Brad Pitt acusó a Angelina Jolie de querer "infligirle daño" al vender su participación en su viñedo francés a un oligarca ruso con "asociaciones e intenciones venenosas", mientras que conoce un 'lado oscuro' de su vida, que tiene que ver con los deportes.
Las acusaciones, hechas en nuevos documentos entregados a la justicia en el marco de la demanda de
Pitt contra Jolie por la venta del Chateau Miraval, son el último evento espinoso de la amarga batalla legal de la poderosa expareja de Hollywood que inició su divorcio en 2016.
En octubre, Jolie vendió su participación en el viñedo en el sur de Francia donde la pareja se casó, a Tenute del Mondo, una filial del conglomerado de bebidas Grupo Stoli del multimillonario ruso Yuri Shefler.
Pitt demandó en febrero diciendo que la pareja había llegado a un acuerdo para no vender su parte sin el consentimiento del otro. En un anexo al pleito, al cual la AFP tuvo , los abogados de Pitt argumentan que "Jolie buscaba infligirle daño a
Pitt", con la venta, y describe a Shefler como "un extraño con asociaciones e intenciones venenosas".
Fue rechazado
Pero si bien se conoce esta información, hay otras que no se sabían y que tuvieron como protagonista al actor.
Bien se sabe que Pitt es un enamorado de los deportes. Durante sus estudios jugó golf, tenis, natación y hasta practicó la lucha libre.
El baloncesto lo tuvo en la mira, pero recibió un ‘golpe bajo’. Lo rechazaron en un equipo y como ‘venganza’ armó un quinteto con sus amigos.
Tenía 13 años y quería ser parte del equipo Varsity de High School, pero el DT lo desestimó, no lo tuvo en cuenta. Luego, habló con sus amigos más cercanos y convenció a su papá, Bill, de ser el DT de su propia escuadra.
De ahí nació el Cherokee Rejects, claramente dirigido a las personas que lo rechazaron. “Todo fue idea de Brad. Incluso consiguió que su padre Bill fuera nuestro entrenador y decidió que nos llamáramos los Cherokee Rejects”, dijo Aaron Stull, uno de los integrantes del club.
Y agregó: “Su padre nos entrenaba en una de las iglesias a las que su familia solía ir y jugábamos en el Boy’s Club local. Incluso obtuvimos un trofeo, pero lamentablemente no puedo recordar cuál fue el torneo que ganamos”.
Es un aficionado más de la NBA, hincha de Lakers y irador de Kobe Bryant. Se vinculó varias veces a obras de beneficio, ideas que nacían del baloncesto.