Millonarios, con el rabo entre las piernas, ve ahora la Liga como un salvavidas

Hay frustración. Se siente en el ambiente. La deuda de un título internacional, más allá de una aislada corona de Copa Merconorte que poco se celebró por allá en 2001, sigue sin pagarse en Millonarios. Y la única manera de quedar en paz con la hinchada y con la conciencia, es volver a intentarlo, clasificar otra vez a la Libertadores y tratar de hacer mejor las cosas que en este semestre, en el que solo pudo hacer tres puntos y en el que aún queda un último acto, contra Flamengo, en el Maracaná, el 28 de mayo.

El primer paso es volver a clasificar a la Libertadores. Y para eso, la vía más rápida es ganar una Liga en la que la opción está vigente, aunque, por ahora, hay un equipo por delante, Junior de Barranquilla, que le ganó en la primera fecha de los cuadrangulares. En la segunda, Millos venció al Pereira. Y ahora, el equipo de Gamero vuelve a El Campín para enfrentar al mejor equipo de la fase todos contra todos, Atlético Bucaramanga. ¿Fácil? Para nada. Pero tendrá que intentarlo de nuevo. El partido comenzará a las 8 de la noche y se verá por Win Sports +.

David Mackalister Silva, jugador formado en el club, capitán del equipo e hincha azul de cuna, canalizó la frustración de los seguidores azules al final del juego contra Palestino, un 1-1 en el que el equipo se cansó de fallar goles (él, por ejemplo, tuvo dos claras). Ahí, cabizbajo frente al micrófono, comenzaba a elaborar un duelo que espera que ahora esté superado.

“Queremos, en nombre del grupo, pedirle disculpas a la hinchada. Se nos va una linda oportunidad de ir a Brasil a poder clasificar. Es evidente, yo creo que no hay una sola persona que quiera a Millonarios que hoy esté contenta”, declaró Silva.

El panorama, ahora, pasa por ganar, ganar y ganar. Primero, para que la opción de título y de volver a la Libertadores siga latente. Y, segundo, para recuperar la relación con una hinchada, que ha manifestado su dolor y que ha tenido que soportar las burlas de los rivales, empezando por el propio Palestino, que en su cuenta oficial ha pasado una y otra vez la cuenta de cobro por aquel calificativo de comodín del grupo, que, más bien, acabó aplicando para Millonarios.

“Curar el dolor que se está sintiendo hoy no es tan fácil. A todos nos pega. No es un aliciente la Liga, sino es lo que queremos, evidentemente. Queremos pelear y luchar la Liga para intentar conseguirla y, por qué no, tener una nueva participación en Copa”, insistió Mackalister.

Desde que terminó el partido, el equipo optó por el silencio. Varias solicitudes de entrevistas por parte de EL TIEMPO no fueron aceptadas. El dolor va por dentro. Ya lo había dejado entrever el arquero Álvaro Montero.

“Estamos dolidos. Somos conscientes de que tenemos que llorar hoy para levantarnos mañana pensando en el partido del domingo y que tenemos la chance de llegar a la final”, dijo el guajiro tras el empate contra Palestino.

Gamero sigue con problemas. Después de 25 lesiones a lo largo del semestre, aún no puede recuperar a los que, en el papel, iban a soportar el ataque, Leonardo Castro y Santiago Giordana. Tampoco está disponible Daniel Cataño. Y, para completar, Daniel Giraldo será baja por acumulación de amarillas.

“Es un partido que es importante ganar para seguir peleando en la Liga. Es un grupo que se ha levantado de cosas más fuertes, de cosas difíciles”, dijo Giraldo el martes.

Millonarios tendrá tres partidos en los cuadrangulares (el de hoy, el del miércoles contra Pereira de visitante y el del sábado, de nuevo contra Bucaramanga, pero en el Alfonso López, antes del viaje a Brasil, donde jugará contra un Flamengo herido y necesitado (tiene que ganar para clasificar a octavos de final) y en el que tratará de evitar que el papelón internacional sea mucho mayor al que vivió en los partidos anteriores.

“No sé quién vaya a jugar, falta mucho para eso y nosotros no somos los que lo decidimos. El que vaya tiene que salir con el orgullo herido. No nos vamos a lavar la cara con ese partido, por supuesto, lo que dejamos de hacer lo dejamos de hacer, pero no vamos a salir a hacer el ridículo. Todos los partidos, así uno esté eliminado, los deberíamos jugar como se juega cualquier partido”, dijo, en zona mixta, el zaguero costarricense Juan Pablo Vargas.

Gamero, resignado, ya lo había dicho el martes: “Este ha sido un momento duro para nosotros, duro, duro. Es atenernos a las muchas críticas que vamos a tener, pero ya pensando en el partido del domingo”. Está en juego todo. Hasta la credibilidad.
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​José Orlando Ascencio
​Subeditor de Deportes
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