Primoz Roglic no tomó la salida de la etapa 13 del Tour de Francia, un día después de haber sufrido una caída a 12 kilómetros de la meta de Villeneuve-sur-Lot, que le provocó heridas que le impiden seguir.
El equipo Red Bull-Bora indicó en el comunicado que el corredor se iba el Tour para “concentrarse en otros objetivos”.
Cero y van tres...
Roglic entró en la meta con el hombro visiblemente dañado, ella camiseta rota y la piel ensangrentada, con el rostro desencajado y sin hablarle a los medios que lo esperaban.
“Fue uno de los damnificados por la caída provocada por el kazajo Alexey Lutsenko, que atropelló un bordillo que separaba los dos carriles de la carretera a 12 kilómetros para la meta de Villeneuve-sur-Lot”, dijo la agencia EFE.
“Ha sido examinado minuciosamente por nuestro equipo médico tras la etapa de ayer (jueves) y de nuevo esta mañana. Hemos tomado la decisión de que no tome la salida para concentrarse en otros objetivos de futuro”, dijo el grupo.
“Era la segunda caída consecutiva que sufría el esloveno, que también dio con sus huesos en el asfalto camino de le Lioran, pero entonces fue a menos de cinco kilómetros para la meta, por lo que no le restaron tiempo en la general”, indicó EFE.
Y sentenció: “En esta segunda ocasión, perdió 2.27 con los favoritos, lo que le hizo caer dos puestos en la general, en la que era sexto a 4 min 42 s del líder, su compatriota Tadej Pogacar. Roglic llegó a la salida del Tour en Florencia como uno de los favoritos para el podio final, a sus 35 años y en un nuevo equipo totalmente formado para sus intereses. Pero con una preparación truncada por la caída que sufrió en abril pasado en la Vuelta al País Vasco, la misma que mantuvo más de un mes hospitalizado al danés Jonas Vingegaard, ganador de las dos últimas ediciones del Tour”.
Triple ganador de la Vuelta a España y campeón del Giro de Italia, Roglic ajustó su tercer abandono consecutivo en la carrera tras irse en las ediciones del 2021 y 2022.
Eso sin contar que en el 2020 parecía que el exesquiador podía al fin entrar en París de amarillo, una camiseta que se enfundó a falta de 12 días para el final, pero la que perdió con Pogacar en la jornada cronoescalada en La Planche des Belles Filles.