A Millonarios le falta más de la mitad de la Liga: 11 partidos, 33 puntos. Pero apenas ha hecho siete y la clasificación está cuesta arriba. Y no solo por la posición en la tabla (casilla 17), sino porque no se ve evolución.
Once Caldas remató tres veces al arco y todas terminaron en gol, dos de ellas, con previa revisión del VAR, pero ambas jugadas legales: la del segundo tanto, de Elvis Mosquera, terminando el primer tiempo, y la del tercero, conseguido por Andrés 'Pecoso' Correa comenzando el segundo. Y para completar, fue víctima de la 'ley del ex', porque Roberto Ovelar también le marcó al club en el que jugó el año pasado.
El partido había comenzado con un espejismo: ataque fuerte, salida por las bandas, buen toque y hasta un gol, conseguido por Juan Camilo Salazar tras dos rebotes en el área visitante.
Pero a partir de ahí, Millos se vio muy liviano. Extrañó en cantidades alarmantes a Mackalister Silva, lesionado hace ocho días en Palmaseca. La solución que intentó aplicar el DT Alberto Gamero fue juntar a Diego Godoy con Salazar, volver a mandar a Ayron del Valle a la banda y poner adelante a Cristian Arango. Y así, la creatividad del equipo fue escasa.
El filtro que tan bien había funcionado en Cali, con Jhon Duque y Juan Carlos Pereira, falló en momentos puntuales del partido y la pareja de centrales que había armado ocho días atrás se desbarató por los problemas físicos de Juan Pablo Vargas. Volvió Breiner Paz y volvieron las dudas, al igual que con Felipe Banguero. Y para completar, ya no está Wuilker Faríñez: Christian Vargas es un arquero correcto, pero no ganador de partidos.
Otros dos factores preocupan en Millonarios, y mucho: el primero, la falta de fortaleza mental: apenas recibió el gol de Ovelar, el primero, se le acabó el ímpetu. Al segundo tiempo saltó con mentalidad de conseguir el empate y el tercer tanto lo hundió. Y aunque hubo una reacción, no fue suficiente.
El segundo es la debilidad del banco que armó Gamero. Se entiende que la situación no es fácil y que Millonarios apele a la cantera. Pero la solución fue un joven de la casa al que no le han dado precisamente muchos minutos, Jorge Rengifo. Y luego, ya con las naves quemadas, debutó un jugador al que los hinchas le tienen mucha fe, Diego Abadía. Diez minutos no son suficientes para juzgarlo. El único experimentado que entró fue Elíser Quiñones, y a los 88.
Las cuentas no le cuadran a Millonarios por ninguna parte: le quedan cinco partidos como local. Si los gana todos haría 22. Es decir, para la cifra teórica de clasificación, 31 puntos, le faltan tres victorias como visitante. Y este equipo solo ha ganado un partido este año. La Liga está cuesta arriba.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc
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