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El ciclista que recoge mercados y medicinas en plena pandemia
Martinelli corre en el Astana, vive en el foco de covid-19 en Italia. Así ayuda a su comunidad.
David Martinelli va en bicicleta a comprar mercados y medicinas a las personas mayores que no pueden salir en Italia. Foto: Archivo personal
La región de Lombardía, al norte de Italia, es una de las más azotadas por los contagios y las muertes por el brote del nuevo coronavirus. Lodettesi es una de las poblaciones que se ha guardado para evitar que las cifras aumenten. Sus 1.500 habitantes viven encerrados en sus casas, cumpliendo las órdenes del gobierno local y nacional con el fin de sobrevivir a esta pandemia que tiene acorralado al mundo entero.
Varios son los ancianos y las personas que no pueden salir a hacer un mercado o a comprar las medicinas porque, además, tienen preexistencias que las hacen focos directos para la infección del letal virus.
Allí, en Lodettesi, vive Davide Martinelli, un hombre que nació hace 26 años en Brescia (Italia), cuya afición al ciclismo viene de familia, pues su padre, Giuseppe, compitió entre 1977 y 1985, y después se convirtió en director deportivo, carrera que lo ha llevado a ser hoy uno de los estrategas del equipo Astana.
Davide es ciclista desde siempre y vivía aturdido con las noticias que escuchaba en los últimos días. No salía de su asombro al saber que cada 24 horas las muertes y los contagiados subían a un buen ritmo. Alguna vez, en su casa, pensó de qué manera ayudar y tomó una decisión.
Martinelli es ciclista en Italia. Foto:David Martinelli
El corredor que pasó por el Sky, Etixx, Quick-Step y que ahora es dirigido por su padre en el Astana entendió que su misión era dar una mano a la gente que en estos momentos no se puede mover de su casa.
“Es una cosa pequeña. Lo más importante es ayudar a la gente. Acá hay mucha necesidad de ir a la tienda, a la farmacia. No tienen auto. Es una población pequeña, la farmacia está a 5 kilómetros y por eso he tomado la decisión”, le contó Martinelli a EL TIEMPO.
Y agregó: “Son solo 10 kilómetros, y para mí eso no es nada, para ellos es mucho. Es un momento para ayudar a la gente que lo necesita. De igual manera es un modo de agradecerles a ellos, que siempre están pendientes cuando estoy en competencia y me animan. Ellos se han entregado por mí, ahora yo lo hago por ellos”.
Es un modo de agradecerles a ellos, que siempre están pendientes cuando estoy en competencia y me animan. Ellos se han entregado por mí, ahora yo lo hago por ellos
Davide Martinelli solo ha corrido una de las tres grandes, fue 153 en el Giro de Italia del 2017, pero eso por el momento pasa a un segundo plano, pues lo importante para él es ayudar.
“La situación es difícil. Estamos entre Bérgamo y Brescia, cerca de Milán. Más del 50 por ciento de los muertos están cerca de los 100 kilómetros de mi casa. La situación es muy mala y triste”, comentó el pedalista italiano.
Por ser una población tan pequeña, Davide conoce a casi todas las personas que viven ahí y sabe en qué condiciones están. Entiende que hay muchos abuelos y personas que no deben salir y que tampoco tienen a alguien que les colabore.
“Tengo presente todo y conozco a mucha gente que ha perdido a sus seres queridos por este mal. Es una situación muy dramática porque no paran los muertos ni los infectados.Los hospitales están llenos”, señaló el compañero de los colombianos Miguel Ángel ‘Supermán’ López, Rodrigo Contreras y Hernando Bohórquez en el Astana.
No sabe qué fue lo que pasó, por qué la cifra subió tanto. Advierte que, al parecer, el brote comenzó a unos 200 kilómetros de Lodettesi y luego se hizo una presentación cerca de su pueblo a la que acudió mucha gente, y ahí fue el foco.
“Esto funciona así. Hay un grupo de Facebook, recibo la noche anterior las peticiones, me dicen lo que necesitan. Voy antes a la casa de ellos, tomo los pedidos, recibo el dinero y salgo a comprar. Luego, lo entrego; no es más”, contó.
