Un pequeño estado insular del Caribe irrumpió este sábado en el mapa del atletismo olímpico, Santa Lucía, gracias al éxito sorpresa de Julien Alfred en los 100 metros, por delante de la favorita estadounidense Sha'Carri Richardson.
Santa Lucía nunca había conseguido nunca antes una medalla olímpica y se estrenó a lo grande, en una prueba emblemática del atletismo.
La prueba que más expectación generaba este sábado eran los 100 metros y hasta la lluvia se invitó a la fiesta, cayendo con fuerza sobre la pista violeta de Saint-Denis en el momento de la final.
La favorita Richardson, campeona del mundo, tenía como misión reconquistar el oro olímpico en la prueba para Estados Unidos, que no se corona allí desde Atlanta-1996 con Gail Devers.
Pero nada más lejos de la realidad: Julien Alfred, revelación de la temporada a sus 23 años, fue la más rápida con un tiempo de 10 segundos y 72 centésimas, relegando a la texana a una plata con sabor amargo (10.87).
"No quiero ponerme a llorar. Simplemente salí a correr lo más rápido que podía. Esto significa mucho para mí, mucho para mi país", celebró la joven velocista santalucense.
Santa Lucía estalló de júbilo tras el triunfo de Julien Alfred
Eso generó una enorme fiesta a casi 7 mil kilómetros de distancia, en Santa Lucía, un país insular ubicado en el mar Caribe, al sur de Martinica, que aún es colonia sa. Apenas tiene una superficie de 616 kilómetros cuadrados y, según un censo realizado en 2020, tenía 183 mil habitantes.
El Comité Olímpico de Santa Lucía se creó en 1987, pero el COI apenas lo reconoció en 1993. Tres años después tuvieron su primera participación en unos Juegos, los de Atlanta, en 1996, a los que viajaron cinco deportistas. Hasta hoy, nunca habían siquiera soñado con una medalla.
En redes comenzó a circular un video en el que cientos de ciudadanos de Castries, la capital de Santa Lucía, se reúnen alrededor de una pantalla gigante para seguir la carrera de Alfred, quien se impuso con comodidad.
Una vez la nueva campeona cruzó victoriosa la línea, la ciudad, que apenas tiene 20 mil habitantes, estalló en júbilo.
La nueva campeona olímpica de los 100 metros tuvo que enfrentar, con apenas 12 años, la muerte de su padre, Julian Hamilton. Cinco años después, justo antes de que ganara la plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires en 2018, su tía Karen Alfred, que ayudó a criarla, también falleció.
"Estoy segura de que ella hubiera soñado con que yo consiguiera una medalla y con estar conmigo en ese momento", dijo Alfred, sobre su subcampeonato en Argentina. Este sábado consiguió el mayor logro de su carrera.
DEPORTES
Con AFP
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