Selección Colombia, en frío: las tres razones de su derrota contra Marruecos

Jamaica en octavos de final es un buen qué. Pero en una clasificación que miró otros resultados y exprimió el ahorro en el grupo H del Mundial Femenino es un preocupante cómo. El primero se agota en una frase. Del segundo se escriben tratados.

La Selección Colombia sufrió contra Marruecos el primer revés en la Copa del Mundo y, a la luz del 1-0, empieza a mostrar algunos remiendos. ¿Arruinan el traje de equipo revelación? No. Pero son una incómoda macha en la corbata y eso hay que mirarlo de frente y sin miedo, como se hizo en la victoria contra Alemania (2-1).

¿Por qué Colombia sufrió tanto contra Marruecos? La lista de razones es larga…

Abadía vs. Abadía. Sus palabras, 24 horas antes del partido en Perth, fueron desmentidas por sus decisiones y opiniones horas después, con la clasificación a octavos de final bajo el brazo. “Convoqué 23 cracs” decía. Y ninguna le dio garantías para una rotación evidente y necesaria en el partido contra las marroquíes. O al menos eso se desprende de su última charla: “si lo hubiera hecho (rotar) y perdemos la clasificación me preguntarían por qué no dejé la misma nómina”, aseguró. Y no, nadie lo habría preguntado porque todos recordarían que en la previa explicó los temas médicos de Linda Caicedo y Mayra Ramírez, las amarillas y demás. Pero eligió la austeridad.

No lo dijeron abiertamente, pero varias jugadoras hicieron mención a la situación de las tarjetas amarillas. ¿Jugaron condicionadas? El DT afirma que parte del “oficio de la jugadora” es gestionar esa advertencia, pero en la cancha es muy difícil de controlar.

¿Cómo puede ‘istrarse’ el instinto de defender a tu equipo cuando está jugado en campo rival y viene la amenaza del contragolpe?

Le pasó a Manuela Vanegas, una de las cinco jugadoras con amarilla, pero le pudo pasar a Carolina Arias, Lorena Bedoya, Catalina Pérez o Diana Ospina, esta última reemplazo de Montoya. ¿No había más mediocampistas para arriesgar? Seis puntos y una diferencia de gol que obligaba a Marruecos a ganar por 4 tantos de ventaja era, evidentemente, un margen de ensayo que se desperdició.

La noche que Daniela Montoya prácticamente no ganó duelos; que Lorena Bedoya, por apoyar a su compañera Montoya, que por los laterales necesitaba Arias y Vanegas un relevo que no llegó: que se vio por primera vez superada; que Linda Caicedo necesitaba un respiro para recargar baterías físicas y mentales y Mayra Ramírez unas horas más para superar el dolor de un golpe que le dieron las alemana, el mensaje no llegó a oídos del jefe. ¿Hará falta ese descanso en el futuro cercano?

El estilo intenso que tantas veces se ha alabado implica también una dosis alta de reserva física y la alerta contra Marruecos es que no se descansó suficiente. ¿Qué dicen las mediciones? El cuerpo técnico lo sabe. Ojalá trabaje ya el plan Melbourne.

JENNY GÁMEZ

Enviada especial a Australia

@Jenigameza