A Millonarios solo lo frenó la lluvia: venció a Peñarol y se afianza en la Sudamericana

La lluvia le truncó a Millonarios uno de sus mejores partidos internacionales de los últimos años, en el que le pasaba por encima a Peñarol y lo hizo ver muy mal. Luego llegó el gol del descuento y la suspensión del encuentro por el pésimo estado de la gramilla de El Campín. Al final, el 3-1 fue suficiente para amanecer, literalmente, como líder del grupo F de la Copa Sudamericana. 

Millonarios hizo uno de sus mejores primeros tiempos en la era Gamero. Manejó el partido a su antojo, exigió a su rival y sobre todo, hizo olvidar que Gamero tenía cinco bajas para armar su nómina, cuatro por problemas físicos (Daniel Cataño, Juan Carlos Pereira, Jáder Valencia, Luis Carlos Ruiz y uno más, Óscar Cortés, por su participación en el Mundial sub-20.

Beckham Castro y Luis Andrés Paredes, dos productos más de las divisiones menores de Millos, respondieron muy bien a la confianza de Gamero. El primero, habilidoso y participativo. El segundo, con potencia y, esta vez, mucho sentido colectivo.

Con una fórmula que ya había aplicado el sábado en Medellín, pelota aérea en un cobro de tiro de esquina, Millonarios se fue arriba a los 9 minutos: Beckham levantó la bola y Jorge Arias metió la cabeza para anotar el 1-0.

Peñarol, que también tenía bajas, no reaccionaba y Millonarios no solo apuntaba a marcar el segundo, sino uno que otro gol más. El 2-0 llegó a los 23 minutos, con algo de suerte: tras un gran desborde de Elvis Perlaza, Paredes intentó rematar de taco. La bola le rebotó en un rival y le volvió a quedar a Paredes, quien la tiró al área chica y encontró la pierna de Hernán Menosse, que la metió en su arco.

Seis minutos después, Mackalister Silva y Leonardo Castro armaron una pared y llegaron hasta el borde del área de Peñarol. Cuando dos defensores uruguayos le cerraron el camino a Castro, Paredes se fue a luchar por la pelota y quedó de frente al arco, listo para marcar el 3-0.

Después de ese tanto, el aguacero se hizo cada vez más fuerte y el comienzo del segundo tiempo se convirtió en una carrera contra los charcos. Y la cancha era el principal enemigo para el tipo de juego de Millonarios.

Peñarol se sintió mucho más cómodo y encontró la posibilidad de descontar gracias a un penalti, por falta de Andrés Llinás a Bruno Betancor. Matías Arezo venció a Álvaro Montero y anotó el 3-1, en el minuto 49.

El terreno de juego quedó con huellas irreparables por el aguacero, la inundación y la manera artesanal con la que intentaron sacar el agua. La zona cercana a la raya central, frente a occidental, quedó intransitable, y en otros sectores del campo los charcos seguían presentes.

El estado de la cancha no ayudó al juego de Millonarios, que no se vio cómodo. Peñarol comenzó a luchar y a tratar de recortar distancias, pero exigió poco a Montero. 

Gamero, más bien, aprovechó para cuidar a Juan Pablo vargas, que había quedado tocado antes de la interrupción: Jorge Arias pasó a jugar como central y regresó Omar Bertel. Y luego refrescó el ataque con Yuber Quiñones y Fernando Uribe, en lugar de los dos Castro. El resto del segundo tiempo pudo haber sido un correo...

El 3-1 deja bien parado a Millonarios de cara a la pelea por el cupo directo a octavos de final: es líder del grupo F, con diez puntos, uno más que Defensa y Justicia, que le levantó un 2-0 a América Mineiro y le ganó 2-3 de visitante. Tendrá que resolver la clasificación afuera de El Campín. Este miércoles, y parte del jueves, hizo un esfuerzo enorme.

José Orlando Ascencio

Subeditor de Deportes

@josasc