Néstor Lorenzo, DT de Colombia: 'El equipo está dolido, pero con bronca y energía para dar vuelta a esta situación'

La Selección Colombia ultima detalles para lo que será el choque contra Paraguay por la fecha 14 de la eliminatoria suramericana al Mundial 2026. Antes del duelo en Barranquilla, el DT Néstor Lorenzo ofreció una rueda de prensa en la que habló de la situación del equipo.

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Lorenzo señaló que el equipo está muy tocado por el mal momento que vive la Selección, pero siente confianza en sus jugadores y descartó ‘patear el tablero’ contra Paraguay. Además, confirmó que Dávinson Sánchez tiene muchas oportunidades de jugar, a pesar del choque de cabezas que sufrió contra Brasil.

Cada partido es una historia distinta, las situaciones y la actualidad de los equipos. Si bien venimos sin sumar, el rendimiento no ha sido malo, ha sido bueno. Hay que ajustar algunos detalles, pero creo que debemos seguir por el mismo camino que nos ha dado muchos resultados y sin duda volveremos a la senda del triunfo.

Dávinson ha seguido todos los protocolos reglamentarios y se le hizo una tomografía que no ha mostrado ninguna lesión y se ha hecho la evolución clínica día a día y no ha habido novedades. Puede llegar a estar apto, ha evolucionado bien.

Al no sumar las alarmas se encienden y uno hila fino para ajustar detalles. No es lo mismo estar 50 días juntos, pues el funcionamiento se puede ir ajustando día a día, pero ahora viene y jugamos. Sin duda, hay cosas que no se hicieron bien y hay errores que se deben corregir, pero la idea y el rendimiento no ha cambiado. Fuimos a Uruguay a ser protagonistas y perdimos desgraciadamente en la última pelota como el otro día (contra Brasil). Son cosas fortuitas. Contra Ecuador pateamos 15 tiros contra uno y perdimos. Hay argumentos para decir que estamos en una mala racha con errores que debemos corregir, pero la intención y la ambición de sumar de a tres es la misma.

La parte mental es fundamental en estos momentos y en un equipo que no estaba acostumbrado a perder un partido en más de dos años. Hay que cerrar filas y enfocarse en lo que hay que hacer y no en lo que ya pasó. Hay que corregir los errores que se cometieron, unos están a la vista y otros los vemos muy minuciosamente con el cuerpo técnico.

No es cuestión de mantenerse en la suya porque ‘patear el tablero’ se hace cuando uno no encuentra respuestas dentro de la cancha del equipo. Todavía estoy viendo que el equipo está firme, dolido, pero con bronca y esa energía para dar vuelta a esta situación. Creo que el equipo ha jugado bien por momentos contra rivales difíciles.

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La parte mental es fundamental y desesperarse no sirve, ‘patear el tablero’ en este caso no sirve y tampoco sirve poner excusas. Hay motivos por los cuales no hemos sumado, uno de ellos es la falta de fortuna, pero no es el único. Esperemos haber corregido los errores para siempre y debemos generar un aprendizaje y un hábito bueno de una situación mala. El estado anímico y la confianza son fundamentales y eso se logra con los resultados.

Cuando los jugadores ven que lo que uno propone sale eso da confianza, similar a lo que le está sucediendo a Paraguay en este momento con Gustavo (Alfaro), pero nosotros tuvimos esa situación hace dos años y la tenemos que recuperar. El mensaje es volver a jugar bien con la pelota, con el orden en los bloques y en los contraataques.

Así jueguen con línea de cuatro o de cinco, creo que es un equipo ordenado y eso empareja las situaciones para neutralizar al rival y lograr anularlo en sus intentos ofensivos. Para atacar un equipo tan ordenado hay que desordenarse un poco, buscar más, atacar, insistir, tener ambición y tener paciencia, no regalarse, pues eso es lo que puede suceder si nos vamos como locos. Debemos ser protagonistas, pero con esas precauciones.

De pronto en cuanto a la frescura se podía haber hecho algo más, pero en el partido contra Brasil se detuvo 10 minutos por el episodio del choque y eso le dio algo de frescura a los jugadores que más estaban cansados. Pensé que eso nos iba a dar la posibilidad de continuar a la intensidad que estábamos jugando. A veces me cuesta sacar al jugador que está jugando bien porque siempre es una constante que el jugador que rinde debe seguir en campo y están preparados para jugar los 90 o 120 minutos. Si veo que baja el rendimiento por una cuestión física es diferente, pero me dio la sensación que podían estar al mejor nivel.

HAROLD YEPES

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