leidy no se acuerda en cuántos Juegos ha estado y las medallas que ha ganado, pero la estadística dice que esta será su cuarta participación y que ha obtenido 7 títulos: 2 en el 2006 (en 63 kg), tres en el 2010 (en 69 kg) y dos en el 2014 (en 69 kg).
“Es un reto más. El hecho de estar en el país y tener el calor de la gente es un plus, un compromiso más para ir por el objetivo, los dos oros”, dijo.
“La exigencia es mucho mayor, subir de categoría hace más complicado todo, porque las cargas de trabajo son diferentes y las rivales también”, señaló, pero cree que puede conseguir la meta en estos Centroamericanos y del Caribe.
“El nivel es el mismo en 69 como en 75, el tema es subir de la categoría, porque hay mucha más exigencia, pero he entrenado bien, mis marcas son buenas y podré superar la meta en Barranquilla”, afirmó.
Acá, el tema es la segunda parte de este ciclo olímpico: Panamericanos y Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero Solís dice que le quedan dos años para mejorar. “Lo he asimilado bien. En Olímpicos espero hacer una gran marca, faltan dos años, un tiempo ideal para derrotar las debilidades con el fin de ganar la medalla”, declaró, pensando en que en los Juegos de Río perdió el bronce por un kilo.
Ser más rápida, tener más fuerza para poder levantar mucho más peso es la tarea, ahora, de Solís, mientras se consolida en la nueva categoría.
“Es un proceso, se requiere ir paso a paso, mirando, analizando lo que pasa, porque de todos modos es un cambio en tu forma de entrenar, de comer, de cuidarse, no es solo levantar el peso y ya”, dijo.
No fue a los Juegos Suramericanos de Cochabamba (Bolivia) porque fue suspendida al no reportar su localización durante tres meses a fin de que fuera tenida en cuenta para la toma de exámenes de control al dopaje por sorpresa.
“Durante ese tiempo entrené mejor con el fin de llegar bien a Barranquilla. Tal vez los Juegos Suramericanos estaban muy encima de la competencia en Colombia y eso me sirvió para no ir a las carreras. Mis compañeros tuvieron que estar en dos competencias en un corto plazo y el desgaste es mucho mayor, eso no lo viví yo”, precisó.
LISANDRO RENGIFO
Enviado especial de EL TIEMPO
Barranquilla
En Twitter: @lisandroabel