Mucha tristeza
Señala que le ha tocado ir varias veces en un día, pues no puede con todos los pedidos. En ocasiones piden agua y le es imposible cargar los botellones en su bicicleta o son muchos los paquetes.
Y si bien para el pedalista italiano hacer este trabajo le sirve para salir de casa, tomar aire y ayudar, cuenta que es triste ver desolados los lugares por donde generalmente hace sus entrenamientos y no poder hablar con gente.
No se encuentra con casi nadie. Hay pocos carros circulando por las vías, y eso hace mucho más gris y triste el panorama.
David Martinelli Foto:David Martinelli
Después de cumplir con sus entrenamientos, que constan de ejercicios, gimnasio y rodillos, Davide Martinelli va a su cuarto, se cambia, se pone otro uniforme, chaqueta, el casco,guantes de protección y la careta. Agarra su bicicleta y se va a hacer los mandados.
“Tengo todas las precauciones posibles. Salgo con mi casco, la careta. Limpio la bicicleta, la ropa. Llevo unos guantes y cargo alcohol para desinfectar lo que cojo. Llevo el teléfono celular y una toalla para limpiar lo que agarro, lo que me entregan, el pedido; en fin, todo con mucho cuidado”, indicó.
Llevo unos guantes y cargo alcohol para desinfectar lo que cojo. Llevo el teléfono celular y una toalla para limpiar lo que agarro
Este año solo había competido en dos carreras. Se retiró en el Saudi Tour, luego de la cuarta etapa, y en la Vuelta al Algarve de Portugal ocupó la casilla 94, prueba en la que fue clave para ‘Supermán’ López, quien ganó la etapa reina y terminó en el tercer cajón del podio.
“Las escenas son conmovedoras. Esto parece una guerra. Todos van con máscara, lo atienden a uno con máscara, se entrega el pedido a una persona con máscara, todo es a distancia; es que todos tenemos miedo”, señaló. Davide en el 2016 obtuvo una victoria de etapa en el Tour de la Provence –prueba que ese año ganó Nairo Quintana–, y en el Tour de Polonia.
No ha hablado con sus compañeros en Colombia. Dice que están bien porque hay un grupo de WhatsApp y allí todos, a diario, cuentan la situación que viven en sus casas, en sus países.
“La percepción de la muerte es constante. Prende uno el televisor o la radio y siempre es el mismo tema, que el número de fallecidos en el último día no baja. Es un problema serio y decepcionante”, agregó el ciclista de 1,86 metros de estatura y 71 kilos de peso.
¿Miedo?
Para él es una situación nueva, como para todo el mundo, pero piensa en que siempre ha arriesgado la vida durante los últimos años de carrera, por eso exponerla por la gente le cae bien.
“A veces uno debe liberar ese miedo en la vida. Uno como ciclista lo tiene constantemente por una caída, en un descenso, en fin, pero es que el tema acá es completamente diferente porque estamos hablando de la vida, de gente que quiere seguir viviendo, y por eso hay que ayudarla”, precisó el corredor.
Los demás ciclistas lo iran, le envían mensajes y se enorgullecen de lo que él hace.
Uno de ellos fue Chris Froome, cuatro veces campeón del Tour de Francia, quien escribió: “Buen trabajo, Davide. Genial para leer historias como esta en tiempos tan tristes”.
Para Martinelli existe la posibilidad de que se contagie, lo sabe, lo entiende, pero lo asume de la mejor manera.
“El tema es que yo soy joven: tengo la idea de que uno puede contraer el virus, pero pienso que hay gente mayor de 70 años que no puede salir, que no puede arriesgar su vida, y hay que ayudarlos. Si ellos salen, sí arriesgan su vida más que nosotros. Uno hace deporte y aunque no está exento de contagiarse, pues los abuelos sí; es una población muy vulnerable, y por eso uno debe tenderles la mano”, sentenció.
Y mientras Italia, Lodettesi y el mundo siguen batallando contra el nuevo coronavirus, Davide Martinelli, todos los días, se monta en la bicicleta, recoge los pedidos, los compra, los entrega y regresa a su casa con el deber cumplido y con la tranquilidad de haber hecho algo por los demás.